A una fecha del final, River depende de sí mismo para ser campeón, ya que si derrota a Quilmes dará la vuelta olímpica sin importar los otros resultados. Por esto fue vital el triunfo de ayer sobre Argentinos Juniors por 2 a 0.
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A una fecha del final, River depende de sí mismo para ser campeón, ya que si derrota a Quilmes dará la vuelta olímpica sin importar los otros resultados. Por esto fue vital el triunfo de ayer sobre Argentinos Juniors por 2 a 0.
El millonario manejó las acciones pero en la primera etapa tuvo serios problemas para convertir. La más clara fue al comienzo: Daniel Villalva esquivó a Nereo Fernández y definió con el arco libre. Sin embargo, el Keko no le dio con fuerza y sobre la línea Diego Barisone logró despejar el balón, ahogándole el grito al conjunto de Núñez.
No obstante, como el bicho nunca lo atacó ni lo inquietó, el visitante manejó la pelota y siguió teniendo las mejores posibilidades.
En el complemento, River fue aún más agresivo pero Argentinos no quiso ser menos. Y tras un mal despeje desde el fondo millonario, Leonardo Pisculichi casi sorprende desde lejos a Marcelo Barovero, quien logró despejar con lo justo el balón a un costado cuando se le metía en su arco.
Pero River pudo ponerse en ventaja en el momento menos esperado y de manera polémica. Una jugada de Leonel Vangioni por la izquierda derivó en un tiro libre dudoso (no pareció falta sobre el lateral izquierdo). Manuel Lanzini ejecutó y la pelota dio en el travesaño y luego en el palo; lo que le permitió a Gabriel Mercado marcar el primer tanto tras el rebote.
Lejos de bajar la intensidad, River continuó atacando, no dejó dudas y rápidamente amplió el marcador, con un rival que se fue desplomando y asumiendo su propia realidad de “equipo descendido”. Fernando Cavenaghi presionó, forzó el error de la última línea del bicho y luego dejó solo a Teófilo Gutiérrez frente a Nereo Fernández. El colombiano, que dominó rápido el balón, se acomodó y definió entre las piernas del arquero, para desatar el delirio de todo el equipo millonario.
Con esta victoria River acaricia el título, que no consigue desde 2008, cuando dio la vuelta olímpica con Diego Simeone como entrenador. Luego de mucho tiempo, el millonario vuelve a ilusionarse con dar la vuelta olímpica.
Ramón Díaz: “Todavía nos falta una fecha”
El entrenador de River no se la cree. Pese a quedar a un paso del título, aquel que se le viene negando desde hace seis años en Primera División, Ramón le puso el freno de mano a la ansiedad. “Lo ganamos en el momento justo. Gran partido de los pibes. De local siempre jugamos bien y ganamos. Tenemos que terminar bien. Hay que buscarlo tranquilos”, señaló.