Aún quedan en el planeta, vestigios de épocas de la formación de nuestra Tierra, de aquellas épocas remotas, y es en la localidad de Antofagasta de la Sierra, donde podemos maravillarnos con esos paisajes de mundos celestiales, fabulosos conos volcánicos, extensas coladas de lava, campos de roca volcánica y depresiones tectónicas que con el paso del tiempo fueron cubriéndose por extensos mantos de sal, solo irrumpidos por coloridas lagunas, por el aletear de miles de flamencos rosados y por el paso sigiloso de místicas vicuñas que se transforman en celosos custodios de la Pachamama. Antofagasta de la Sierra es la capital de su departamento homónimo en la provincia de Catamarca. Se encuentra ubicada al Norte, a 3.323 msnm de altura, zona denominada Puna. Fue antiguo poblado de los atacameños, quienes comercializaban la sal y otros productos por el Camino del Inca con Chile, Bolivia y Perú. En 1943 el Gobierno nacional, separa el Territorio de Los Andes y entrega una parte a la Provincia de Catamarca y se crea el departamento de Antofagasta de la Sierra.
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Aún quedan en el planeta, vestigios de épocas de la formación de nuestra Tierra, de aquellas épocas remotas, y es en la localidad de Antofagasta de la Sierra, donde podemos maravillarnos con esos paisajes de mundos celestiales, fabulosos conos volcánicos, extensas coladas de lava, campos de roca volcánica y depresiones tectónicas que con el paso del tiempo fueron cubriéndose por extensos mantos de sal, solo irrumpidos por coloridas lagunas, por el aletear de miles de flamencos rosados y por el paso sigiloso de místicas vicuñas que se transforman en celosos custodios de la Pachamama. Antofagasta de la Sierra es la capital de su departamento homónimo en la provincia de Catamarca. Se encuentra ubicada al Norte, a 3.323 msnm de altura, zona denominada Puna. Fue antiguo poblado de los atacameños, quienes comercializaban la sal y otros productos por el Camino del Inca con Chile, Bolivia y Perú. En 1943 el Gobierno nacional, separa el Territorio de Los Andes y entrega una parte a la Provincia de Catamarca y se crea el departamento de Antofagasta de la Sierra.
Campo de Piedra Pómez
La Puna catamarqueña resguarda en sus entrañas un mar de rocas blancas y rosas rodeadas de arenas negras, volcanes y montañas. Un universo de imágenes fantásticas. Este fascinante recorrido está ubicado a 63 km. de la Villa de Antofagasta de la Sierra y a 10 km de la localidad de El Peñón, presenta en su gran extensión grandes campos de piedra pómez. Allí el viento, inclemente, que desciende de los Andes ha tallado en las rocas las formas más diversas creando corredores o “avenidas”, y todo tipo de esculturas fascinantes. Testigo de la intensa actividad volcánica de la región desde tiempos inmemoriales, el Campo de Piedra Pómez es un paisaje inigualable, como de otro planeta.
Es un atractivo irresistible para todo aquel que se adentra en el territorio puneño. La altura mínima de estos circuitos son los 3.000 metros, y se asciende hasta más de 4.000, por lo que resulta imprescindible manejarse en vehículos apropiados, se puede llegar hasta la localidad de El Peñón en vehículos comunes, pero luego es preciso contratar excursiones y guías experimentados con camionetas 4x4.
Volcán de Antofagasta
Su laguna homónima está poblada por flamencos y patos silvestres, se encuentra a solo 8 km del poblado. Su vista panorámica desde el punto sureste del cráter, abarca desde el campo de Piedra Pómez hasta la laguna Antofagasta. Se puede ir en vehículo a caballo o caminando. También al pie se levanta el Pucará de La Alumbrera, antiguo sitio arqueológico de los primeros habitantes del lugar.
Volcán Alumbrera
Con una caldera de 300 m de diámetro y fondo rocoso de 200 m, se encuentra a 11 km de la Villa de Antofagasta. Desde su cráter tiene una vista única, como la laguna Alumbrera formada por el río Punilla, el más importante de la zona, en el habitan flamencos rosados y otras especies.
Salar del Hombre Muerto
Es uno de los yacimientos más importantes de litio y sales de bórax en general. Rodeado de cordones de cerros constituye un paisaje de origen volcánico que también evidencia procesos erosivos glaciares. Climas extremos, sensaciones sorprendentes, paisajes inexplorados.
Salar de Antofalla
Mide 163 km y es el segundo más extenso del mundo. Encerrado entre las sierras de Antofalla y de Calalaste, presenta una infinidad de colores imposibles de describir. Dentro del salar, se encuentran los Ojos del Campo, que son tres geiseres apagados y tienen la particularidad de estar pegados entre si y sus tres tonalidades diferentes de aguas: azul, verde y naranja.
Volcán Galán
Posee la tronera o caldera más grande del mundo, de 45 km de diámetro. En el interior del cráter encontramos la laguna Diamante. En el recorrido se aprecian desiertos, lagunas con flamencos, salares, fumarolas, ríos de aguas termales y otros aptos para la pesca de trucha.
Antofalla
Pequeño poblado de no más de 200 habitantes, situada al pie del macizo, cerca del salar, es una de las regiones más aisladas del país. Allí vive la comunidad Coya Atacameña.
Puna
Las excursiones al Campo de Piedra Pómez parten desde El Peñón. El clima es frío y seco, con escasas lluvias, debido a que su territorio corresponde al sector más meridional de la Puna de Atacama