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Eduardo Duhalde: “Yo no trabajo para ningún dirigente en particular”

Domingo, 25 de mayo de 2014 01:14

Tras varios meses de bajo perfil, sus declaraciones lo pusieron esta semana en el eje de la polémica. Eduardo Duhalde había pedido una unión entre Daniel Scioli y Sergio Massa y había lanzado fuertes críticas contra Carlos Reutemann, quién lo acuso de trabajar para el gobernador bonaerense. “Quien tiene que trabajar en un plano de unir no tiene que tomar partido para nada. Soy amigo de Scioli y de Massa, pero también tengo amistad con hombres de otras fuerzas políticas que están compitiendo”, disparó el expresidente. En una entrevista con El Tribuno, Duhalde dijo que “lo ideal sería que no solamente se le plantee a la sociedad una fórmula presidencial, sino también un gabinete de gente probada en la administración como Roberto Lavagna”. Además, aseguró que Cristina Kirchner “no” buscará la presidencia en 2019 y no descartó una postulación de José de la Sota. “Yo puedo garantizar que he hablado con casi todos los gobernadores y en el mano a mano están todos preocupados y conscientes de que no hay capacidad de gestión”, concluyó.

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Tras varios meses de bajo perfil, sus declaraciones lo pusieron esta semana en el eje de la polémica. Eduardo Duhalde había pedido una unión entre Daniel Scioli y Sergio Massa y había lanzado fuertes críticas contra Carlos Reutemann, quién lo acuso de trabajar para el gobernador bonaerense. “Quien tiene que trabajar en un plano de unir no tiene que tomar partido para nada. Soy amigo de Scioli y de Massa, pero también tengo amistad con hombres de otras fuerzas políticas que están compitiendo”, disparó el expresidente. En una entrevista con El Tribuno, Duhalde dijo que “lo ideal sería que no solamente se le plantee a la sociedad una fórmula presidencial, sino también un gabinete de gente probada en la administración como Roberto Lavagna”. Además, aseguró que Cristina Kirchner “no” buscará la presidencia en 2019 y no descartó una postulación de José de la Sota. “Yo puedo garantizar que he hablado con casi todos los gobernadores y en el mano a mano están todos preocupados y conscientes de que no hay capacidad de gestión”, concluyó.

¿Cómo analiza el escenario electoral de cara a 2015?

Hay un escenario interesante. Se están formando alianzas con fuerzas de mucho peso en la historia nacional, eso es importante. Por otro lado, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, ha hecho una gestión muy aceptada por los porteños y está tratando de armar algo importante también. Y por otro lado está el justicialismo, que a mi criterio cae en la trampa del Gobierno nacional no uniéndose. El Gobierno nacional lo que mejor sabe hacer es dividir y hay muchos dirigentes que no se dan cuenta que están cayendo en esa trampa. El justicialismo no debe ir dividido y debe tener en su máximo órgano, que es el Consejo Nacional, la responsabilidad de reordenar de todo. Es obvio que no podemos ir a elecciones con el justicialismo que tuvimos los últimos años, pero sí en una especie de peronismo Federal que abarque a todos los dirigentes. Yo no trabajo para ningún dirigente en particular: para ninguno. Y tengo aprecio por la mayoría.

¿Usted no tiene preferencia por Daniel Scioli, como denunció estos días Carlos Reutemann?

No, no, no: yo jamás he expresado eso. Por el contrario, quien tiene que trabajar en un plano de unir no tiene que tomar partido para nada. Soy amigo de Scioli, de Massa pero también tengo amistad con hombres de otras fuerzas políticas que están compitiendo. Así que yo trabajo para mi partido pero para ningún dirigente en particular.

 

La conducción nacional del PJ va a quedar copada por el kirchnerismo, ¿cómo evalúa eso?

Eso es porque no hay capacidad de organización, ya que la mayoría de los congresales no está con el kirchnerismo. Ahí está la labor política de los dirigentes que tienen que saber que deben juntarse, conversar y sumar a los congresales que tienen. Yo puedo asegurar que la gran mayoría de los congresales son hombres que no responden de ninguna manera al kirchnerismo. Esos cargos se reservan para hombres bien peronistas en las provincias que al no poder acceder a cargos ejecutivos o legislativos se los premia con esos lugares. Alguien tiene que organizarlos, hace un tiempo me ocupaba yo, y ya no estoy para eso.

Usted brega por un acuerdo entre Scioli y Massa pero ambas pelean por el mismo cargo: la presidencia. ¿Cómo podría darse un entendimiento entre ellos?

Podría disputar una elección en el justicialismo. Que se presenten ambos en las PASO y que el gana será presidente y el otro no se qué será. Así es la dinámica de los partidos.


¿Y por qué cree que eso está lejos de concretarse?


Veo poca capacidad de militancia en la dirigencia, que no organiza el Congreso nacional del partido. Van todos corralitos que levantan la mano. No son como los congresos que hacíamos cuando en la política se le daba importancia a estas cosas. Así el justicialismo va a terminar perdiendo, cosa que a mí me molestaría mucho. A mi pasó la última elección. Yo estaba haciendo una interna en todo el país con (Alberto) Rodríguez Saá y un día me llama un ministro que es amigo del Gobierno nacional y me dice: “Che, se te baja el opositor. Arregló un tema económico de su provincia y se baja”. 
Y esa forma que yo tenía de hacer política había perdido fuerza porque ya nos habían dividido. El kirchnerismo busca dividir a cada partido, pero necesitamos dirigentes que no caigan en esa trampa.
 
