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Apolo y el petróleo

Lunes, 17 de agosto de 2015 00:00

Apolo y el petróleo

El viernes 24 de julio de 2015 falleció en Punta del Este (Uruguay), a la edad de 79 años, el geólogo salteño Apolo Ortiz.
El Dr. Apolo Ortiz nació en Salta el 3 de abril de 1936. Su padre era un albañil que amaba el conocimiento y fuera de las extenuantes horas de trabajo devoraba toda clase de libros, entre ellos los griegos, y de allí que no sea casual la adopción del nombre de su hijo.
También le transmitió a Apolo esa pasión por el conocimiento del que éste hacía gala en grandes congresos o en sencillas sobremesas.
Su madre fue una joven egipcia que huyó de las guerras que asolaban su país en las primeras décadas del siglo XX.
Apolo fue un genuino producto de la salteñidad.
Igual que los jóvenes de hoy que añoran "la aldea", como le llaman a Salta cuando están lejos, Apolo se las ingeniaba para visitarnos una o dos veces al año.
Tenía esas afecciones sencillas como yusquear en algún arroyo del gran sistema hidrográfico del Valle de Lerma (del que era un especialista), degustar las comidas regionales y árabes, preparar un pequeño asado con amigos bajo un sauce llorón y otras cosas simples de la vida. No olvidaba ni olvidó jamás sus raíces.
Tenía amigos de hierro, de toda la vida. Para no perder el contacto con el léxico de su infancia, escribió, pero dejó inédito, un "Saltenian Glossary"; un vocabulario de términos populares del habla salteña al estilo del que rescataron en su momento José Vicente Solá, los esposos Pérez Sáenz y también la tira humorística diaria de Guflo en El Tribuno.
Además dejó inédito un trabajo sobre lo que fuera la piedra basal de la Universidad Nacional de Salta, esto es la primera Escuela Superior de Ciencias Naturales que creara el profesor Amadeo Rodolfo Sirolli, y que más tarde se convertiría en la Facultad de Ciencias Naturales de Salta, dependiente de la Universidad Nacional de Tucumán.
Hay allí mucha riqueza informativa sobre aquellos primeros y trascendentales pasos. Y esto en razón de que él lo vivió como protagonista directo, como alumno aventajado en aquellos años fundacionales. Se inscribió en geología y fue parte de los primeros 15 estudiantes de la carrera.
Mientras cursaba el tercer año fue becado por YPF y enviado de prácticas a Comodoro Rivadavia. En 1961 se graduó de licenciado en Geología, regresó becado a YPF como profesional, le fue asignada el área de Cuyo y se le exigió la realización de su tesis doctoral.
Eligió la zona de la Sierra de Castillejo, entre Las Tienditas y La Troja, donde se encuentran unas antiguas rocas negras, calcáreas, del Precámbrico. Realizó esos estudios con una vieja moto y siguiendo las huellas bien concurridas de los pescadores, antes de que existiera el Cabra Corral y cuando el Arenales era un río prístino y lleno de peces.
La tesis fue presentada en 1963, con lo cual Apolo se convirtió en el primer doctor en Geología de la vieja Facultad de Ciencias Naturales de Salta. YPF era en aquellos tiempos una auténtica universidad en lo académico, técnico, teórico y aplicado.
Apolo era una persona afable, sencilla, bondadosa y de comportamiento caballeresco y así lo recuerdan todos quienes lo conocieron".
