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Salta es la segunda provincia con más casos diagnosticados de tuberculosis

Domingo, 10 de abril de 2016 01:30
Una enfermedad que tiene 134 años y aún sigue entre nosotros. El 24 de marzo pasado, en el mundo se habló de la tuberculosis (TBC). La Organización Mundial de la Salud propuso como lema "Unidos para poner fin a la tuberculosis", con el objetivo de eliminar la enfermedad del planeta, que hoy sigue cobrándose vidas.
Salta es la segunda provincia a nivel nacional con mayor cantidad de casos de tuberculosis notificados: la primera es Jujuy y la tercera es Chaco.
El titular del servicio de Tisiología del hospital Señor del Milagro, el organismo de referencia en tratamiento de TBC en la provincia, Sergio Gutiérrez, le dijo a El Tribuno que por mes se diagnostican 12 casos nuevos. Y en este lugar se detecta un poco menos de la mitad de los casos de toda la provincia.
Salta parece atravesar una meseta y, pese a ser una enfermedad antigua, las estadísticas sugieren que no se está logrando que la tuberculosis retroceda. La tasa de prevalencia en la provincia es de 52 casos cada cien mil habitantes, y esa cifra se mantiene desde hace tres años.
Según los datos proporcionados por el Programa de TBC, en 2013 hubo 650 casos confirmados; en 2014, 634 y en 2015, 630 personas con tuberculosis en la provincia.
Las autoridades provinciales se proponen aunar esfuerzos para captar, cada vez más en los centros de salud, a aquellas personas que tosen reiteradamente y presentan pérdida de peso y desgano.
Mario Cisneros responsable del programa provincial de Tuberculosis del Ministerio de Salud de Salta le contó a El Tribuno que el objetivo está centrado en incrementar la capacidad de búsqueda de personas con síntomas y confirmar si tienen la enfermedad.
Para ello se requiere el compromiso de los médicos, que deben tener en cuenta que si un paciente llega al centro de salud con tos desde hace quince días puede tener tuberculosis y se debe solicitar un análisis para confirmarlo.
El segundo objetivo es lograr que el paciente que tiene el diagnóstico no abandone los tratamientos, ya que la tuberculosis tiene cura.
Cisneros consideró: "El año pasado hubo una mayor búsqueda de personas sintomáticas y por ello es que venimos descendiendo en los números de los casos totales". Pese a que la tasa de pacientes enfermos por cada cien mil habitantes todavía no refleja esa reducción.

Más pruebas de laboratorio

Mario Cisneros, referente del programa provincial, remarcó que la cantidad de muestras analizadas entre 2014 y 2015 para confirmar o descartar la enfermedad aumentaron. "Se incrementó la búsqueda de personas con síntomas porque en 2015 se hicieron 1.500 pruebas más de laboratorio que en 2014. Ese año tuvimos 16 mil sintomáticos respiratorios investigados y el año pasado alcanzamos los 17.500. Años atrás llegábamos a las 20 mil muestras anuales", aseguró Cisneros.
En capital, el aumento de las muestras de análisis para confirmar o descartar la enfermedad se concentró en los centros de salud de tres barrios: villa Primavera, El Manjón y Castañeres.
"En capital, con el trabajo de las muestras analizadas en los centros de salud, hay unas tres mil que se hicieron el año pasado. El 80% se procesaron entre estos tres centros de salud", mencionó el responsable del programa de Tuberculosis de la Provincia.
De los 63 centros de salud de la ciudad, solo nueve cuentan con laboratorios habilitados para hacer el análisis de la tuberculosis (ver infografía).
En 2015, el programa capacitó al personal de los 63 centros de salud de la ciudad y también a los trabajadores de salitas del sur y el norte provincial para concientizar sobre el tema.
Este trabajo se hizo en sanatorios y clínicas privadas con el fin de disminuir la tasa de casos subdiagnosticados. También se ofreció formación a los bioquímicos.

