Unos 10.000 maestros en la calle, 52 carpas durante un mes en la plaza 9 de Julio, hasta 150.000 alumnos en sus casas, una demanda por 5.500 pesos de salario, seis personas en huelga de hambre, seis encadenados, 26 días efectivos sin clases y más de 100 horas perdidas en el calendario. El paro que sostuvieron hasta el miércoles los docentes de Salta para reclamar una recomposición del sueldo básico dejó números que marcarán el resto del año a chicos que dependen de la educación pública. Para recuperar el tiempo no se agregarán días de estudio sino que las escuelas acortarán los actos, sintetizarán contenidos y suspenderán otras actividades escolares. De esta forma, intentarán limitar las pérdidas en un sistema que ya arrastra deudas.
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Unos 10.000 maestros en la calle, 52 carpas durante un mes en la plaza 9 de Julio, hasta 150.000 alumnos en sus casas, una demanda por 5.500 pesos de salario, seis personas en huelga de hambre, seis encadenados, 26 días efectivos sin clases y más de 100 horas perdidas en el calendario. El paro que sostuvieron hasta el miércoles los docentes de Salta para reclamar una recomposición del sueldo básico dejó números que marcarán el resto del año a chicos que dependen de la educación pública. Para recuperar el tiempo no se agregarán días de estudio sino que las escuelas acortarán los actos, sintetizarán contenidos y suspenderán otras actividades escolares. De esta forma, intentarán limitar las pérdidas en un sistema que ya arrastra deudas.
El año escolar de 2014 comenzó con un paro que solo se suspendió después de manifestaciones que llegaron a convocar a 10.000 personas, negociaciones con el Gobierno de Salta, acampes en la plaza principal, asambleas multitudinarias, cortes de tránsito en el acceso a la ciudad y un bloqueo de varias horas en las puertas de la Legislatura. Hasta el gobernador Juan Manuel Urtubey fue increpado.
La Provincia se comprometió a no descontar los días de paro si los maestros redactaban un proyecto para recuperar los días perdidos. Los sectores que participaron de la protesta propusieron priorizar los contenidos más importantes y limitar las actividades que no tengan que ver con la enseñanza de materias específicas.
El Ministerio de Educación aceptó este plan y no se sumarán días de clases. “Vamos a hacer un ajuste de tiempo y nos enfocaremos en lo que denominamos saberes prioritarios. Tenemos estrategias para aplicar y los que trabajamos con proyectos de planificación institucional no sentiremos tanto el paro. Pero, para ser honestos, también debemos reconocer que hay cosas que no se van a recuperar”, dijo a El Tribuno Francisco Cardozo, director de la escuela Indalecio Gómez.
En este establecimiento educativo del centro de la ciudad hubo una adhesión del 80 por ciento a la huelga. Los docentes volvieron a trabajar el lunes 7 de mayo, cuando una de las agrupaciones que impulsaban la protesta decidió levantar el paro. “Tanto los actos como las reuniones de docentes tendrán que ser breves. Se pueden reestructurar las clases, pero hay que respetar el ritmo de los chicos”, señaló Cardozo.
El director dijo además que muchos padres apoyaron el paro. “Saben que el reclamo es justo. Pero también estaban muy ansiosos. Algunos vinieron a pedir los programas para contratar a maestros particulares si esto se prolongaba”, sostuvo.
En el Hogar Escuela Carmen Puch de Gemes los maestros apuntarán a “fijar conocimientos prioritarios”. “Se tendrán en cuenta los temas más relevantes y se articularán los contenidos comunes a diferentes materias. Cada docente presentó su proyecto para recuperar y vamos a estar supervisando que eso se cumpla”, señaló Marta Alvarado, directora del establecimiento.
En la institución unos 400 chicos estudian de 8 a 19. Otros 400 alumnos duermen ahí de lunes a viernes y vuelven a sus casas los fines de semana. La directiva explicó que, durante el paro, los chicos permanecieron en el edificio como siempre porque hay personal no docente para atenderlos. Según Alvarado, allí los maestros se adhirieron a la huelga menos de una semana.
En la escuela técnica República de la India,además de recuperar los contenidos teóricos,se deberán recuperar los talleres que se dictan en contraturno. “Depende de cada profesor, pero por lo general llegan a concretar un trabajo. Por ejemplo, en carpintería se pide terminar una lámpara para acreditar que las habilidades mínimas se lograron al igual que el desarrollo congnitivo”, explicó el director Alberto Villarreal.