En la exploración geológica descollaban figuras como Padula, Rolleri, Criado Roque y Mingram, entre otros grandes maestros. Estos vieron el potencial del joven Apolo y decidieron que debía completar sus estudios en un centro de excelencia en Italia. Para ello fue becado un año y medio en el Ente Nazionale Degli Idrocarburi (ENI), Milano, donde presentó en 1965 su tesis postdoctoral en la especialidad Geología del Petróleo.
Con un bagaje de conocimientos nuevos y técnicas recién adquiridas volvió a YPF donde le encomendaron estudiar las características naftogénicas de rocas madres presentes en las distintas cuencas petroleras; especialmente las de Mendoza. Durante cinco años estuvo a cargo de la sección de estudios especiales.
En 1970 renunció a YPF y se incorporó a Cities Services y durante doce años recorrió el país de punta a punta, desde la cuenca petrolífera del Noroeste hasta la Magallánica. En ese tiempo y a la par de sus actividades exploratorias se sumó a la enseñanza y en 1975 obtuvo el cargo de profesor titular de Geología del Petróleo en la Universidad de San Juan.
En 1982 Occidental Petroleoum adquirió Cities Services y Apolo conservó el cargo y permanecerá una década estudiando el potencial petrolífero del país.
En 1985 es invitado a disertar sobre esos temas en la prestigiosa Universidad de Cornell (Nueva York).
Un dato importante a remarcar es la programación del pozo Lago Fuego X-1 en Río Grande Sur, en Tierra del Fuego. La empresa le pidió que se hiciera cargo de un estudio ambiental integral antes de ejecutar la perforación.
En esa época no existían, en nuestro país, regulaciones al respecto. Por lo tanto tuvo que hacer todo desde cero. Esa experiencia le sirvió para que años después la Secretaría de Energía de la Nación lo convocara para preparar resoluciones sobre cuidado ambiental en las etapas de exploración de hidrocarburos. Así nació la Resolución 105/92.
Completó su actividad petrolera participando como consultor independiente de Chauvco Resources entre 1993 y 1999, y finalmente en Pioneer Natural Resources entre 1999 y 2002, fecha en que se retiró de la actividad profesional luego de una carrera continua de 41 años de labor profesional en las principales ramas de la industria petrolera.
Vale mencionar que por sus conocimientos específicos fue invitado por el Gobierno nacional a exponer la política petrolera argentina en Houston (1993) y en Melborune, Australia (1999).
Fue presidente del Consejo Superior Profesional de Geología (1990-1992) y un asiduo concurrente a todos los congresos de la especialidad en donde su figura era valorada y respetada.
Es importante mencionar que Apolo Ortiz fue uno de los primeros, si no el primero, en escribir artículos geológicos de divulgación en El Tribuno ya en la década de 1950.
El historiador y periodista Luis Borelli ha recopilado algunos de esos artículos donde habla del viejo lago que hubo en el Valle de Lerma, o del hallazgo de osamentas fósiles, entre otros temas.
En los últimos años, aún jubilado y retirado, seguía escribiendo en El Tribuno y otros diarios nacionales sobre petróleo, rocas madre, shale oil y shale gas, el petróleo en Malvinas, el acuífero Guaraní y otros asuntos que lo fascinaban.
También vino a su Salta natal en 2012 para participar de un congreso internacional del agua que se desarrolló en la UNSa y que fuera organizado por el Dr. Luis Arce.
Apolo era una persona afable, sencilla, bondadosa y de comportamiento caballeresco y así lo recuerdan todos quienes lo conocieron.
Con la muerte de Apolo Ortiz se fue una página completa del gran libro que encierra la rica historia de Salta.

