A los cesanteados en las diferentes dependencias de la administración pública, que el Gobierno cifra en 6.200, pero que según el gremio de estatales ATE llegan a 20.000, se suman los del sector privado que desde el Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma aseguran son más de 22.000 desde el 1 de diciembre.
El ministro de Modernización confirmó que hubo 6.200 despidos en el Estado.
En el caso de los trabajadores de la construcción, el estudio de la central obrera difiere de las cifras que maneja la Uocra: el informe da cuenta de 11 mil cesantías de trabajadores de empresas constructoras del Chaco. Mientras que el gremio de Gerardo Martínez maneja de manera interna la baja de más del doble de obreros en todo el país: tanto la Uocra como los gobernadores y las empresas del rubro establecen en 25 mil los afectados por la parálisis de la obra pública. Un freno que se generó por la revisión que el nuevo Gobierno está haciendo de las obras ya contratadas.
Para ATE 20 mil trabajadores fueron desvinculados desde la llegada del nuevo Gobierno.
La crisis que vive el sector automotor brasileño también repercutió de manera negativa en la industria automotriz local, con 320 suspensiones y más de 2.000 despidos.
Pese a las medidas oficiales a favor del sector, las terminales comenzaron a ajustar costos laborales luego de que en enero las ventas al país vecino registraran un derrumbe de casi 50%, al exportarse 3.890 autos, por la menor demanda y las paradas técnicas.
De ese total, Brasil solo adquirió 2.800 unidades, un nivel comparable al 2003, cuando la industria argentina recién se recuperaba tras el colapso de la crisis de principios de siglo.
Las medidas desencadenaron durante la semana una ola de protestas en Córdoba.
Respiro para petroleros
La industria petrolera también se encuentra en una situación compleja y que se debe en gran parte a la caída del precio del petróleo a nivel mundial.
En ese tema, el Gobierno se anotó una victoria temporaria ya que se llegó a un acuerdo con los gremios y las empresas de que no habrá despidos por seis meses, merced a un subsidio de 10 dólares por barril, aportado por la Nación y la provincia patagónica.
Gracias a ese acuerdo se salvaron, al menos hasta mitad de año, 5.000 puestos de trabajo.
El funcionario defendió los despidos efectuados en lo que va de la administración de Macri, al señalar que son casos en los que se comprobó la no concurrencia al lugar de trabajo, la concurrencia esporádica o varias personas desempeñando una misma tarea.
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A los cesanteados en las diferentes dependencias de la administración pública, que el Gobierno cifra en 6.200, pero que según el gremio de estatales ATE llegan a 20.000, se suman los del sector privado que desde el Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma aseguran son más de 22.000 desde el 1 de diciembre.
El ministro de Modernización confirmó que hubo 6.200 despidos en el Estado.
En el caso de los trabajadores de la construcción, el estudio de la central obrera difiere de las cifras que maneja la Uocra: el informe da cuenta de 11 mil cesantías de trabajadores de empresas constructoras del Chaco. Mientras que el gremio de Gerardo Martínez maneja de manera interna la baja de más del doble de obreros en todo el país: tanto la Uocra como los gobernadores y las empresas del rubro establecen en 25 mil los afectados por la parálisis de la obra pública. Un freno que se generó por la revisión que el nuevo Gobierno está haciendo de las obras ya contratadas.
Para ATE 20 mil trabajadores fueron desvinculados desde la llegada del nuevo Gobierno.
La crisis que vive el sector automotor brasileño también repercutió de manera negativa en la industria automotriz local, con 320 suspensiones y más de 2.000 despidos.
Pese a las medidas oficiales a favor del sector, las terminales comenzaron a ajustar costos laborales luego de que en enero las ventas al país vecino registraran un derrumbe de casi 50%, al exportarse 3.890 autos, por la menor demanda y las paradas técnicas.
De ese total, Brasil solo adquirió 2.800 unidades, un nivel comparable al 2003, cuando la industria argentina recién se recuperaba tras el colapso de la crisis de principios de siglo.
Las medidas desencadenaron durante la semana una ola de protestas en Córdoba.
Respiro para petroleros
La industria petrolera también se encuentra en una situación compleja y que se debe en gran parte a la caída del precio del petróleo a nivel mundial.
En ese tema, el Gobierno se anotó una victoria temporaria ya que se llegó a un acuerdo con los gremios y las empresas de que no habrá despidos por seis meses, merced a un subsidio de 10 dólares por barril, aportado por la Nación y la provincia patagónica.
Gracias a ese acuerdo se salvaron, al menos hasta mitad de año, 5.000 puestos de trabajo.
El funcionario defendió los despidos efectuados en lo que va de la administración de Macri, al señalar que son casos en los que se comprobó la no concurrencia al lugar de trabajo, la concurrencia esporádica o varias personas desempeñando una misma tarea.