Las subas de sueldo tras la lucha de la asamblea
La oferta del gobierno que terminaron aceptando los docentes implica un incremento del 42 por ciento en el salario inicial, que pasará de 3.526 a 5.000 pesos y una suba del básico de 1.536 a 2.234 pesos. Los maestros que trabajan en zonas inhóspitas son los más favorecidos con un 72 por ciento de aumento.
En las escuelas de Salta hay 406.000 chicos matriculados y un 40 por ciento estuvo sin clases hasta hace días según indican las estimaciones oficiales sobre la adhesión al paro. De los 27.000 docentes que hay en la provincia, llegó a 10.000 la cifra de los que se adhirieron al paro de acuerdo con los mismos cálculos. La huelga fue de 26 días en el interior y 25 en la Capital y cada jornada perdida implicó cuatro horas menos para dedicar al aprendizaje.
Sin embargo, los números de adhesión a la huelga que maneja la asamblea denominada Docentes Unidos de Salta, que llevó adelante la protesta, doblan las cifras oficiales.
Por los días de paro también hubo multas elevadas a los principales gremios de Salta que ahora deberán dirimirse en los Tribunales. Un grupo de padres también había acudido a la Justicia para que sus hijos menores de edad no pierdan más días de clase. Tras el reestablecimiento del servicio educativo, el recurso de amparo quedaría en abstracto.
A pesar del final del acampe, hasta ayer permanecían en la plaza 9 de Julio tres carpas que serían levantadas en las próximas horas. Una maestra no se fue todavía porque habría sido desalojada de su vivienda y no tiene adónde ir. Otros dos docentes del interior se quedaron sin dinero para poder viajar.
El próximo 15 de mayo, los autoconvocados se sentarán con el Gobierno para trabajar en los temas educativos pendientes.
“No puede haber recortes en los contenidos bases para el año siguiente”
ANDREA BERTRAN, PSICOPEDAGOGA DE LA USAL
La enseñanza no está garantizada por la cantidad de días que tenga un chico de clases sino por la calidad. Por un lado está la necesidad que tiene todo niño y joven, por ley, de que se cumpla la cantidad de determinadas jornadas en el aula. Por otro, el impacto social en los estudiantes. La recuperación de los aprendizajes, en definitiva, se pueden concretar en función de la metodología, los contenidos y del enfoque aplicado.
La escolaridad en la infancia y en la adolescencia es la principal actividad y es el entorno social por excelencia que necesita un niño y joven para desarrollarse. Y a veces estos quedan como cautivos y sufren por la situación, sin ser los causantes.
Como sociedad tendríamos que pensar cuál es la manera en que se pueden hacer estos reclamos sin perjudicar el proceso de aprendizaje, en primera instancia. Y también la impronta social para estos niños y jóvenes, que quedan excluidos de un espacio y tiempo propio que por derecho necesitan, que es la educación.
Hoy la docencia, como cualquier otra profesión, atraviesa momentos sociales muy difíciles. El reclamo de cualquier trabajador es justo con relación a su salario y a la dignidad de su profesión. Pero esto no debe vulnerar derechos de terceros.
Una cosa es uno o dos días sin clases y otra un mes o más de 40 días como hubo en otra provincia. Cuando hay una discontinuidad, hay que pensar en un dispositivo pedagógico diferente. No tenemos que acortar los contenidos ni entrar en un ritmo acelerado de no respetar el tiempo del proceso de aprendizaje de cada chico.
Tampoco hay que perder de vista la imagen y el modelo que mostramos a nuestros jóvenes y niños, quienes serán los adultos de la sociedad de mañana.
Se debe pensar en el dispositivo pedagógico en función de la característica del grupo, del nivel y del ciclo al cual esté dirigido, para ver cuáles serán las estrategias metodológicas. Es necesario un tiempo para la explicación, la práctica, la fijación, lo que llamamos el proceso de acomodación de los contenidos. Esto requerirá del docente, de cada escuela y de cada proyecto en particular.
La promoción automática es difícil poder generalizarla en estos casos. Habría que analizar cada situación en cada escuela. También ver cuál es el grado y determinar qué contenidos se llegaron a dar.
Cada currícula está compuesta por contenidos nucleares, ejes temáticos centrales y aquellos que permiten reelaborar y ampliar la información. Lo que no podrá haber es un recorte en los contenidos centrales bases para el año siguiente. De ahí uno puede decir si se da una promoción o de qué manera será la evaluación.
En este momento, como sociedad, afrontamos una crisis importante en muchos aspectos. Creo que la crisis económica está transversalizando muchas áreas. Pero hay determinados lugares que no deberían ser tocados: la salud, la educación y la seguridad. Estos son los pilares básicos de una sociedad y creo que la crisis en la Argentina nos hace corrernos de un foco importante. Tendríamos que volver a retomar el rumbo sobre estos pilares. Así, se reconstruye una sociedad.
