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15 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Parisinos acudieron en masa a votar para "frenar a la extrema derecha"

Votó un 74% del electorado. Testimonios de ciudadanos.
Domingo, 07 de mayo de 2017 15:26

Los parisinos acudieron hoy en gran número a votar por el liberal Emmanuel Macron frente a su rival de extrema derecha, Marine Le Pen, principalmente por el temor y la incertidumbre que provocó en los últimos días la posibilidad de una alta abstención, que podría favorecer a la aspiante ultranacionalista.
"Vine a votar contra la extrema derecha, no a favor de Macron, aunque meta su boleta. Un ex banquero nunca podría representarme, es todo lo contrario a mis ideas. Estas son las paradojas de un sistema obsoleto que nos lleva a elegir siempre por el menos malo de los malísimos", sentenció Nathalie, de 52 años mientras esperaba su turno para sufragar en una escuela del distrito 19 de París, en el noreste de la capital. 
El balotaje marcó hasta el momento el abstencionismo más importante desde 1969 con el 26% de ausentismo a las 17, dos horas del cierre del balotaje en la mayor parte de Francia, salvo las grandes ciudades donde se podrá votar hasta las 20 (15 de Argentina).
Justamente, ese fue el principal temor durante la jornada electoral en los populares barrios de París, pese a que a esa misma hora la abstención registrada en la capital era mucho menor que la media nacional de 16%.
Pese a que varias banderas de Estados Unidos y de Donald Trump flamearon en algunos balcones del noreste parisino, fue notoria la dificultad para encontrar a electores que reconocieran haber votado por Le Pen.
En la primera vuelta, el ultraderechista Frente Nacional (FN) de Le Pen finalizó quinto en una París dominada, municipal y legislativamente, por el Partido Socialista (PS) desde 2001. La extrema derecha obtuvo apenas un 5% de los votos en la capital francesa, mientras Macron terminó primero con el 35%.
Otra razón que alimentó el masivo temor a un alto ausentismo en París fue que mañana es feriado en Francia -en conmemoración del armisticio de la Segunda Guerra Mundial-, lo que podría llevar a muchos capitalinos a tomarse el fin de semana largo fuera de la ciudad y aprovechar la primavera.
En una escuela del distrito 10 cercana al canal Saint-Martin y a la plaza de la República, Yacine, de 47 años, hijo de argelinos radicados en Lyon hace medio siglo, contó: "Estuve a punto a irme por el fin de semana largo, pero decidí quedarme por el temor a que el electorado de izquierda se desmovilice y eso abriera la puerta a una victoria de los Le Pen. No podía priorizar mi descanso a un cambio que modificaría la Francia que siempre conocí para siempre".
Yacine, un bailarín que vivió cinco años en Argentina, se mostró disconforme con la "movida abstencionista impulsada por la ultraizquierda para no votar a Macron". 
En la primera vuelta, Yacine votó al movimiento de izquierda Francia Insumisa, que finalizó cuarto. Su candidato, Jean-Luc Mélenchon, fue criticado por haber sido el único de los principales aspirantes a la Presidencia en no pedir el voto a sus 7 millones de electores en favor de Macron.
"Los electores somos libres, nadie decide nuestro voto. Todos sabemos que la extrema derecha no debe llegar nunca al poder, pero también sabemos que cada vez está más cerca. Hay que votar hoy por Macron para que obtenga un resultado sólido y para evitar que en cinco años llegue a la Presidencia", remarcó Yacine.
Frente a la escuela del distrito 10, Jean, un integrante de un colectivo de fotógrafos, realizaba un reportaje para un medio alternativo y contrastó con su testimonio.
"No, no fui a votar", reconoció con provocador orgullo ante Télam el joven de 31 años, mientras retrataba los afiches electorales, muchos de ellos carteles de Le Pen rasgados o convertidos, en casi todo París, en blanco de frases que la denuncian por su racismo, antisemitismo u homofobia.
"No voté porque no acepto la elección que el proceso electoral dio. En las calles se escuchó estos días en París que no queremos elegir entre un banquero y una racista. En la primera vuelta la abstención ya fue importante. Es un acto político no ir a votar, no es desinterés, vagancia o porque fue mala la campaña electoral. No voy a legitimar a uno de estos candidatos que salga de las urnas", afirmó Jean.

