Segio Gutiérrez, a cargo del servicio de Tisiología, explicó: "Los abandonos reiterados de los tratamientos en los pacientes que los inician genera resistencia al medicamento. Cuantas más veces uno abandona, es mayor la probabilidad de que la bacteria acomode su sistema genético y fabrique bacilos resistentes a tal o cual medicamento".
El médico mencionó que actualmente los pacientes vinculados a los abandonos de tratamientos son los que tienen VIH y los que sufren adiciones, particularmente los que consumen paco. El problema de que una persona con tuberculosis se convierta en multirresistente implica dos cosas: tratamientos más largos y drogas más tóxicas.
El tratamiento de la tuberculosis (TBC) es de seis meses y se inicia tomando cuatro antibióticos. Cada uno de ellos interfiere para matar a la bacteria, bacilo de Kosh, y evitar, en primera instancia, que la persona enferma siga diseminando bacterias y contagiando a otros.
Luego del primer mes, el resto del tratamiento sirve para eliminar las bacterias que hayan quedado. El otro problema del multirresistente es que al rechazar este combo de drogas, los médicos deben armar esquemas alternativos con otro tipo de medicamentos. "Esos son los que llamamos de la segunda línea, más caros y más tóxicos. En esos casos, el tratamiento para este tipo de personas es de dos años como mínimo", aseguró Gutiérrez.
Cumplir con la terapia médica es fundamental para curar la enfermedad pero también para evitar los contagios.
Atención a las defensas
Los especialistas consultados por este medio analizaron la realidad de Salta y Jujuy, las principales provincias con mayor cantidad de casos notificados por año."En ese escenario diría que todos hemos tomado contacto con la bacteria. El tema es que, si nuestras defensas están bien, nuestro sistema inmune no permitirá que desarrollemos la enfermedad", dijo el especialista.
Sobre esto, el médico señaló que son vulnerables a desarrollar la TBC aquellos pacientes inmunosuprimidos como las personas con diabetes, cáncer, enfermedades reumáticas o VIH.
Los jóvenes también son vulnerables. Los hábitos inciden, ya que en algunos casos se alimentan mal y hacen vida nocturna. "Esta enfermedad sigue siendo estigmatizante pero se da en todas las clases sociales. Hoy el hacinamiento en los colectivos y en las aulas favorece el contagio. Es frecuente encontrar la enfermedad tanto en alumnos y maestros de escuelas; como también en el servicio policial o penitenciario", sostuvo el médico.
Hoy el área de Tisiología del hospital Señor del Milagro recibe unas 15 consultas diarias.
Los pacientes a los que se les diagnosticó la enfermedad y ya están en tratamiento son jóvenes de 20 a 35 años y adultos por encima de los 60 años.
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Segio Gutiérrez, a cargo del servicio de Tisiología, explicó: "Los abandonos reiterados de los tratamientos en los pacientes que los inician genera resistencia al medicamento. Cuantas más veces uno abandona, es mayor la probabilidad de que la bacteria acomode su sistema genético y fabrique bacilos resistentes a tal o cual medicamento".
El médico mencionó que actualmente los pacientes vinculados a los abandonos de tratamientos son los que tienen VIH y los que sufren adiciones, particularmente los que consumen paco. El problema de que una persona con tuberculosis se convierta en multirresistente implica dos cosas: tratamientos más largos y drogas más tóxicas.
El tratamiento de la tuberculosis (TBC) es de seis meses y se inicia tomando cuatro antibióticos. Cada uno de ellos interfiere para matar a la bacteria, bacilo de Kosh, y evitar, en primera instancia, que la persona enferma siga diseminando bacterias y contagiando a otros.
Luego del primer mes, el resto del tratamiento sirve para eliminar las bacterias que hayan quedado. El otro problema del multirresistente es que al rechazar este combo de drogas, los médicos deben armar esquemas alternativos con otro tipo de medicamentos. "Esos son los que llamamos de la segunda línea, más caros y más tóxicos. En esos casos, el tratamiento para este tipo de personas es de dos años como mínimo", aseguró Gutiérrez.
Cumplir con la terapia médica es fundamental para curar la enfermedad pero también para evitar los contagios.
Atención a las defensas
Los especialistas consultados por este medio analizaron la realidad de Salta y Jujuy, las principales provincias con mayor cantidad de casos notificados por año."En ese escenario diría que todos hemos tomado contacto con la bacteria. El tema es que, si nuestras defensas están bien, nuestro sistema inmune no permitirá que desarrollemos la enfermedad", dijo el especialista.
Sobre esto, el médico señaló que son vulnerables a desarrollar la TBC aquellos pacientes inmunosuprimidos como las personas con diabetes, cáncer, enfermedades reumáticas o VIH.
Los jóvenes también son vulnerables. Los hábitos inciden, ya que en algunos casos se alimentan mal y hacen vida nocturna. "Esta enfermedad sigue siendo estigmatizante pero se da en todas las clases sociales. Hoy el hacinamiento en los colectivos y en las aulas favorece el contagio. Es frecuente encontrar la enfermedad tanto en alumnos y maestros de escuelas; como también en el servicio policial o penitenciario", sostuvo el médico.
Hoy el área de Tisiología del hospital Señor del Milagro recibe unas 15 consultas diarias.
Los pacientes a los que se les diagnosticó la enfermedad y ya están en tratamiento son jóvenes de 20 a 35 años y adultos por encima de los 60 años.