Vía Panamá
Según constancias que empezaron a reunir los fiscales y jueces que investigan las operaciones de lavado de dinero tanto en Argentina como en Estados Unidos, fueron esas firmas las que gestionaron a través de Mossack Fonseca la creación de Balmont y de otras 147 empresas hasta ahora vinculadas solo con Lázaro Báez en Las Vegas.
Fue a través de Panamá, también, que se abrió la sucursal argentina de Baltmont en Salta el 5 de julio de 2005.
Ese día, según registros públicos que El Tribuno entrecruzó con las filtraciones de la investigación global conocida como los Panamá Papers, dos empleadas panameñas de Mossack Fonseca formalizaron la inscripción de la subsidiaria de Balmont ante el Juzgado de Minas y de Comercio de Salta.
Dueñas de nada
La otra empleada que usó Mossack y Fonseca para abrir la sucursal salteña de Balmont fue Marlen Bayne, a quien se presentó como responsable de otra empresa de papel, Waldorf LTD.
De acuerdo con el acta de una supuesta reunión de directores realizada el 9 de junio de 2004, las citadas sociedades serían las dueñas de las acciones de Balmont Holdings LTD, una falsedad que puede probarse hoy con lapidarias evidencias.
Misteriosa apoderada
El domicilio especial de la misteriosa apoderada, según los edictos publicados en su momento, se constituyó en Adolfo Güemes 220.
Esa dirección concuerda con una propiedad de dos plantas en la que durante los últimos veinte años, en distintos momentos, alquilaron oficinas al menos 40 profesionales del derecho y de la salud.
Este diario pudo ubicar a varios de los inquilinos y negaron cualquier vinculación con la empresa que terció en los movimientos de lavado atribuidos a Lázaro Báez y también a giros de dinero negro realizados en combinación con otra offshore: Van De Loire. Como presunto beneficiario final de esta última empresa aparece un socio de Cristóbal López en los negocios del juego, Federico de Achaval.
Según registros extraídos de los papeles de Panamá, a través de Van De Loire, empresa fantasma creada en Las Vegas en 2005 y asociada con las máquinas tragamonedas del Hipódromo de Palermo, se giraron millonarios dividendos a Balmont desde 2006.
Entre 2007 y 2013, además, se sacaron 70 millones de dólares bajo la forma de préstamos.
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Vía Panamá
Según constancias que empezaron a reunir los fiscales y jueces que investigan las operaciones de lavado de dinero tanto en Argentina como en Estados Unidos, fueron esas firmas las que gestionaron a través de Mossack Fonseca la creación de Balmont y de otras 147 empresas hasta ahora vinculadas solo con Lázaro Báez en Las Vegas.
Fue a través de Panamá, también, que se abrió la sucursal argentina de Baltmont en Salta el 5 de julio de 2005.
Ese día, según registros públicos que El Tribuno entrecruzó con las filtraciones de la investigación global conocida como los Panamá Papers, dos empleadas panameñas de Mossack Fonseca formalizaron la inscripción de la subsidiaria de Balmont ante el Juzgado de Minas y de Comercio de Salta.
Dueñas de nada
La otra empleada que usó Mossack y Fonseca para abrir la sucursal salteña de Balmont fue Marlen Bayne, a quien se presentó como responsable de otra empresa de papel, Waldorf LTD.
De acuerdo con el acta de una supuesta reunión de directores realizada el 9 de junio de 2004, las citadas sociedades serían las dueñas de las acciones de Balmont Holdings LTD, una falsedad que puede probarse hoy con lapidarias evidencias.
Misteriosa apoderada
El domicilio especial de la misteriosa apoderada, según los edictos publicados en su momento, se constituyó en Adolfo Güemes 220.
Esa dirección concuerda con una propiedad de dos plantas en la que durante los últimos veinte años, en distintos momentos, alquilaron oficinas al menos 40 profesionales del derecho y de la salud.
Este diario pudo ubicar a varios de los inquilinos y negaron cualquier vinculación con la empresa que terció en los movimientos de lavado atribuidos a Lázaro Báez y también a giros de dinero negro realizados en combinación con otra offshore: Van De Loire. Como presunto beneficiario final de esta última empresa aparece un socio de Cristóbal López en los negocios del juego, Federico de Achaval.
Según registros extraídos de los papeles de Panamá, a través de Van De Loire, empresa fantasma creada en Las Vegas en 2005 y asociada con las máquinas tragamonedas del Hipódromo de Palermo, se giraron millonarios dividendos a Balmont desde 2006.
Entre 2007 y 2013, además, se sacaron 70 millones de dólares bajo la forma de préstamos.