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Los parisinos acudieron hoy en gran número a votar por el liberal Emmanuel Macron frente a su rival de extrema derecha, Marine Le Pen, principalmente por el temor y la incertidumbre que provocó en los últimos días la posibilidad de una alta abstención, que podría favorecer a la aspiante ultranacionalista.
"Vine a votar contra la extrema derecha, no a favor de Macron, aunque meta su boleta. Un ex banquero nunca podría representarme, es todo lo contrario a mis ideas. Estas son las paradojas de un sistema obsoleto que nos lleva a elegir siempre por el menos malo de los malísimos", sentenció Nathalie, de 52 años mientras esperaba su turno para sufragar en una escuela del distrito 19 de París, en el noreste de la capital. 
El balotaje marcó hasta el momento el abstencionismo más importante desde 1969 con el 26% de ausentismo a las 17, dos horas del cierre del balotaje en la mayor parte de Francia, salvo las grandes ciudades donde se podrá votar hasta las 20 (15 de Argentina).
Justamente, ese fue el principal temor durante la jornada electoral en los populares barrios de París, pese a que a esa misma hora la abstención registrada en la capital era mucho menor que la media nacional de 16%.
Pese a que varias banderas de Estados Unidos y de Donald Trump flamearon en algunos balcones del noreste parisino, fue notoria la dificultad para encontrar a electores que reconocieran haber votado por Le Pen.
En la primera vuelta, el ultraderechista Frente Nacional (FN) de Le Pen finalizó quinto en una París dominada, municipal y legislativamente, por el Partido Socialista (PS) desde 2001. La extrema derecha obtuvo apenas un 5% de los votos en la capital francesa, mientras Macron terminó primero con el 35%.
Otra razón que alimentó el masivo temor a un alto ausentismo en París fue que mañana es feriado en Francia -en conmemoración del armisticio de la Segunda Guerra Mundial-, lo que podría llevar a muchos capitalinos a tomarse el fin de semana largo fuera de la ciudad y aprovechar la primavera.
En una escuela del distrito 10 cercana al canal Saint-Martin y a la plaza de la República, Yacine, de 47 años, hijo de argelinos radicados en Lyon hace medio siglo, contó: "Estuve a punto a irme por el fin de semana largo, pero decidí quedarme por el temor a que el electorado de izquierda se desmovilice y eso abriera la puerta a una victoria de los Le Pen. No podía priorizar mi descanso a un cambio que modificaría la Francia que siempre conocí para siempre".
Yacine, un bailarín que vivió cinco años en Argentina, se mostró disconforme con la "movida abstencionista impulsada por la ultraizquierda para no votar a Macron". 
En la primera vuelta, Yacine votó al movimiento de izquierda Francia Insumisa, que finalizó cuarto. Su candidato, Jean-Luc Mélenchon, fue criticado por haber sido el único de los principales aspirantes a la Presidencia en no pedir el voto a sus 7 millones de electores en favor de Macron.
"Los electores somos libres, nadie decide nuestro voto. Todos sabemos que la extrema derecha no debe llegar nunca al poder, pero también sabemos que cada vez está más cerca. Hay que votar hoy por Macron para que obtenga un resultado sólido y para evitar que en cinco años llegue a la Presidencia", remarcó Yacine.
Frente a la escuela del distrito 10, Jean, un integrante de un colectivo de fotógrafos, realizaba un reportaje para un medio alternativo y contrastó con su testimonio.
"No, no fui a votar", reconoció con provocador orgullo ante Télam el joven de 31 años, mientras retrataba los afiches electorales, muchos de ellos carteles de Le Pen rasgados o convertidos, en casi todo París, en blanco de frases que la denuncian por su racismo, antisemitismo u homofobia.
"No voté porque no acepto la elección que el proceso electoral dio. En las calles se escuchó estos días en París que no queremos elegir entre un banquero y una racista. En la primera vuelta la abstención ya fue importante. Es un acto político no ir a votar, no es desinterés, vagancia o porque fue mala la campaña electoral. No voy a legitimar a uno de estos candidatos que salga de las urnas", afirmó Jean.

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