13°
30 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Debemos llamarnos a la reflexión

Sabado, 25 de noviembre de 2017 00:00

El escenario nacional habrá de producir una marcada reorganización y apertura de nuevos actores y sectores con visiones diferentes.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El escenario nacional habrá de producir una marcada reorganización y apertura de nuevos actores y sectores con visiones diferentes.

Salta no escapa a esta realidad. También en nuestra provincia se perfilan nuevos protagonistas y nuevas demandas, que hacen imperativo generar un nuevo marco de discusión y debate sobre el futuro.

Más allá de las diferentes visiones o posiciones sectoriales, emerge como indiscutible la necesidad de jerarquizar y robustecer el andamiaje institucional, que exhibe una marcada anomia y debilidad en la representación ciudadana.

No es hora de pasar factura, no es el momento de reproches o la descalificación del presente o del pasado inmediato.

Ningún dirigente está exento en alguna medida de responsabilidades, ya sea por acción u omisión.

Es hora del entendimiento, del consenso, de la concordancia y de devolverle a la política los principios y valores fundamentales para que vuelva a ser una herramienta eficaz para el mejoramiento de la vida de los ciudadanos, especialmente de los más necesitados.

Se debe admitir que seguimos en deuda con la sociedad.

Debemos anteponer cualquier ambición personal o sectorial al objetivo superador de una sociedad más justa y equitativa.

En esa perspectiva el Justicialismo debe asumir la importante responsabilidad que le cabe en estas circunstancias

Sin mezquindad, orgullo ni egoísmo y sin agravios ni descalificaciones, debemos generar un ámbito de construcción de un peronismo a la altura de una historia jerarquizada en la palabra y en la acción de Juan D. Perón.

Los personalismos están agotados y los partidos en una profunda crisis.

Por ello, con humildad y generosidad, debemos desandar algunos de nuestros caminos o sendas, y convocar para el logro de estos objetivos, tanto a los dirigentes, como a la militancia, hoy desperdigada en distintos espacios políticos o resignados en sus casas.

Todos somos necesarios.

.

.

.

 

PUBLICIDAD