¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

13°
30 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Engranadas: Un itinerario de la infancia en el hoy

Engranadas, que subirá a escena mañana en el Teatrino, recorre los paisajes sonoros del judaísmo y otras culturas, desde España hasta Rusia.
Jueves, 15 de junio de 2017 21:04

La música invita a viajar, eso es innegable. Las melodías de los tiempos de la niñez amplifican remembranzas de nuestros antepasados, eso es cierto también. Tomando estos ejes, nueve artistas planificaron un itinerario de sonidos que seguramente despertará añoranzas y emociones en este presente vívido.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La música invita a viajar, eso es innegable. Las melodías de los tiempos de la niñez amplifican remembranzas de nuestros antepasados, eso es cierto también. Tomando estos ejes, nueve artistas planificaron un itinerario de sonidos que seguramente despertará añoranzas y emociones en este presente vívido.

Así se platea “Engranadas”, que recrea los universos ligados a lo Klezmer y lo Sefaradí, y que subirá a escena este sábado a las 21, en El Teatrino, en Alvear y Latorre.

Judith Bojarski, Paula Daffra, Mara Szachniuk, Julio Menéndez, Martín Cardinali, Verónica Méndez, Martín Bonilla, Eugenio Tiburcio y Federico Fernández serán los responsables de construir esos paisajes sonoros de cantos, rezos en yiddish, en árabe, en romano, en ruso. Para aportar detalles sobre un evento que promete ser emotivo, Paula, Mara y Judith recibieron a El Tribuno.

“En muchas de las canciones uno puede ver reflejada su propia historia. Hay muchos detalles que, al menos a nosotras tres, que somos las que hemos iniciado este viaje para engancharnos con otros, nos ha resonado de otra manera”, reflexiona Bojarski. Y añade: “Son poemas que además tienen sonoridad distinta porque están en idiomas diferentes y eso resuena siempre de un modo muy peculiar”. 

Sobre este punto, Daffra opina: “Nos resuena nuestra infancia,  nos resuena  a nuestros antepasados,  nos resuena a recuerdos que nos han transmitido. Tienen esa magia de  cuando uno escucha canciones de la infancia y  dice ‘qué lindo que era esto’”, relata.

Por su parte, Szachniuk recalca: “Muchas de estas  canciones, más allá de que no son de cuna --aunque una canción de cuna haremos- , resuenan  a nuestra infancia y a las infancias de toda esta diáspora de judíos que se encarga, por medio de la música y de los poemas y de las tradiciones que estas músicas también van reflejando, de transmitir una historia y de transmitir todos los viajes que se han venido realizando en las distintas generaciones”.

Itinerario poético

Sobre el valor de la letrística en Engranadas, Szachniuk explica: “La poesía es en sí el viaje,  es el vehículo que tenemos para viajar. Porque no es sin la poesía que esta música se da. incluso la música klezmer si bien no tiene letra, tiene títulos muy sugerentes”, analiza y prosigue: “Hay una que se trata de dos consuegras discutiendo en el día del casamiento de los hijos,  hay otra que habla del modo de ser de los judíos.  La letra permite relatar el viaje y sostenerlo todo el tiempo”, subraya.

Por otro lado, sobre el eje de la reunión, Judith Bojarski describe: “Engranadas​ tiene que ver con un gran engranaje,  con que cada uno de nosotros permita el movimiento del otro, donde el otro está ahí para contar con él todo el tiempo, para contar con él tanto en la música como para contar con él por una historia.  De eso se trata engranadas. Es complicado laburar con tantas personas, pero el modo en el que se propuso este trabajo, de un engranaje, de algo que circula entre nosotros,  a través de nosotros,  es lo que permite que haya acuerdos o desacuerdos que posibiliten seguir evolucionando hacia mismo proceso musical que intentamos hacer”, dice. Y completa: “El concepto de engranadas surge de la idea de un tránsito, de una errancia , de una diáspora propia del pueblo judío, que se repite particularmente en Paula, en Mara y en mí”.