Roberto Dib Ashur, ministro de Educación de Salta
“No es lo mismo tener más o menos días de clase”
¿Cómo son los proyectos que presentaron los docentes para recuperar los días de clase?
En cada escuela, la realidad es diferente. Hay grados que tuvieron más o menos días de paro. De acuerdo con la institución y el grado, la recuperación lleva una estrategia que es coordinada con el director y el supervisor.
¿Entonces no se agregan días ni horas de clase sino que se van a dar los contenidos en otros tiempos?
Tal cual. Además de eso, también se revisa el tiempo que se utilizaba para otras cosas. Habrá que cuidar las salidas de los chicos o los docentes de los grados y cursos que tuvieron más días sin clase. También, hay que cuidar el tema los actos, jornadas y todo lo que pueda quitar días a los chicos.
¿Cree que se pueden recuperar de esa manera todos los días que se perdieron?
No es lo mismo sin clases que con clases. Tenemos una planificación en la que hemos trabajado de 2012 a 2016 y establece qué debemos hacer cada año, mes y día.
Los días están puestos en esa cantidad por algo. No es lo mismo tener más o menos días, lógicamente. Lo que sí se puede es trabajar en núcleos de aprendizajes prioritarios y en distintas estrategias que traten de colaborar con esta situación que se ha planteado.
Es decir que hay algo que no se va a poder recuperar por más que se hagan todos los esfuerzos.
No es lo mismo. No es lo mismo una situación que otra. Lo ideal es trabajar todos los días y con la planificación preestablecida. Ahora se va a trabajar con una planificación nueva.
¿Qué balance puede hacer del conflicto? ¿Hay algo que se podría haber manejado de otra manera desde el Gobierno?
Lo más importante para nosotros ahora es mirar el futuro. Lógicamente, cuando el tiempo ha pasado, uno puede pensar si los resultados podrían haber sido diferentes si las decisiones hubieran sido tomadas en otros tiempos, otros momentos o con otros actores. Las cosas se hicieron siempre con sinceridad, respeto, humildad y desde el diálogo.
La provincia de Salta viene trabajando muy bien en materia educativa. Viene teniendo logros destacados y reconocidos a nivel nacional. Esto es porque en cada institución, con los padres y los docentes, hemos ido logrando avances en materia educativa y tenemos muy determinado hacia dónde queremos ir.
Este momento que hemos atravesado, un poco interrumpe o hace que ese crecimiento tenga una cuestión negativa en su trayectoria. Pero estamos convencidos que, hacia fin de año, vamos a lograr entre todos recomponer este momento que hemos pasado.
Y vamos conseguir, básicamente, que los chicos aprendan lo que tengan que aprender. Tenemos grandes docentes y grandes instituciones en la provincia de Salta y debemos brindar el servicio a la comunidad para el cual estamos llamados. Somos servidores públicos.
¿Qué porcentaje de adhesión tuvo este paro?
Ha ido variando. Del 6 por ciento al comienzo, subió al 10 y al 20 por ciento en abril y, en los picos máximos, ha llegado al 40 por ciento. Pero en Salta Capital y en las escuelas primarias había porcentajes mayores. Eso hacía que el paro se sienta mucho más.
¿Salta viene cumpliendo con los 180 días de clase? ¿Qué va a pasar este año?
Salta viene superando ampliamente esos días de clase. Y habrá algunas escuelas que este año, lógicamente, no van a cumplir con los 180 días.
Esas escuelas tendrán que replantear la estrategia para el año. Hay muchos aprendizajes prioritarios que deben cumplir. En eso están trabajando los maestros, directores y supervisores, pero, destacando que cada día es importante para la educación.
Está la posibilidad de que se retomen las medidas de fuerza después del 15 de mayo si no hay avances en puntos como la recomposición del aguinaldo ¿Qué pasaría en ese caso?
Tenemos los canales de diálogo abiertos y hay que respetarlos. En este tema debemos llegar a puntos de encuentro, con conversaciones serias y responsables. Esa es la manera de avanzar y de cumplir con este mandato que tenemos de dar educación de la mejor manera.
Todos los actores debemos ser responsables en nuestras actitudes, tener una posición de diálogo y respeto y, en función de eso, saber que estamos al frente de una enorme cantidad de alumnos y familias.
El diálogo tiene que seguir y la capacidad de respetarnos tiene que estar. No tengo dudas de que, si eso se produce de ambas partes, vamos a superar estos problemas. Hay temas por solucionar en la grilla salarial y vamos a ir analizando uno a uno. Ya hemos avanzado muchísimo.