Desde el primer paso sobre el escenario, Hugo Varela arranca risas. Su estilo desgarbado, sus gestos entre ingenuos y payasescos y fundamentalmente sus monólogos que pintan realidades dejando de lado cualquier vulgaridad en el lenguaje, logran que el espectador se destornille de risa en la butaca.
Y así promete que será su nuevo show, "Hugo Varela explosivo", que estará el sábado a las 22, en el Teatro del Huerto (Pueyrredón 175), con una única función.
Junto a Lucas Varela (su hijo) y Tato Cayón, clowns, mimos y cantantes, el espectáculo aporta magia, teatro negro e ilusionismo.
"Esta es un trabajo totalmente nuevo, con monólogos en los que explico lo de 'explosivo' que le da nombre al espectáculo. Y es justamente con el público que explotamos todos; ¡es algo muy raro!", le anticipa entre carcajadas a El Tribuno el humorista y luthier.
Varela tiene la capacidad de interactuar con el público en una relación que no genera incomodidad en el espectador y que, al contrario, se engancha en sus desopilantes propuestas. "Este es un recurso que lo trabajé siempre, inclusive antes de dedicarme a esto. Improvisaba encuentros en bares, música de por medio, y la gente se integraba como si estuviéramos en la casa de un amigo", cuenta.
"Al final aparezco con un cañón grande y hago cosas sorprendentes", agrega con picardía y sin adelantar demasiado sobre esta novedad que incorporó.
Varela tiene 35 años recorridos en los escenarios. Asegura que no tiene el hábito de mirar demasiado hacia atrás, "más bien es como que cada vez comienzo algo, mi vida siempre está comenzando, proponiendo cosas que entiende y divierte al público de todas las edades", explica y probablemente ahí reside el secreto de su éxito.
Un luthier desopilante
Los instrumentos estrambóticos que inventa son parte fundamental del show. En este caso interpretará una mini guitarra, un guitarrón, un híbrido guitarra-acordeón, una guitarra totalmente desarmable, un trombón a vara descabezable, una larguísima flauta a dos puntas que toca en dueto con su hijo. También reflexionará en sus cuecas, milongas, valsecitos y boleros sobre "la penetración cultural", "el colesterol apátrida", el Big Bang y las explosiones que le siguieron (incluso las corporales), la "cocina moderna para las mujeres fáciles", entre otros temas.
La cita está lanzada y las entradas se venden en el Teatro, en Alto Noa Shopping y www.autoentrada.com.
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Desde el primer paso sobre el escenario, Hugo Varela arranca risas. Su estilo desgarbado, sus gestos entre ingenuos y payasescos y fundamentalmente sus monólogos que pintan realidades dejando de lado cualquier vulgaridad en el lenguaje, logran que el espectador se destornille de risa en la butaca.
Y así promete que será su nuevo show, "Hugo Varela explosivo", que estará el sábado a las 22, en el Teatro del Huerto (Pueyrredón 175), con una única función.
Junto a Lucas Varela (su hijo) y Tato Cayón, clowns, mimos y cantantes, el espectáculo aporta magia, teatro negro e ilusionismo.
"Esta es un trabajo totalmente nuevo, con monólogos en los que explico lo de 'explosivo' que le da nombre al espectáculo. Y es justamente con el público que explotamos todos; ¡es algo muy raro!", le anticipa entre carcajadas a El Tribuno el humorista y luthier.
Varela tiene la capacidad de interactuar con el público en una relación que no genera incomodidad en el espectador y que, al contrario, se engancha en sus desopilantes propuestas. "Este es un recurso que lo trabajé siempre, inclusive antes de dedicarme a esto. Improvisaba encuentros en bares, música de por medio, y la gente se integraba como si estuviéramos en la casa de un amigo", cuenta.
"Al final aparezco con un cañón grande y hago cosas sorprendentes", agrega con picardía y sin adelantar demasiado sobre esta novedad que incorporó.
Varela tiene 35 años recorridos en los escenarios. Asegura que no tiene el hábito de mirar demasiado hacia atrás, "más bien es como que cada vez comienzo algo, mi vida siempre está comenzando, proponiendo cosas que entiende y divierte al público de todas las edades", explica y probablemente ahí reside el secreto de su éxito.
Un luthier desopilante
Los instrumentos estrambóticos que inventa son parte fundamental del show. En este caso interpretará una mini guitarra, un guitarrón, un híbrido guitarra-acordeón, una guitarra totalmente desarmable, un trombón a vara descabezable, una larguísima flauta a dos puntas que toca en dueto con su hijo. También reflexionará en sus cuecas, milongas, valsecitos y boleros sobre "la penetración cultural", "el colesterol apátrida", el Big Bang y las explosiones que le siguieron (incluso las corporales), la "cocina moderna para las mujeres fáciles", entre otros temas.
La cita está lanzada y las entradas se venden en el Teatro, en Alto Noa Shopping y www.autoentrada.com.