¿Cree que hay muchas diferencias entre Massa y Scioli o que solos están enfrentados por un tema de ambición?

No, no, no. Yo no hablo de ambición, pero no hay tantas diferencias. Los dos son dirigentes jóvenes y capaces. Son gente de consenso. No hay que olvidar tampoco al cordobés José de la Sota, que es un hombre de mucha experiencia. 
El justicialismo tiene una cantidad de dirigentes con bastante proyección. Lo ideal sería que no solamente se le plantee a la sociedad una fórmula presidencial, sino también un gabinete de gente probada en la administración como Roberto Lavagna y otros hombres destacados que por ahí quedan afuera porque no hay lugar para todos. 
Debe ser gente que tenga capacidad probada en materia de ejecución. Uno de los grandes problemas que tiene la Argentina es la falta de capacidad de gestión. 
Es muy mala la gestión. Los ministros no se llevan bien ni siquiera con su propio equipo, porque eligen un ministro y después abajo le ponen un comisario político como hacía el stalinismo, y así no se puede hablar ni gobernar. Entonces empiezan permanentemente estas idas y vueltas: ministros que hablan a la mañana y a la tarde tienen que desdecirse. 
Argentina, al igual que todos los países de la región, tenía todas las posibilidades, pero hay que saber gestionar.
 
Usted decía que en caso de que Scioli y Massa no se unan, el PJ podría perder en 2015. ¿Contra quién?

No tengo ninguna duda de que el PJ perderá si no va unido. Le pasó a Raúl Alfonsín, que un año atrás ni siquiera era candidato. Le pasó a la Alianza, que cuando se conformó yo recuerdo los comentarios. No eran dirigentes de primera línea, uno intendente de Capital (Fernando de la Rúa) que era buena persona pero no más que eso, y Chacho (Alvarez) era un hombre de tercera categoría dentro del justicialismo. Se reían cuando se conformó la Alianza, pero después se produce una sinergia cuando hay en la sociedad hastío de la forma en la que se está gobernando. Eso puede suceder tranquilamente. Los partidos que hoy están en UNEN sacaron 30 por ciento en la última elección sin la sinergia de la que hablo yo. Entonces es una ingenuidad no contabilizar eso. Hay una enorme masa del peronismo que no apoya las divisiones. Este Gobierno se va, y lo que viene no debe tener ninguna injerencia del Gobierno. Lo que se necesita es dirigentes que tengan lo que tienen que tener, que se realice un congreso y que quien sea electo presidente elija después a sus legisladores. Sino va a ser peor que ahora.


¿Considera que el plan de Cristina Fernández de Kirchner es retornar a la presidencia en 2019? 

No, no, para nada. Cristina es una de las dirigentes que he conocido con menos capacidad de gobernar. Ella siempre se ha destacado como oradora pero gobernar es muy difícil. Yo le reproché a Néstor Kirchner cuando la eligió a ella y me dijo: “Quedate tranquilo que yo voy a estar solucionando” lo que él también sabía que ella no sabe hacer. El tema de dirigir, ella no sabe de eso. Ella sabe lo que ha hecho toda la vida: es una legisladora que nunca tuvo pares como legisladora. Ella consideraba a todos un escalón inferior, pero cuando se trata de gobernar es cada vez más difícil. Este mundo que se ha globalizado exige mayores capacidades y de pedir asesoramiento a la gente que más sabe y nada de eso se hace. Se toman decisiones inconsultas y como es una señora terca como dijo el presidente de Uruguay- es mucho más difícil que las cosas anden bien.

Teniendo en cuenta todos los diputados y senadores que tiene, ¿dónde cree que se ubicará el kirchnerismo después de 2015?

Le va a pasar lo mismo que al menemismo. El menemismo era mucho más fuerte. Yo puedo garantizar que he hablado con casi todos los gobernadores y en el mano a mano están todos preocupados y conscientes de que no hay capacidad de gestión.
 
¿Ve posible un acuerdo entre Macri y el Frente Amplio UNEN? 

Yo lo veo difícil, pero de todas maneras nada está dicho. También podría ser que Macri se una con sectores del justicialismo.
 
¿Se considera algo así como una especie de gurú del justicialismo en materia de unión?


No, no, para nada. Yo lo que tengo es una necesidad espiritual en un partido al que he llegado a todos los cargos y que me ha proyectado a nivel internacional con el Mercosur. Lo primero que nos debemos dar cuenta es que tenemos que cambiar, lo segundo es que tenemos que hacer una severa autocrítica. Hay mucha gente que cree en nosotros por lo que no podemos desencantarla con divisiones. Esta es una historia que el justicialismo siempre ha rechazado. Se nos critica con alguna razón de que somos demasiado verticales, opero esa verticalidad está cimentada en que no queremos separarnos ni dividirnos.
 
¿Qué siente cuando el kirchnerismo borra todo lo hecho por su Gobierno afirmando que el crecimiento empezó en 2003 y no 2002? 

Para construir su relato, el kirchnerismo busca destruir a quien trabajó. Yo nunca me jacté de haber sacado al país de la crisis más grave. Siempre dije que fueron todos los partidos cuando convoqué a un Gobierno de unidad nacional. Soy totalmente contrario con todo lo que tenga que ver con exaltar una personalidad. Cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia con crecimiento. 

También sé que cuando me hice cargo de la gestión nos teníamos que ir todos porque no podíamos caminar por la calle y en mayo de 2003 se lo recibe a Kirchner con una fiesta popular. Me fui antes de terminar la asunción porque no quería molestar acá. Parece que los que vivieron los momentos más difíciles fueron ellos, cuando no fue así.

 

 

 

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