El 23 de marzo del presente año, Central Norte se jugaba parte de su permanencia en Resistencia frente a Chaco For Ever por la última fecha de la fase regular. Si bien necesitaba sumar para escaparle al por entonces “fantasma” del descenso, el empate de Fabio Giménez en el final cambió radicalmente la historia del cuervo: mandaba a los chaqueños al 13º lugar de la tabla general de la reválida y, por consiguiente, a integrar la traumática zona, la más competitiva de todas, en la que definiría en instancias finales la permanencia con el mismo For Ever, Juventud y Estudiantes de San Luis. Y por consiguiente, dicho resultado y aquel fatídico gol terminó reubicando al equipo de Ragusa de la 13º a la 12º posición, sitial que llevaría al albo a compartir grupo con el 15º (Rivadavia de Lincoln), el de menor puntaje de la categoría y ya desde entonces virtualmente descendido. Con los resultados consumados y el “diario del lunes” en la mano, muchos le atribuyen a este gol a favor del cuervo parte de la responsabilidad por el posterior descenso; e incluso llegan a elucubrar que de haber perdido Central en Chaco, hoy estaría en el Argentino A. Aunque ningún cálculo sobre situaciones imaginadas y ficticias hoy puede ser consistente.
inicia sesión o regístrate.
El 23 de marzo del presente año, Central Norte se jugaba parte de su permanencia en Resistencia frente a Chaco For Ever por la última fecha de la fase regular. Si bien necesitaba sumar para escaparle al por entonces “fantasma” del descenso, el empate de Fabio Giménez en el final cambió radicalmente la historia del cuervo: mandaba a los chaqueños al 13º lugar de la tabla general de la reválida y, por consiguiente, a integrar la traumática zona, la más competitiva de todas, en la que definiría en instancias finales la permanencia con el mismo For Ever, Juventud y Estudiantes de San Luis. Y por consiguiente, dicho resultado y aquel fatídico gol terminó reubicando al equipo de Ragusa de la 13º a la 12º posición, sitial que llevaría al albo a compartir grupo con el 15º (Rivadavia de Lincoln), el de menor puntaje de la categoría y ya desde entonces virtualmente descendido. Con los resultados consumados y el “diario del lunes” en la mano, muchos le atribuyen a este gol a favor del cuervo parte de la responsabilidad por el posterior descenso; e incluso llegan a elucubrar que de haber perdido Central en Chaco, hoy estaría en el Argentino A. Aunque ningún cálculo sobre situaciones imaginadas y ficticias hoy puede ser consistente.
Al respecto, y en tiempos en los que la especulación por el resultado y la noción de “ir para atrás” para perjudicar a otros son términos que suelen contemplarse, el mismo Fabio Giménez dejó un mensaje ejemplificador, saludable y digno de destacar en estas épocas. “Hoy a la distancia vemos que no fue un simple gol. En su momento nos sirvió para sumar un punto, y en función a cómo estaba hecho el torneo, terminó favoreciendo a Gimnasia. En ese momento fue un gol que todos festejamos porque sumamos de visitante, porque necesitábamos sacar puntos, no pensamos en otra cosa”, explicó Fabio en diálogo con El Tribuno, ya a la distancia, con la cabeza más fría y con la herida abierta tras la pérdida de la categoría consumada.
“Uno en la cancha siempre quiere ganar. Y sí, lo volvería a hacer”, expresó quien es en definitiva un profesional que juega para ganar, más allá de cualquier circunstancia.
El volante, elegido por el DT Hubert Piozzi para conformar la base del equipo del Argentino B, le dio el visto bueno a Central a la espera de tener su revancha. “Me junté a hablar con los dirigentes. Están todas las cosas dadas para seguir. Y en caso que aparezca otra oferta, tendría que analizar todo: mi familia, lo económico y la idea del equipo”, expresó. Y en relación con el cuervo que se viene y que buscará el ascenso veloz en cuatro meses al Argentino A (habrá entre 10 o 11 plazas de ascenso), Giménez consideró: “Lo principal será conformar un buen grupo humano. Sabemos de la jerarquía de cada jugador, ojalá podamos recuperarnos”.