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Nicolas Schweigmann: "El dengue es un llamado de atención en política ambiental"

Miércoles, 06 de abril de 2016 01:30
En sus últimas declaraciones, el ministro de Salud de la Nación, Jorge Lemus, confirmó que hay más de 32 mil casos notificados de dengue, por lo que señaló que estamos en el "ápice del brote epidémico de dengue". Nicolás Schweigmann, doctor en Ciencias Biológicas, investigador del Conicet y líder del grupo de estudio de mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), dialogó con El Tribuno sobre este momento. Algunos conceptos que destacó en la charla fueron la necesidad de garantizar "manzanas seguras", libres del vector, el compromiso de los municipios en limpiarlas y la necesidad de replantear políticas públicas en materia ambiental. ¿Por qué se sigue haciendo hincapié en que debemos preocuparnos más por el mosquito, el vector, que por los virus de las enfermedades?
Porque el vector es el amplificador. El virus normalmente llega a través de las personas que vienen de alguna zona donde hay transmisión y si esa persona llega a una localidad donde estaba el vector, el vector se encarga de pasarlo a otras personas. Esas personas se lo pasarán a otros vectores y así sucesivamente. Esta cadena es lo que define un brote. Si no estuviese el vector solo se darían recomendaciones a las personas, a los viajeros para que tengan cuidado de no infectarse. Al tener el vector acá, en el territorio, es muy peligroso.
Especialistas en vectores del país se unieron en una red y envían reflexiones sobre lo que se debería hacer con respecto del abordaje del Aedes aegypti. Una de las últimas entregas habla de una tecnología casera que permitiría detectar huevos del mosquito, ¿para qué serviría incorporarla en las casas?
Es una metodología que algunos grupos de investigación la usamos y que en algunos municipios se usa. Se trata de un censor para detectar huevos. Quienes lo inventaron lo llaman "ovitrampa", pero no se trata de una trampa para capturar huevos de mosquitos sino para detectar la presencia de los mosquitos en la zona.
Es algo muy sencillo porque el sistema aprovecha las características del vector. Este mosquito pone sus huevos exclusivamente en los recipientes, por eso el censor es un recipiente pintado de oscuro, pero además le colocamos una etiqueta blanca para que se destaque y atraiga al mosquito que le llama la atención los contrastes de colores. Colocamos una maderita que puede ser un "baja lengua" que usa el doctor en el consultorio, o un palito de helado o hasta también un pedacito de tela en el borde del frasco, de modo que no se caiga. Ese frasco se pone entre los canteros, entre la vegetación durante una semana o cinco días.
Luego se retira la tablita y se buscan los huevos con una pequeña lupa o si no a la luz del sol. Se puede observar si hay o no huevos. Los huevos de este vector son como granitos de arroz, diminutos, que tienen nada más que medio milímetro y son de color negro. Con eso podemos determinar la presencia del Aedes aegypti.
Se sabe que este mosquito no vuela mucho, así que desde el lugar en el que es colocado el censor sabemos que hay un criadero a 20 o 30 metros. Si esto está colocado en una manzana podríamos detectar los criaderos en el lugar.
¿O sea que ahora expandimos el concepto del patio limpio y ordenado a la manzana?
Esto es una estrategia a usar si estamos organizados como sociedad, como vecinos. Si eliminamos todos los criaderos de esa manzana aseguramos que no habrá transmisión allí. Lo que pasa es que con la idea del patio limpio lo que sucede es que yo limpio, pero quizás mi vecino no y eso no ayuda.
Qué pasa si en vez de no tener un vecino en el fondo o al costado tengo un terreno baldío, ¿eso también es un foco de alerta?
Sí, y son los fundamentales. Ahí hay que contactar al dueño y conversar. Quizás entre los vecinos ayudar para asegurar una primera limpieza y asegurarse de que no se tire más basura o hay que trabajar con el municipio para que limpie ese tipo de predios. Es fundamental hacerlo porque en esos predios, en donde se tira basura, es donde están los principales criaderos.
¿Qué pasa con las fumigaciones, que en muchos casos se pide que se hagan y otros las desaconsejan?
