En el Barrio Scalabrini Ortiz hay muchos baldíos que además de tener los yuyos altos, son usados como basurales. Los vecinos ya denunciaron la presencia de estos terrenos ante la secretaría de Medio Ambiente de la Municipalidad: “Nos tomaron la denuncia, pero nunca hicieron nada. A veces nos juntamos con algunas vecinas y le pagamos a alguien para que los limpien y corten los yuyos porque sino nos tapan”, explicó Lucía López, una vecina del barrio que trabaja en la cooperadora de la escuela de San Remo.
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En el Barrio Scalabrini Ortiz hay muchos baldíos que además de tener los yuyos altos, son usados como basurales. Los vecinos ya denunciaron la presencia de estos terrenos ante la secretaría de Medio Ambiente de la Municipalidad: “Nos tomaron la denuncia, pero nunca hicieron nada. A veces nos juntamos con algunas vecinas y le pagamos a alguien para que los limpien y corten los yuyos porque sino nos tapan”, explicó Lucía López, una vecina del barrio que trabaja en la cooperadora de la escuela de San Remo.
Para agravar la situación, algunos vecinos tiran escombros, el pasto que cortaron en sus casas y hasta animales muertos. El baldío más crítico es el de las 39,6 hectáreas, donde a principios de año se asentaron 1.400 familias. Este terreno colinda con los barrios San Remo, Scalabrini Ortiz, San Nicolás, Circulo, ubicados al sudeste de la ciudad.
Lucía López contó que luego de levantarse el asentamiento, se vió gente trabajando en la limpieza del lugar y que, de hecho, han abierto calles que comunican a Finca Valdivia con Scalabrini Ortiz y San Remo. “Pero quedó un sector sin limpiar que es donde los vecinos tiran de todo. Eso es en la calle Eustaquio Méndez entre Mar de Japón y Mar Amarillo”, explicó Lucía. Por otro lado, los vecinos se quejan por el estado de las calles que si bien la mayoría están asfaltadas, las que no, “se encuentran llenas de pozos, sin veredas, porque están tapadas por los yuyos y cuando llueve es un barrial”, contó Lucía. Según los vecinos, los colectivos no andan muy bien. Aseguran que a veces se demoran y después pasan todos juntos. Cuentan también que no resulta fácil conseguir transporte público después de las 22, ya que pasan cada una hora. Como en todos los barrios de la ciudad la delincuencia esta presente, sobre todo en las paradas de colectivos, donde dicen, que todos los días le roban a alguien.