Como un gol de oro. Así fue el ingreso de la Argentina al Mundial de fútbol de Rusia 2018. El pitazo final en el triunfo definitorio frente a Ecuador, aquel 10 de octubre pasado, fue grito unánime de más de 40 millones de argentinos que, a base de puro sufrimiento, vio como la celeste y blanca volvía a decir presente en un Mundial. Pero ese sufrimiento y una creciente desazón fue alimentada por una impericia e improvisación de una dirección técnica que no halló el camino en corto plazo para explotar a un grupo de jugadores de altísimo nivel mundial. Bueno, llegamos y ahora qué.
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Como un gol de oro. Así fue el ingreso de la Argentina al Mundial de fútbol de Rusia 2018. El pitazo final en el triunfo definitorio frente a Ecuador, aquel 10 de octubre pasado, fue grito unánime de más de 40 millones de argentinos que, a base de puro sufrimiento, vio como la celeste y blanca volvía a decir presente en un Mundial. Pero ese sufrimiento y una creciente desazón fue alimentada por una impericia e improvisación de una dirección técnica que no halló el camino en corto plazo para explotar a un grupo de jugadores de altísimo nivel mundial. Bueno, llegamos y ahora qué.
En las tierras de los zares habrá que demostrar más que una improvisación. Argentina llega a Rusia luego de conseguir tres subcampeonatos: Mundial de Brasil 2014, Copa América de Chile 2015 y Copa América Centenario de EEUU 2016.
La Selección demostró que no juega bien y que colectivamente no es un equipo. Hasta fue en algunos partidos "messidependiente". Los monstruos que golean en sus clubes, en la celeste y blanca tienen una cuestionada producción, casi efímera, que a veces hace perderle el miedo a cualquier rival.
Pero también hay algo muy claro. Jorge Sampaoli es un técnico, como cualquiera, bendecido con la poderosa e histórica la Selección argentina, pero que también debería escuchar a sus jugadores, de cómo jugar y las diferentes posiciones, no de los caprichos. Debe, a corto plazo, dejar de seguir probando jugadores y tácticas de juego. No queda tiempo. Argentina necesita jugar en equipo y los jugadores también deben demostrar que entre sus venas corre sed de gloria total.
Messi habló de "sus amigos" Agero, Higuaín y Mascherano y afirmó: "Si nos va mal en este Mundial, tenemos que desaparecer todos de la Selección". Mensaje muy claro.
Sampaoli desembarcó en la Selección el 1§ de junio de 2017. Jugó dos amistoso con triunfos (1 a 0 a Brasil y 6 a 0 a Singapur), lo que hacía soñar con un futuro promisorio. Después, por Eliminatorias Sudamericanas, llegó la realidad: Igualó 0 a 0 con Uruguay, 1 a 1 con Venezuela, 0 a 0 con Perú y zafó con Ecuador en la última fecha 3 a 1. Llegó en zona de repechaje, logró salir de ella y bajó al sexto lugar, hasta que finalmente la suerte lo clasificó.
Con la definición de los últimos clasificados al Mundial Rusia 2018, habrá algunos equipos que tendrán que verlo por televisión. Chile, Paraguay y Estados no estarán en Rusia el próximo año, como tampoco Italia y Holanda.
El 1 de diciembre, Argentina conoció a los rivales que tendrá en la cita ecuménica: Finlandia en el debut, Croacia en segundo término y Nigeria al final de la fase de grupos. De reojo se observó la zona C, de la que saldrá el rival de los octavos de final: Francia, Perú, Australia o Dinamarca.
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