Otros aires corren por Central Norte. Llegó el Chango Cravero y, desde el primer entrenamiento, comenzó a imprimir su sello en el equipo. La idea es salir más al frente, atacar con más gente, tomar la iniciativa.
A pesar de que el cuerpo técnico interino fue el encargado de dirigir la primera parte de la práctica, Cravero metió mano en el equipo y dio las indicaciones para que comience a funcionar como él quiere.
Luego de observar el primer tiempo al equipo que venía jugando, el Chango se metió en el campo de juego y dispuso tres variantes que hicieron cambiar el sistema táctico pasando de una línea de cuatro en el fondo a una de tres bien definida. Así, el primer equipo que dispuso Cravero fue: Juan Lungarzo; Martín Abaurre, Diego Salvatierra y Tomás Armella; Matías Guglielmi, Federico Chávez, Cristian Zurita y Eduardo Burruchaga; Ricardo Villar; Vicente Monje y Cristian Ruiz.
Las indicaciones del Chango siempre tuvieron el objetivo de transmitirle al equipo que no se complique en la defensa y que siempre salgan jugando por las bandas. Pidió también que el equipo no sea tan largo, con el afán de que puedan dar más de dos pases seguidos. Insistió mucho en el trabajo por las líneas, especialmente con Matías Guglielmi, que jugó como carrilero por la derecha.
"Cambiamos el esquema porque están acostumbrados a otra cosa. Cada técnico tiene su libro; a mí me gusta presionar, ir a buscar al rival. Pero ellos (los jugadores) están acostumbrados a esperar y medio jugar de contra. A mí no me gusta eso, así que vamos a tener que cambiar; para eso hace falta trabajo. Desde el domingo voy a jugar con línea de tres", aseguró Cravero luego de haber estado en contacto por primera vez con sus dirigidos.
En definitiva, el DT buscará un equipo compacto, tirado a la ofensiva y que sea efectivo. Lovrincevich lo había intentado en algunas ocasiones jugando con línea de tres, pero casi siempre había preferido los cuatro en el fondo. El domingo, Cravero tendrá la primera prueba.
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Otros aires corren por Central Norte. Llegó el Chango Cravero y, desde el primer entrenamiento, comenzó a imprimir su sello en el equipo. La idea es salir más al frente, atacar con más gente, tomar la iniciativa.
A pesar de que el cuerpo técnico interino fue el encargado de dirigir la primera parte de la práctica, Cravero metió mano en el equipo y dio las indicaciones para que comience a funcionar como él quiere.
Luego de observar el primer tiempo al equipo que venía jugando, el Chango se metió en el campo de juego y dispuso tres variantes que hicieron cambiar el sistema táctico pasando de una línea de cuatro en el fondo a una de tres bien definida. Así, el primer equipo que dispuso Cravero fue: Juan Lungarzo; Martín Abaurre, Diego Salvatierra y Tomás Armella; Matías Guglielmi, Federico Chávez, Cristian Zurita y Eduardo Burruchaga; Ricardo Villar; Vicente Monje y Cristian Ruiz.
Las indicaciones del Chango siempre tuvieron el objetivo de transmitirle al equipo que no se complique en la defensa y que siempre salgan jugando por las bandas. Pidió también que el equipo no sea tan largo, con el afán de que puedan dar más de dos pases seguidos. Insistió mucho en el trabajo por las líneas, especialmente con Matías Guglielmi, que jugó como carrilero por la derecha.
"Cambiamos el esquema porque están acostumbrados a otra cosa. Cada técnico tiene su libro; a mí me gusta presionar, ir a buscar al rival. Pero ellos (los jugadores) están acostumbrados a esperar y medio jugar de contra. A mí no me gusta eso, así que vamos a tener que cambiar; para eso hace falta trabajo. Desde el domingo voy a jugar con línea de tres", aseguró Cravero luego de haber estado en contacto por primera vez con sus dirigidos.
En definitiva, el DT buscará un equipo compacto, tirado a la ofensiva y que sea efectivo. Lovrincevich lo había intentado en algunas ocasiones jugando con línea de tres, pero casi siempre había preferido los cuatro en el fondo. El domingo, Cravero tendrá la primera prueba.