En Salta, como en el resto de las provincias, cada habitante consume un promedio anual de 60 kilos de carne de vaca, 45 de pollo y otros 15 de cerdo. En esos 120 kilos podría apenas variar en un futuro la cantidad de venta entre los tres productos, aunque, según los especialistas, en el total de consumo ya se habría llegado a un techo.
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En Salta, como en el resto de las provincias, cada habitante consume un promedio anual de 60 kilos de carne de vaca, 45 de pollo y otros 15 de cerdo. En esos 120 kilos podría apenas variar en un futuro la cantidad de venta entre los tres productos, aunque, según los especialistas, en el total de consumo ya se habría llegado a un techo.
La pregunta que surge, entonces, es hacia cuál mercado tienen que apostar los productores bovinos para tener un horizonte de crecimiento. La respuesta, obvia, es la exportación, pero ese camino presenta en la actualidad un grave inconveniente: la demanda internacional requiere un novillo que pesa el doble de lo que se faena en el país.
Para dar un panorama del nuevo escenario en el negocio de la carne, la Sociedad Rural Salteña realizó ayer una jornada de capacitación en su sede de la avenida Gato y Mancha, que se denominó "Día de las carnes en Salta".
Disertaron Víctor Tonelli, especialista en mercados ganaderos, y David Lacroze, empresario agropecuario y coordinador de la Mesa de las Carnes.
"En la Argentina, el peso promedio de faena es de 225 kilos y en Uruguay, que tiene una inserción en el mercado internacional más fuerte, pero con una genética muy similar a la nuestra, están en 250 kilos. Si hoy tendríamos el mismo peso de faena que el vecino país estaríamos con el doble del volumen de lo que actualmente estamos exportando", explicó Tonelli a El Tribuno.
"Tenemos que apuntar a un novillo de 450 kilos, que sirve para los dos mercados, ya que no es suficientemente pesado para no irse del estándar de lo que quiere consumir el argentino, pero tiene un peso mínimo de lo que pide el mercado internacional, que es el que más paga", aclaró el experto.
¿Cómo se llega a ese objetivo? "Básicamente lo que tienen que hacer los productores es recriar su ganado", señaló Tonelli. En ese proceso se puede combinar el pastoreo con las granjas de engorde (feed lot), para evitar engrasamientos excesivos y que la carne tenga más fibra.
El primer demandante de carne de vaca es China. En lo que va de 2017, más del 50% de las exportación argentina vacuna fue a parar a ese país asiático.
Este año se estima una exportación total de 300 mil toneladas de carne, mientras que en 2016 llegó a 230 mil. Para 2018, en tanto, según los cálculos de David Lacroze, se debería crecer en otras 70 mil toneladas.
En ese escenario, en Salta se produce el 2% de carne bovina del país, según explicó a este diario el empresario cárnico local Franco Brunetti. Hay 1.100.000 cabezas de ganado en la provincia y el stock nacional llega a 52 millones.