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29 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Viernes, 30 de diciembre de 2016 01:30
Integrantes de la Asociación de Traductores Públicos de Salta.
La Asociación de Traductores Públicos de Salta (personería jurídica Nº 54-80786/2016) desde agosto de este año viene trabajando en la conformación de un colegio que nuclee a estos profesionales. Su visión es jerarquizar esta labor y proporcionar a quien la ejerce una capacitación continua, además de difundir sus incumbencias en la sociedad.
"Queremos que la gente sepa cuál es el rol que cumple el traductor y también su rol en la Justicia. El traductor es un ente fedatario y la obligatoriedad de la traducción pública de todo documento en idioma extranjero que deba presentarse ante un organismo público está contemplada en el Código Civil y Comercial, tanto de la Nación como de la Provincia. Por ello, debemos visitar el Registro Civil, Aduana y AFIP, entre otros organismos, que necesitan de un traductor público aunque a veces no recurren a sus servicios", señaló la traductora pública de Inglés Verónica Álvarez, secretaria de la Asociación.
El desconocimiento de esta profesión conlleva dos conductas perniciosas: la competencia desleal con idóneos sin estudios formales en traducción y la precarización de los aranceles. "Esta es una profesión desregulada, si bien existen aranceles orientativos que publica el Colegio de Traductores Públicos de Buenos Aires en la generalidad se cobra menos de lo que aparece estipulado. Nosotros creemos que si se quiere jerarquizar el trabajo hay que cobrarlo como tiene que ser", expresó Álvarez.
A su lado, el traductor público Oscar Rivera, tesorero de la Asociación, señaló que la del traductor es una labor de investigación que se realiza en equipo con otros traductores y profesionales debido a que no se limita a la transferencia de palabras, sino que conlleva transferir ideas lo más fielmente posible.
"Comúnmente se cree que cualquier persona puede traducir porque estudió tantos años inglés, rindió exámenes internacionales o vivió muchos años en el extranjero, cuando nosotros somos profesionales con formación específica y continua", definió Rivera.
Ambos son también docentes de la carrera de traductor público de inglés de la Ucasal y esperan que el funcionamiento del Colegio cambie radicalmente esta realidad. "El Colegio protege los intereses y defiende los derechos de sus asociados, como lo hacen los otros colegios profesionales. Es un lugar de formación constante, de asesoramiento, de intercambio de ideas", sintetizó Rivera. Añadió que si bien el traductor trabajando en soledad sobre su computadora y rodeado de diccionarios forma parte del repertorio de elementos conceptuales de la sociedad, más bien este profesional, haciendo uso de las herramientas informáticas, trabaja en red y tiene a su disposición la camaradería y el conocimiento de colegas de todo el mundo para auxiliarlo. Dijo que también el Colegio acompañará y propiciará estas asociaciones.
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La Asociación de Traductores Públicos de Salta (personería jurídica Nº 54-80786/2016) desde agosto de este año viene trabajando en la conformación de un colegio que nuclee a estos profesionales. Su visión es jerarquizar esta labor y proporcionar a quien la ejerce una capacitación continua, además de difundir sus incumbencias en la sociedad.
"Queremos que la gente sepa cuál es el rol que cumple el traductor y también su rol en la Justicia. El traductor es un ente fedatario y la obligatoriedad de la traducción pública de todo documento en idioma extranjero que deba presentarse ante un organismo público está contemplada en el Código Civil y Comercial, tanto de la Nación como de la Provincia. Por ello, debemos visitar el Registro Civil, Aduana y AFIP, entre otros organismos, que necesitan de un traductor público aunque a veces no recurren a sus servicios", señaló la traductora pública de Inglés Verónica Álvarez, secretaria de la Asociación.
El desconocimiento de esta profesión conlleva dos conductas perniciosas: la competencia desleal con idóneos sin estudios formales en traducción y la precarización de los aranceles. "Esta es una profesión desregulada, si bien existen aranceles orientativos que publica el Colegio de Traductores Públicos de Buenos Aires en la generalidad se cobra menos de lo que aparece estipulado. Nosotros creemos que si se quiere jerarquizar el trabajo hay que cobrarlo como tiene que ser", expresó Álvarez.
A su lado, el traductor público Oscar Rivera, tesorero de la Asociación, señaló que la del traductor es una labor de investigación que se realiza en equipo con otros traductores y profesionales debido a que no se limita a la transferencia de palabras, sino que conlleva transferir ideas lo más fielmente posible.
"Comúnmente se cree que cualquier persona puede traducir porque estudió tantos años inglés, rindió exámenes internacionales o vivió muchos años en el extranjero, cuando nosotros somos profesionales con formación específica y continua", definió Rivera.
Ambos son también docentes de la carrera de traductor público de inglés de la Ucasal y esperan que el funcionamiento del Colegio cambie radicalmente esta realidad. "El Colegio protege los intereses y defiende los derechos de sus asociados, como lo hacen los otros colegios profesionales. Es un lugar de formación constante, de asesoramiento, de intercambio de ideas", sintetizó Rivera. Añadió que si bien el traductor trabajando en soledad sobre su computadora y rodeado de diccionarios forma parte del repertorio de elementos conceptuales de la sociedad, más bien este profesional, haciendo uso de las herramientas informáticas, trabaja en red y tiene a su disposición la camaradería y el conocimiento de colegas de todo el mundo para auxiliarlo. Dijo que también el Colegio acompañará y propiciará estas asociaciones.
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