Seguimiento de pacientes

Otra de las metas a alcanzar, además de lograr que quienes sufren la enfermedad no dejen sus tratamientos, es que se haga un seguimiento al entorno del enfermo.
"Necesitamos el compromiso del equipo de salud, entre ellos del médico, para que siga con la búsqueda de los que tienen síntomas respiratorios, pero también de los agentes sanitarios, para que monitoreen al grupo familiar que rodea al que tiene tuberculosis. Eso está faltando", indicó el especialista.
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Una enfermedad que tiene 134 años y aún sigue entre nosotros. El 24 de marzo pasado, en el mundo se habló de la tuberculosis (TBC). La Organización Mundial de la Salud propuso como lema "Unidos para poner fin a la tuberculosis", con el objetivo de eliminar la enfermedad del planeta, que hoy sigue cobrándose vidas.
Salta es la segunda provincia a nivel nacional con mayor cantidad de casos de tuberculosis notificados: la primera es Jujuy y la tercera es Chaco.
El titular del servicio de Tisiología del hospital Señor del Milagro, el organismo de referencia en tratamiento de TBC en la provincia, Sergio Gutiérrez, le dijo a El Tribuno que por mes se diagnostican 12 casos nuevos. Y en este lugar se detecta un poco menos de la mitad de los casos de toda la provincia.
Salta parece atravesar una meseta y, pese a ser una enfermedad antigua, las estadísticas sugieren que no se está logrando que la tuberculosis retroceda. La tasa de prevalencia en la provincia es de 52 casos cada cien mil habitantes, y esa cifra se mantiene desde hace tres años.
Según los datos proporcionados por el Programa de TBC, en 2013 hubo 650 casos confirmados; en 2014, 634 y en 2015, 630 personas con tuberculosis en la provincia.
Las autoridades provinciales se proponen aunar esfuerzos para captar, cada vez más en los centros de salud, a aquellas personas que tosen reiteradamente y presentan pérdida de peso y desgano.
Mario Cisneros responsable del programa provincial de Tuberculosis del Ministerio de Salud de Salta le contó a El Tribuno que el objetivo está centrado en incrementar la capacidad de búsqueda de personas con síntomas y confirmar si tienen la enfermedad.
Para ello se requiere el compromiso de los médicos, que deben tener en cuenta que si un paciente llega al centro de salud con tos desde hace quince días puede tener tuberculosis y se debe solicitar un análisis para confirmarlo.
El segundo objetivo es lograr que el paciente que tiene el diagnóstico no abandone los tratamientos, ya que la tuberculosis tiene cura.
Cisneros consideró: "El año pasado hubo una mayor búsqueda de personas sintomáticas y por ello es que venimos descendiendo en los números de los casos totales". Pese a que la tasa de pacientes enfermos por cada cien mil habitantes todavía no refleja esa reducción.

Más pruebas de laboratorio

Mario Cisneros, referente del programa provincial, remarcó que la cantidad de muestras analizadas entre 2014 y 2015 para confirmar o descartar la enfermedad aumentaron. "Se incrementó la búsqueda de personas con síntomas porque en 2015 se hicieron 1.500 pruebas más de laboratorio que en 2014. Ese año tuvimos 16 mil sintomáticos respiratorios investigados y el año pasado alcanzamos los 17.500. Años atrás llegábamos a las 20 mil muestras anuales", aseguró Cisneros.
En capital, el aumento de las muestras de análisis para confirmar o descartar la enfermedad se concentró en los centros de salud de tres barrios: villa Primavera, El Manjón y Castañeres.
"En capital, con el trabajo de las muestras analizadas en los centros de salud, hay unas tres mil que se hicieron el año pasado. El 80% se procesaron entre estos tres centros de salud", mencionó el responsable del programa de Tuberculosis de la Provincia.
De los 63 centros de salud de la ciudad, solo nueve cuentan con laboratorios habilitados para hacer el análisis de la tuberculosis (ver infografía).
En 2015, el programa capacitó al personal de los 63 centros de salud de la ciudad y también a los trabajadores de salitas del sur y el norte provincial para concientizar sobre el tema.
Este trabajo se hizo en sanatorios y clínicas privadas con el fin de disminuir la tasa de casos subdiagnosticados. También se ofreció formación a los bioquímicos.

Seguimiento de pacientes

Otra de las metas a alcanzar, además de lograr que quienes sufren la enfermedad no dejen sus tratamientos, es que se haga un seguimiento al entorno del enfermo.
"Necesitamos el compromiso del equipo de salud, entre ellos del médico, para que siga con la búsqueda de los que tienen síntomas respiratorios, pero también de los agentes sanitarios, para que monitoreen al grupo familiar que rodea al que tiene tuberculosis. Eso está faltando", indicó el especialista.
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