La población pide acciones que no son buenas. Cuando se pide fumigar preventivamente es un error porque las fumigaciones favorecen la resistencia a esos insecticidas. Lo mismo pasa con los antibióticos. No tiene sentido tomar un antibiótico por las dudas. Los antibióticos se toman cuando hay una infección. Con los insecticidas es lo mismo. Si uno pide fumigación y no corresponde estamos generando un daño ambiental.
Lo que hay que hacer es limpiar. También los municipios tienen que limpiar. Eso implica que los hospitales no tengan criaderos, que las escuelas tampoco tengan. Hay que eliminar la basura a cielo abierto, no hay que permitir lugares en donde haya chatarra acumulada, donde haya cubiertas de vehículos, entre otros. Es decir que hay que hacer mucha limpieza del ambiente.
¿Sirve aplicar insecticidas en este estado de situación?
A este momento lo tenemos que ver como si una persona tuviese una infección intestinal. En este momento tenés que tomar antibióticos y te lo tiene que recomendar el medico. Ahora si no tenés nada, es un desastre que tomés un antibiótico porque estás generando alteraciones en la flora intestinal, por ejemplo.
En el ambiente pasa lo mismo, se genera una alteración porque estás matando a los agentes biológicos que controlan a los mosquitos y otras plagas. Lo que hay que hacer es ordenar todo el año. Hay que hacer un programa de limpieza fuerte en el país.
¿Cree que la situación con el dengue marca un antes y un después en políticas públicas de ambiente?
Los cambios de política dependen de la capacidad de reclamo de la sociedad y los propios gobernantes son parte de la sociedad. Mientras nosotros reclamemos con justa razón y demos argumentos válidos para que se concrete esto, los cambios no se van a realizar nunca.
El dengue hoy es, quizás, un antes y después. Quizás es un buen llamado de atención porque esto no da para más. Como seres humanos estamos equivocados en cómo nos manejamos en el ambiente, el tipo de basurales a cielo abierto, los vehículos acumulados, cómo se manejan las cubiertas, los edificios públicos también tienen sus muebles inventariados y cuando los descartan, por ejemplo, es tanta la burocracia que los dejan acumulados en el jardín y se transforman en criaderos de mosquitos. Todo eso hay que cambiar y es una decisión de política ambiental muy importante.

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En sus últimas declaraciones, el ministro de Salud de la Nación, Jorge Lemus, confirmó que hay más de 32 mil casos notificados de dengue, por lo que señaló que estamos en el "ápice del brote epidémico de dengue". Nicolás Schweigmann, doctor en Ciencias Biológicas, investigador del Conicet y líder del grupo de estudio de mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), dialogó con El Tribuno sobre este momento. Algunos conceptos que destacó en la charla fueron la necesidad de garantizar "manzanas seguras", libres del vector, el compromiso de los municipios en limpiarlas y la necesidad de replantear políticas públicas en materia ambiental. ¿Por qué se sigue haciendo hincapié en que debemos preocuparnos más por el mosquito, el vector, que por los virus de las enfermedades?
Porque el vector es el amplificador. El virus normalmente llega a través de las personas que vienen de alguna zona donde hay transmisión y si esa persona llega a una localidad donde estaba el vector, el vector se encarga de pasarlo a otras personas. Esas personas se lo pasarán a otros vectores y así sucesivamente. Esta cadena es lo que define un brote. Si no estuviese el vector solo se darían recomendaciones a las personas, a los viajeros para que tengan cuidado de no infectarse. Al tener el vector acá, en el territorio, es muy peligroso.
Especialistas en vectores del país se unieron en una red y envían reflexiones sobre lo que se debería hacer con respecto del abordaje del Aedes aegypti. Una de las últimas entregas habla de una tecnología casera que permitiría detectar huevos del mosquito, ¿para qué serviría incorporarla en las casas?
Es una metodología que algunos grupos de investigación la usamos y que en algunos municipios se usa. Se trata de un censor para detectar huevos. Quienes lo inventaron lo llaman "ovitrampa", pero no se trata de una trampa para capturar huevos de mosquitos sino para detectar la presencia de los mosquitos en la zona.
