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La muerte de la “Patria Grande”

Domingo, 29 de junio de 2014 01:23

Cuando Martín Gemes y Juan Bautista Bustos intentaban, en 1820, poner en marcha la expedición al Perú pergeñada por José de San Martín, aquí comenzaron los problemas con Bernabé Aráoz, autoproclamado presidente de la “República Libre e Independiente de Tucumán”. Para resolver esos problemas con Bernabé Aráoz, fue que Gemes debió ausentarse de Salta y dejar a José Ignacio Gorriti en su lugar.

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Cuando Martín Gemes y Juan Bautista Bustos intentaban, en 1820, poner en marcha la expedición al Perú pergeñada por José de San Martín, aquí comenzaron los problemas con Bernabé Aráoz, autoproclamado presidente de la “República Libre e Independiente de Tucumán”. Para resolver esos problemas con Bernabé Aráoz, fue que Gemes debió ausentarse de Salta y dejar a José Ignacio Gorriti en su lugar.

En abril de 1821, al enterarse el jefe realista Pedro Olañeta de los enfrentamientos entre Salta, Santiago del Estero y Tucumán, apuró su marcha para aprovechar la oportunidad de llevar adelante la octava invasión a Jujuy y Salta.

La destitución

En medio de esa confusa situación, el 24 de mayo de 1821, el Cabildo de Salta aprovechó la ausencia de Gemes para destituirlo del cargo de gobernador y reemplazarlo por don Saturnino Saravia. Según don Atilio Cornejo, la maniobra fue del “miembro más conspicuo del Cabildo, sin duda D. Dámaso de Uriburu”. El acta de la sesión destituyente deja entrever lo que en ese momento era capaz de hacer la oposición con Martín Gemes. Y como ya dijimos en otra oportunidad, y lo reiteramos ahora, a partir de la destitución de Gemes comenzó a sobrevolar sobre Salta la sombra del “Crimen Patriótico”, especialmente cuando fue repuesto en la gobernación por aclamación, el 31 de mayo de 1821.

Los documentos

Y si alguna duda queda sobre lo aquí dicho, hay que echar mano nomás a los papeles: el acta de la sesión del Cabildo y la comunicación a D. Bernabé Aráoz, transcriptas ambas por don Atilio Cornejo en su “Historia de Gemes”. El acta del Cabildo dice así: “En esta ciudad de Salta a 24 de mayo de 1821 se ha presentado el suceso más expectable, que formará época en los fastos de la revolución. Por los enlaces consiguientes a ésta, había gobernado el espacio de seis años D. Martín Gemes contra torrente de la voluntad del pueblo, que gemía en silencio los incalculables males que ha sufrido. Penetrada (consustanciada) la municipalidad de los horrores que había presenciado, aventurando su existencia, por uno de aquellos golpes enérgicos, reservados a almas grandes, levantando su cabeza humillada, con rostro firme y sereno, mandó convocar a todos los vecinos y habitantes de la ciudad, haciendo la alarma de que llegó el día de terminar sus desgracias y la opresión que padecía bajo el azote de un jefe endurecido. Ansioso el vecindario, acudió en tropel a la casa consistorial. Allí... propuso el cuerpo municipal, después de haberse detenido en la lectura de un manifiesto sobre la execrable conducta del gobernante, que mandó se archivara para constancia hasta la más remota posterioridad; propuso cuatro proposiciones...:

1§. A la primera, cortar la injusta guerra con la heroica provincia de Tucumán que tan injusta se sostiene por los caprichos de un hombre solo (Gemes), empeñado en derramar y hacer correr arroyos de sangre...”

2§. A la segunda, sobre la deposición de D. Martín Gemes de gobierno, que determinaron con un júbilo inexplicable, que quedase depuesto para siempre, para quedar sacudidos de su abominable yuga....” 3§. A la tercera, que recayese el gobierno provisionalmente en el señor teniente coronel, alcalde de primer voto, D. Saturnino Saravia....”

4§ y A la cuarta, que se propone por comandante general de armas al coronel mayor D. Antonio Fernández Cornejo... Y posesionado el gobernante elegido, y prestado el juramento por corporaciones, lo firmaron en tres pliegos separados que se mandaron archivar....”.

Firman: Saturnino Saravia, Manuel Antonio López, Baltasar Usandivaras, Alejo Arias, Gaspar José de Solá, Mariano Echazú, Dámaso Uriburu y Francisco Maldonado. Féliz Ignacio Molina, escribano público de cabildo, gobierno y hacienda. A continuación siguen 145 firmas.

El envío a don Bernabé

Al día siguiente de la destitución de Gemes, (25-5-21), el Cabildo informó de lo actuado a D. Bernabé Aráoz, “Presidente de la República de Tucumán”. Dice así: “Al cabo la patria ha enjugado las lágrimas que le hizo verter un hijo ingrato, oprobio del Sud: llegó el feliz día en que terminaron sus execrables excesos que horrorizaron el corazón más helado; sacudió en fin esta

provincia el abominable yugo del cruel Gemes, monstruo entre los tiranos a esfuerzos de sus incontrastables sentimientos.

Jamás sostuvo a un jefe que la ha lacerado en tal extremo..... Ya queda éste por clamor general en todo el pueblo, tropas y campaña, arrojado de la magistratura que no merecía, y borrado en el todo del catálogo de ciudadano, e indigno de la menor indulgencia por cuanto abraza el manifiestos que a V.E. acompaño, quedando el gobierno provisoriamente en el teniente coronel D. Saturnino Saravia. Se apresura esta corporación a comunicar tan plausible suceso a V.E. para que enterado de estas ocurrencias....

acelere los más rápidos auxilios de tropas ligeras, con quienes a la par eviten el que pueda revivir el golpe mortal que ha recibido el déspota, perseguirlo hasta arrasarlo ante el temible tribunal que ha de punir los inauditos crímenes con que ha manchado hasta el nombre americano.... Dios guarde a V.E. Sala capitular de Salta, mayo 25 de 1821. Firman la comunicación casi las mismas personas que rubricaron el Acta del Cabildo.

Interrogantes

A siete días de ser restituido en la gobernación, Martín Gemes cayó víctima de un atentado que le causó la muerte diez días después. Los españoles habían ingresado a la ciudad por un paso (Los Yacones) que

solo ciertos lugareños conocían. Los otros (pasos) estaban vigilados por las fuerzas de Gemes, y por allí, no pasaron. Entonces ¿quién o quiénes ayudaron a los invasores? ¿El acta del Cabildo y la comunicación a Aráoz, guardan una clave sobre la autoría intelectual del “crimen patriótico”? Lo cierto es que mataron a Gemes y con él, el sueño de la Patria Grande.

 

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