Según el último informe difundido en el Ministerio, De Vido "se halla internado en el Servicio de Terapia Intensiva como consecuencia de una hemorragia digestiva" a lo que agrega que "su evolución es favorable".
"El sangrando fue controlado y los parámetros clínicos y de laboratorio son adecuados por lo cual será trasladado a la brevedad a una habitación de internación general", cierra el parte firmado por el Dr. Arnaldo Bubinm, jefe de terapia intensiva del Sanatorio Otamendi.
Más temprano voceros del ministerio de Planificación dijeron que el
funcionario "se encuentra estable y consciente, con un buen estado de salud" y anticiparon que hoy difundirán un parte médico sobre la ev olución de su afección.
Aunque la información se conoció en la mañana de ayer, los voceros señalaron que el ministro se internó en el sanatorio en el barrio porteño de Recoleta, el martes por la tarde, cuando sufrió dolores estomacales.
La pérdida de poder
En julio de 2013 se anunciaba que Fabricaciones militares construiría vías férreas para el estatizado Belgrano Cargas, pero que lo haría bajo la órbita del ministerio de Defensa de Agustín Rossi. Un nuevo golpe a De Vido.
La decisión de la Presidenta se sumaba a una incesante pérdida de presupuesto, áreas y cargos clave en el ministerio de Planificación Federal, cuyo titular no para de debilitarse en las internas del Gabinete.
De Vido comenzó a perder poder una vez que falleció Néstor Kirchner.
A eso se le sumó el escándalo de las viviendas sociales en el plan "Sueños compartidos" de la Fundación de las Madres, en junio de 2011, y la tragedia ferroviaria de Once, en febrero de 2012, y la polémica con el empresario kirchnerista Lázaro Baez.
Randazzo, del otro lado
Desde 2010, se desató una interna entre De Vido y el ministro del Interior, Florencio Randazzo: en mayo del año pasado, Randazzo se quedó con el área de Transporte y un presupuesto de $9.500 millones al año.
Fue apenas cuatro meses después del accidente en la estación Once. De Vido no fue siquiera fue imputado por el juez Claudio Bonadío, pero la distancia con la Presidenta se agigantó. Como si fuera poco, De Vido perdió el manejo de las obras públicas en manos de Randazzo.
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Según el último informe difundido en el Ministerio, De Vido "se halla internado en el Servicio de Terapia Intensiva como consecuencia de una hemorragia digestiva" a lo que agrega que "su evolución es favorable".
"El sangrando fue controlado y los parámetros clínicos y de laboratorio son adecuados por lo cual será trasladado a la brevedad a una habitación de internación general", cierra el parte firmado por el Dr. Arnaldo Bubinm, jefe de terapia intensiva del Sanatorio Otamendi.
Más temprano voceros del ministerio de Planificación dijeron que el
funcionario "se encuentra estable y consciente, con un buen estado de salud" y anticiparon que hoy difundirán un parte médico sobre la ev olución de su afección.
Aunque la información se conoció en la mañana de ayer, los voceros señalaron que el ministro se internó en el sanatorio en el barrio porteño de Recoleta, el martes por la tarde, cuando sufrió dolores estomacales.
La pérdida de poder
En julio de 2013 se anunciaba que Fabricaciones militares construiría vías férreas para el estatizado Belgrano Cargas, pero que lo haría bajo la órbita del ministerio de Defensa de Agustín Rossi. Un nuevo golpe a De Vido.
La decisión de la Presidenta se sumaba a una incesante pérdida de presupuesto, áreas y cargos clave en el ministerio de Planificación Federal, cuyo titular no para de debilitarse en las internas del Gabinete.
De Vido comenzó a perder poder una vez que falleció Néstor Kirchner.
A eso se le sumó el escándalo de las viviendas sociales en el plan "Sueños compartidos" de la Fundación de las Madres, en junio de 2011, y la tragedia ferroviaria de Once, en febrero de 2012, y la polémica con el empresario kirchnerista Lázaro Baez.
Randazzo, del otro lado
Desde 2010, se desató una interna entre De Vido y el ministro del Interior, Florencio Randazzo: en mayo del año pasado, Randazzo se quedó con el área de Transporte y un presupuesto de $9.500 millones al año.
Fue apenas cuatro meses después del accidente en la estación Once. De Vido no fue siquiera fue imputado por el juez Claudio Bonadío, pero la distancia con la Presidenta se agigantó. Como si fuera poco, De Vido perdió el manejo de las obras públicas en manos de Randazzo.