“Recordemos en esta tarde a las personas que me ayudaron a creer, a encontrarme con Jesús. Que me dieron la llave que me abrió la puerta para mirar la vida de un modo distinto (...), del modo creyente”, instó el arzobispo de Salta, Mario Cargnello en la misa de cierre del encuentro mariano del Valle de Lerma, que ayer por la tarde se realizó en la localidad de Cerrillos.
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“Recordemos en esta tarde a las personas que me ayudaron a creer, a encontrarme con Jesús. Que me dieron la llave que me abrió la puerta para mirar la vida de un modo distinto (...), del modo creyente”, instó el arzobispo de Salta, Mario Cargnello en la misa de cierre del encuentro mariano del Valle de Lerma, que ayer por la tarde se realizó en la localidad de Cerrillos.
“Si uno escarba por qué esa gente es tan buena, tan solidaria con nosotros, el punto de apoyo es la fe en Jesús. El nos ha sostenido en la fe y nos sostiene en la fe. ¿Por qué te levantas? Algo en mi hace que sienta que quiero cambiar. ¿Quién te tocó el corazón? Jesús”, agregó monseñor.
En otro momento de su homilía, Cargnello dijo: “En esta tarde tenemos que afirmar que creo en Jesucristo el hijo de Dios. Ojalá nos salga de adentro y reafirmemos en el año de la fe que sólo El y nadie más que El puede darnos el verdadero sentido de la vida, como dijo la Virgen”.
Este año, el Encuentro Mariano del Valle de Lerma se realizó bajo el lema “María, mensajera de la Fe, guía nuestros pasos”. La iglesia San José de Cerrillos fue la anfitriona de las comunidades parroquiales de La Merced, El Carril, Chicoana, La Viña, Guachipas, Campo Quijano, Rosario de Lerma y San Antonio de los Cobres. Esta última localidad pertenece a la Puna, pero esta vez quiso participar del encuentro mariano.
Aparte de cantar y bailar, alzar los estandartes por la madre de Jesús, uno de los momentos especiales fue dedicado al pedido del Papa Francisco. Allí todos se unieron en oración pidiendo por la paz. Rezaron por la amada nación Siria y por todas las situaciones de conflicto y violencia en el mundo, recordando la palabras del Santo Padre: “La humanidad necesita ver gestos de paz y oír palabras de esperanza y de paz”.
“Junto a ti María / como un niño quiero estar,/ tómame en tus brazos/ guíame en mi caminar”. La frase resonó y pañuelos y manos saludaron a las vírgenes llevadas en andas por el pueblo cerrillano.