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Apolo y el petróleo

El viernes 24 de julio de 2015 falleció en Punta del Este (Uruguay), a la edad de 79 años, el geólogo salteño Apolo Ortiz.
El Dr. Apolo Ortiz nació en Salta el 3 de abril de 1936. Su padre era un albañil que amaba el conocimiento y fuera de las extenuantes horas de trabajo devoraba toda clase de libros, entre ellos los griegos, y de allí que no sea casual la adopción del nombre de su hijo.
También le transmitió a Apolo esa pasión por el conocimiento del que éste hacía gala en grandes congresos o en sencillas sobremesas.
Su madre fue una joven egipcia que huyó de las guerras que asolaban su país en las primeras décadas del siglo XX.
Apolo fue un genuino producto de la salteñidad.
Igual que los jóvenes de hoy que añoran "la aldea", como le llaman a Salta cuando están lejos, Apolo se las ingeniaba para visitarnos una o dos veces al año.
Tenía esas afecciones sencillas como yusquear en algún arroyo del gran sistema hidrográfico del Valle de Lerma (del que era un especialista), degustar las comidas regionales y árabes, preparar un pequeño asado con amigos bajo un sauce llorón y otras cosas simples de la vida. No olvidaba ni olvidó jamás sus raíces.
Tenía amigos de hierro, de toda la vida. Para no perder el contacto con el léxico de su infancia, escribió, pero dejó inédito, un "Saltenian Glossary"; un vocabulario de términos populares del habla salteña al estilo del que rescataron en su momento José Vicente Solá, los esposos Pérez Sáenz y también la tira humorística diaria de Guflo en El Tribuno.
Además dejó inédito un trabajo sobre lo que fuera la piedra basal de la Universidad Nacional de Salta, esto es la primera Escuela Superior de Ciencias Naturales que creara el profesor Amadeo Rodolfo Sirolli, y que más tarde se convertiría en la Facultad de Ciencias Naturales de Salta, dependiente de la Universidad Nacional de Tucumán.
Hay allí mucha riqueza informativa sobre aquellos primeros y trascendentales pasos. Y esto en razón de que él lo vivió como protagonista directo, como alumno aventajado en aquellos años fundacionales. Se inscribió en geología y fue parte de los primeros 15 estudiantes de la carrera.
Mientras cursaba el tercer año fue becado por YPF y enviado de prácticas a Comodoro Rivadavia. En 1961 se graduó de licenciado en Geología, regresó becado a YPF como profesional, le fue asignada el área de Cuyo y se le exigió la realización de su tesis doctoral.
Eligió la zona de la Sierra de Castillejo, entre Las Tienditas y La Troja, donde se encuentran unas antiguas rocas negras, calcáreas, del Precámbrico. Realizó esos estudios con una vieja moto y siguiendo las huellas bien concurridas de los pescadores, antes de que existiera el Cabra Corral y cuando el Arenales era un río prístino y lleno de peces.
La tesis fue presentada en 1963, con lo cual Apolo se convirtió en el primer doctor en Geología de la vieja Facultad de Ciencias Naturales de Salta. YPF era en aquellos tiempos una auténtica universidad en lo académico, técnico, teórico y aplicado.
Apolo era una persona afable, sencilla, bondadosa y de comportamiento caballeresco y así lo recuerdan todos quienes lo conocieron".
En la exploración geológica descollaban figuras como Padula, Rolleri, Criado Roque y Mingram, entre otros grandes maestros. Estos vieron el potencial del joven Apolo y decidieron que debía completar sus estudios en un centro de excelencia en Italia. Para ello fue becado un año y medio en el Ente Nazionale Degli Idrocarburi (ENI), Milano, donde presentó en 1965 su tesis postdoctoral en la especialidad Geología del Petróleo.
Con un bagaje de conocimientos nuevos y técnicas recién adquiridas volvió a YPF donde le encomendaron estudiar las características naftogénicas de rocas madres presentes en las distintas cuencas petroleras; especialmente las de Mendoza. Durante cinco años estuvo a cargo de la sección de estudios especiales.
En 1970 renunció a YPF y se incorporó a Cities Services y durante doce años recorrió el país de punta a punta, desde la cuenca petrolífera del Noroeste hasta la Magallánica. En ese tiempo y a la par de sus actividades exploratorias se sumó a la enseñanza y en 1975 obtuvo el cargo de profesor titular de Geología del Petróleo en la Universidad de San Juan.
En 1982 Occidental Petroleoum adquirió Cities Services y Apolo conservó el cargo y permanecerá una década estudiando el potencial petrolífero del país.
En 1985 es invitado a disertar sobre esos temas en la prestigiosa Universidad de Cornell (Nueva York).
Un dato importante a remarcar es la programación del pozo Lago Fuego X-1 en Río Grande Sur, en Tierra del Fuego. La empresa le pidió que se hiciera cargo de un estudio ambiental integral antes de ejecutar la perforación.
En esa época no existían, en nuestro país, regulaciones al respecto. Por lo tanto tuvo que hacer todo desde cero. Esa experiencia le sirvió para que años después la Secretaría de Energía de la Nación lo convocara para preparar resoluciones sobre cuidado ambiental en las etapas de exploración de hidrocarburos. Así nació la Resolución 105/92.
Completó su actividad petrolera participando como consultor independiente de Chauvco Resources entre 1993 y 1999, y finalmente en Pioneer Natural Resources entre 1999 y 2002, fecha en que se retiró de la actividad profesional luego de una carrera continua de 41 años de labor profesional en las principales ramas de la industria petrolera.
Vale mencionar que por sus conocimientos específicos fue invitado por el Gobierno nacional a exponer la política petrolera argentina en Houston (1993) y en Melborune, Australia (1999).
Fue presidente del Consejo Superior Profesional de Geología (1990-1992) y un asiduo concurrente a todos los congresos de la especialidad en donde su figura era valorada y respetada.
Es importante mencionar que Apolo Ortiz fue uno de los primeros, si no el primero, en escribir artículos geológicos de divulgación en El Tribuno ya en la década de 1950.
El historiador y periodista Luis Borelli ha recopilado algunos de esos artículos donde habla del viejo lago que hubo en el Valle de Lerma, o del hallazgo de osamentas fósiles, entre otros temas.
En los últimos años, aún jubilado y retirado, seguía escribiendo en El Tribuno y otros diarios nacionales sobre petróleo, rocas madre, shale oil y shale gas, el petróleo en Malvinas, el acuífero Guaraní y otros asuntos que lo fascinaban.
También vino a su Salta natal en 2012 para participar de un congreso internacional del agua que se desarrolló en la UNSa y que fuera organizado por el Dr. Luis Arce.
Apolo era una persona afable, sencilla, bondadosa y de comportamiento caballeresco y así lo recuerdan todos quienes lo conocieron.
Con la muerte de Apolo Ortiz se fue una página completa del gran libro que encierra la rica historia de Salta.

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