La Brigada de Investigaciones de Tartagal encontró otra parte de las netbooks robadas en dos establecimientos educativos de Tartagal.
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La Brigada de Investigaciones de Tartagal encontró otra parte de las netbooks robadas en dos establecimientos educativos de Tartagal.
En los procedimientos fueron encarceladas dos personas, una de origen boliviano, quien sería la responsable de los robos y de la posterior transferencia de las máquinas hacia ciudades bolivianas.
De esta manera se está esclareciendo el robo que sufrieron dos establecimientos tartagalenses por parte de una banda llamada “Desconectar”.
La Brigada de Investigaciones trabaja para esclarecer los robos de material didáctico de última generación aportado por el plan nacional Conectar Igualdad. Se investiga la conexión con personal del plan, ya que cada vez que ingresaban las computadoras al departamento San Martín comenzaban las dilaciones para las entrega a los alumnos, hasta que se producía el robo de los equipos.
Fuentes de la investigaciones dijeron a este medio que es posible que la mitad de las máquinas asignadas al departamento no hayan sido entregadas a su beneficiarios originales, es decir a los alumnos más humildes, para quienes están destinadas las computadoras, solventadas con dinero de la Anses.
A los seis detenidos inicialmente se sumaron dos más, padre e hijo, propietarios de una joyería céntrica de Tartagal, donde vendían los elementos robados.
Las computadoras robadas eran colocadas en Tartagal y decodificadas, y luego trasladadas para el mercado boliviano.
Un jefe policial aseguró que “el accionar delictivo se potencia por los inescrupulosos dispuestos a comprar y revender estos objetos a pesar de conocer su procedencia y sus fines sociales y pedagógicos”.
Se concretaron alrededor de ocho allanamientos y se logró recuperar ya el 50 por ciento de lo robado en las escuelas Cambaí y Pretti. La Policía cree que el resto se encuentra ya en Bolivia. Los bienes fueron hallados en viviendas ubicadas en los barrios San Silvestre, 200 Viviendas, Santa Rita, Misión Chorote y barrio San Juan. Los padres se quejan porque tanto directivos como gente del plan Conectar Igualdad atesoran con fines inconfesables los elementos que están destinados al alumnado. “No hay perdón”, dijo un padre de cinco alumnos cuyos hijos no recibieron nunca ninguna de las máquinas prometidas.