El famoso rapero Kanye West junto a su prometida, la estrella del reality show Kim Kardashian, comenzaron ayer su ruta nupcial, que incluyó una elegante reunión en el castillo de Versalles en Francia y un almuerzo en una de las residencias del diseñador italiano Valentino. La ceremonia matrimonial se hizo en Florencia.
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El famoso rapero Kanye West junto a su prometida, la estrella del reality show Kim Kardashian, comenzaron ayer su ruta nupcial, que incluyó una elegante reunión en el castillo de Versalles en Francia y un almuerzo en una de las residencias del diseñador italiano Valentino. La ceremonia matrimonial se hizo en Florencia.
Dicen que el que tiene dinero hace lo que quiere, y Kim Kardashian es un gran ejemplo de ello.
Enfundada en un traje de Maison Martin Margiela que dejaba mucho al descubierto, la mediática Kim fue interceptada por fotógrafos y curiosos este mediodía, cuando abandonaba su residencia parisina para dar inicio a la maratónica celebración. La acompañaba el novio, y junto a él partió rumbo al famoso palacio para brindar una fiesta previa a la boda para sus invitados, en la que no faltaron flores, piezas de arte y actores disfrazados de mosqueteros.
Ya desde uno de los salones, ella compartió una foto de sus jardines en Instagram. “Pequeños ángeles en el cielos nos dan su bendición”, escribió en referencia a una bandada de pájaros blancos que casualmente -¿o acaso habrá contratado un servicio de palomas para aportarle dramatismo al paisaje?- pasaban por allí.
La propuesta
Kim recibió la propuesta de matrimonio de parte de Kanye en octubre de 2013, cuando él cerró un estadio de baseball para sorprenderla con un enorme anillo de diamante. Lo cierto es que, si bien los novios trataron de mantener en secreto los detalles de su boda, trascendió que la fiesta principal se celebraría en el Forte di Belvedere, en la italiana ciudad de Florencia, contaría con unos 3000 invitados y, por su opulencia, se perfila para convertirse en la boda del año.
Kim es parte de uno de esos clanes que se han ido perpetuando en las revistas del corazón sin que les pueda atribuir un mérito específico para haberlo conseguido. No son actrices, ni cantantes, ni miembros de la aristocracia de ningún reino europeo. Son cinco hermanas -y un varón, Rob-, Kourtney, Kim, Khloe, Kendall y Kylie, “las chicas k”, hijas de otra k, para remate, de Kristen, y descendientes -las tres primeras- de un abogado armenio, Robert Kardashian, que supo hacerse millonario a la sombra del escabroso juicio de O.J. Simpson, acusado de asesinato en 1995.