En El Tribuno del 22 de junio pasado tuve oportunidad de leer un artículo referido al fallecimiento del señor Emilio Espelta cuando era Presidente de la Cámara de Diputados. Así me enteré de lo mucho que este señor había hecho por la Biblioteca de Legislatura en solo ocho meses de labor. Por estas líneas quiero agradecerle públicamente al señor Emilio Espelta (a quien no conocí), por que en esa hermosa biblioteca que él ayudó a mejorar pudieron estudiar dos de mis hijos, que hoy ejercen su profesión en otras ciudades del país. Pero siempre hay un pero. Tengo una nieta a la que le sugerí que recurriera a esa biblioteca para que pudiera estudiar materias de la carrera de abogacía que cursa en la UCS, pero lamentablemente no pudo ser. La Biblioteca de la Legislatura ya no es la misma. Ahora está prácticamente abandonada, sucia y con su bibliografía desactualizada. Un empleado le informó a mi nieta que por falta de presupuesto hace más de diez años que los diputados no compran ni un solo libro para la biblioteca de la cual yo estaba tan orgullosa. Digo ¿los diputados no leen? Si así fuera ya sabrían que su biblioteca está agonizando. O es que la quieren dejar morir?. Una lástima
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En El Tribuno del 22 de junio pasado tuve oportunidad de leer un artículo referido al fallecimiento del señor Emilio Espelta cuando era Presidente de la Cámara de Diputados. Así me enteré de lo mucho que este señor había hecho por la Biblioteca de Legislatura en solo ocho meses de labor. Por estas líneas quiero agradecerle públicamente al señor Emilio Espelta (a quien no conocí), por que en esa hermosa biblioteca que él ayudó a mejorar pudieron estudiar dos de mis hijos, que hoy ejercen su profesión en otras ciudades del país. Pero siempre hay un pero. Tengo una nieta a la que le sugerí que recurriera a esa biblioteca para que pudiera estudiar materias de la carrera de abogacía que cursa en la UCS, pero lamentablemente no pudo ser. La Biblioteca de la Legislatura ya no es la misma. Ahora está prácticamente abandonada, sucia y con su bibliografía desactualizada. Un empleado le informó a mi nieta que por falta de presupuesto hace más de diez años que los diputados no compran ni un solo libro para la biblioteca de la cual yo estaba tan orgullosa. Digo ¿los diputados no leen? Si así fuera ya sabrían que su biblioteca está agonizando. O es que la quieren dejar morir?. Una lástima
María Galoppe de García
Ciudad