El Millenium Stadium fue escenario de uno de los partidos más emblemáticos de este Mundial de Rugby. Francia y Nueva Zelanda cerraron la primera jornada de cuartos de final y brindaron un gran espectáculo para los presentes.
El encuentro había arrancado parejo, con los franceses aguantando los embates de los All Blacks que de a poco fueron encontrando los huecos necesarios para lastimar y cerrar la primera parte con un parcial de 29 a 13.
Casi en el arranque de la segunda mitad, Francia sufrió tras la salida de Picamoles por una amarilla y esto fue aprovechado para los All Black para comenzar a construir una diferencia que sería irremontable.
Finalmente fue 62 a 13 para los neozelandeces, que dieron muestra una vez más de su poderío y que ahora se cruzarán con Sudáfrica en semifinales.
El Millenium Stadium fue escenario de uno de los partidos más emblemáticos de este Mundial de Rugby. Francia y Nueva Zelanda cerraron la primera jornada de cuartos de final y brindaron un gran espectáculo para los presentes.
El encuentro había arrancado parejo, con los franceses aguantando los embates de los All Blacks que de a poco fueron encontrando los huecos necesarios para lastimar y cerrar la primera parte con un parcial de 29 a 13.
Casi en el arranque de la segunda mitad, Francia sufrió tras la salida de Picamoles por una amarilla y esto fue aprovechado para los All Black para comenzar a construir una diferencia que sería irremontable.
Finalmente fue 62 a 13 para los neozelandeces, que dieron muestra una vez más de su poderío y que ahora se cruzarán con Sudáfrica en semifinales.