Así, Paula Daffra señala: “Es un viaje de ida y de vuelta,  de tratar de encontrar un lugar. En ese punto aparece la errancia del deseo, de querer quedarse en un lugar y que lo que uno quiere está en otro. A veces, a quien a uno quiere está en otro lugar.  La errancia de dejar algo sin saber efectivamente qué se va a encontrar del otro lado,  los viajes de regreso a ciertos lugares,  desde otro modo,  desde otra posición”

Sobre ese punto Bojarski relata: “El concepto de engranadas tiene eso, el hilo conductor que lleva de España a Rusia tiene que ver con la música que se hace.  Y justamente es el recorrido de una errancia musical que,  a partir de la persecución básicamente que sufrieron los judíos, es en  esa errancia donde la música sirve de anclaje para un montón de cosas y  es lo que permite una plomada tierra, sentirse un poco más sedentario al mismo tiempo en que ese pisar permite seguir avanzando. No siempre se trata de una errancia sin rumbo, a veces tiene una dirección. En ese ir y venir uno se va encontrando con otra gente,  con otras culturas, con otra música,  con otras pasiones. Y eso permite que,  cada vez, el  paso de uno sea mucho más rico”.

Historias cantadas

Adentrada en la hondura de la propuesta que llegará al Teatrino el sábado, Mara Szachniuk revela: “Tanto lo cantado como no cantado tienen que ver con las historias que se narran,  tienen que ver justamente con la cotidianeidad, con el amor, con el desamor, con cosas que uno lo enganchan a otro. También con lo que uno pierde en el encuentro con otros o lo que uno pierde cuando se  desencuentra con el otro”, y puntualiza: “Las letras están elegidas de ese lugar. Mayoritariamente las canciones hablan de amor,  no siempre es el mismo, no siempre es  un amor romántico: a veces es hacia la tierra,  maternal,  a veces es pasional​, a veces es desamor, la tristeza que muchas veces ese amor implica”, comenta.

Esa región de la infancia

Paula Draffra analiza la propuesta de engranadas desde lo cronológico y lo emocional. Y declara: “Tiene toda la ligazón con nuestra infancia, de la misma manera en que tiene vinculación con ciertas tradiciones. Si bien ninguna de las tres es religiosa, tenemos todo el tiempo la intención de conservar algo de esta tradición.  Al menos a todas nos ha picado desde la tradición musical. Hay algo que viene desde ahí,  desde las sonoridades hasta los timbres,  hasta el instrumento también que uno elige. Eso siempre tiene relación con la infancia. No como ese  lugar fantástico que uno recuerda, porque las infancias son a veces un poco complicadas,  pero es ese  volver a traer esos recuerdos más queridos, verbalizados en  poemas y verbalizados en ciertas tonalidades y ciertas sonoridades, se trata de eso. Ahí está la conexión con la infancia de cada una.  Es evocar una infancia desde la adultez. Porque hay una diferencia muy grande respecto de cuando uno escuchó eso siendo niño a cómo hoy lo pone en manifiesto y también hay una distancia muy grande en tanto apela a nuestra edad actual. Si todo esto  fue la tradición que uno mamó, la música alrededor de la que uno se crió, llega el momento donde uno empieza a plantearse cómo se transmite eso a otros.  Engranadas abre la posibilidad de transmitir todo ese gran afecto que vehiculiza la música,  siendo nosotras ahora las que relatamos la historia . Engranadas tienen esa peculiaridad: somos ahora nosotras las que contamos nuestra historia,  en esa historia que viene circulando y viajando hace muchísimo tiempo”. 

Para cerrar Judith Bojarski destaca: “nosotros encontramos este engranaje precioso. Hay una canción que va a cantar Mara que dice ‘es mí precioso’. Y la verdad es que es un tesoro haber encontrado a estas personas sensibles y susceptibles de  ayudarnos a transmitir todo esto. Es un grupo humano hermoso, con el que podemos reírnos y disfrutar mucho los ensayos , al margen de todas las cuestiones técnicas que uno intenta resolver,  pero no es sin ellos. Me parece que eso  es fundamental”, concluyó.

Otra de las peculiaridades de engranadas es que si bien hay un motor, no funciona  solo por eso, sino porque se encendió en otros un deseo también de acompañarnos y de cada uno tramitar lo propio en eso. Entonces es importante que estemos todos. Es un modo de operar diferente. Si se quiere con nueve directores, ideólogos, motores. Se trata de eso. Todos hemos puesto algo ahí y todos sabemos que  nos estamos llevando mucho más. Eso es lo que augura un  espectáculo fantástico. 


 

PUBLICIDAD