Es algo muy sencillo porque el sistema aprovecha las características del vector. Este mosquito pone sus huevos exclusivamente en los recipientes, por eso el censor es un recipiente pintado de oscuro, pero además le colocamos una etiqueta blanca para que se destaque y atraiga al mosquito que le llama la atención los contrastes de colores. Colocamos una maderita que puede ser un "baja lengua" que usa el doctor en el consultorio, o un palito de helado o hasta también un pedacito de tela en el borde del frasco, de modo que no se caiga. Ese frasco se pone entre los canteros, entre la vegetación durante una semana o cinco días.
Luego se retira la tablita y se buscan los huevos con una pequeña lupa o si no a la luz del sol. Se puede observar si hay o no huevos. Los huevos de este vector son como granitos de arroz, diminutos, que tienen nada más que medio milímetro y son de color negro. Con eso podemos determinar la presencia del Aedes aegypti.
Se sabe que este mosquito no vuela mucho, así que desde el lugar en el que es colocado el censor sabemos que hay un criadero a 20 o 30 metros. Si esto está colocado en una manzana podríamos detectar los criaderos en el lugar.
¿O sea que ahora expandimos el concepto del patio limpio y ordenado a la manzana?
Esto es una estrategia a usar si estamos organizados como sociedad, como vecinos. Si eliminamos todos los criaderos de esa manzana aseguramos que no habrá transmisión allí. Lo que pasa es que con la idea del patio limpio lo que sucede es que yo limpio, pero quizás mi vecino no y eso no ayuda.
Qué pasa si en vez de no tener un vecino en el fondo o al costado tengo un terreno baldío, ¿eso también es un foco de alerta?
Sí, y son los fundamentales. Ahí hay que contactar al dueño y conversar. Quizás entre los vecinos ayudar para asegurar una primera limpieza y asegurarse de que no se tire más basura o hay que trabajar con el municipio para que limpie ese tipo de predios. Es fundamental hacerlo porque en esos predios, en donde se tira basura, es donde están los principales criaderos.
¿Qué pasa con las fumigaciones, que en muchos casos se pide que se hagan y otros las desaconsejan?
La población pide acciones que no son buenas. Cuando se pide fumigar preventivamente es un error porque las fumigaciones favorecen la resistencia a esos insecticidas. Lo mismo pasa con los antibióticos. No tiene sentido tomar un antibiótico por las dudas. Los antibióticos se toman cuando hay una infección. Con los insecticidas es lo mismo. Si uno pide fumigación y no corresponde estamos generando un daño ambiental.
Lo que hay que hacer es limpiar. También los municipios tienen que limpiar. Eso implica que los hospitales no tengan criaderos, que las escuelas tampoco tengan. Hay que eliminar la basura a cielo abierto, no hay que permitir lugares en donde haya chatarra acumulada, donde haya cubiertas de vehículos, entre otros. Es decir que hay que hacer mucha limpieza del ambiente.
¿Sirve aplicar insecticidas en este estado de situación?
A este momento lo tenemos que ver como si una persona tuviese una infección intestinal. En este momento tenés que tomar antibióticos y te lo tiene que recomendar el medico. Ahora si no tenés nada, es un desastre que tomés un antibiótico porque estás generando alteraciones en la flora intestinal, por ejemplo.
En el ambiente pasa lo mismo, se genera una alteración porque estás matando a los agentes biológicos que controlan a los mosquitos y otras plagas. Lo que hay que hacer es ordenar todo el año. Hay que hacer un programa de limpieza fuerte en el país.
¿Cree que la situación con el dengue marca un antes y un después en políticas públicas de ambiente?
Los cambios de política dependen de la capacidad de reclamo de la sociedad y los propios gobernantes son parte de la sociedad. Mientras nosotros reclamemos con justa razón y demos argumentos válidos para que se concrete esto, los cambios no se van a realizar nunca.
El dengue hoy es, quizás, un antes y después. Quizás es un buen llamado de atención porque esto no da para más. Como seres humanos estamos equivocados en cómo nos manejamos en el ambiente, el tipo de basurales a cielo abierto, los vehículos acumulados, cómo se manejan las cubiertas, los edificios públicos también tienen sus muebles inventariados y cuando los descartan, por ejemplo, es tanta la burocracia que los dejan acumulados en el jardín y se transforman en criaderos de mosquitos. Todo eso hay que cambiar y es una decisión de política ambiental muy importante.

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