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Con la celebración del Inti Raymi, se festeja hoy el año nuevo andino

En esta parte del mundo hoy se llega al máximo “alejamiento” del sol. El astro regresa y con él la vida. Hoy pasarán la noche más larga y el día más corto, iniciando un nuevo ciclo para la región de los Andes. 
Martes, 20 de junio de 2017 20:12

Se puede decir que en esta jornada comienza el año andino. Hoy pasarán el día más corto y la noche más larga sobre el mundo. El sol, visto desde aquí, comienza su acercamiento a la Tierra. Así se inicia un nuevo ciclo para la economía, la comunidad y el sentimiento religioso de sus individuos. Desde épocas anteriores a los incas, los pueblos de esta parte del mundo festejaban el equinoccio de invierno con la expectativa de tiempos mejores. Con la llegada del imperio andino, la celebración se unificó en Cusco, con gran pompa y complejos rituales: el Inti Raymi. Hoy puede verse un atisbo de cómo podría haberse escenificado, en una fiesta que en Perú se lleva a cabo el 24 de junio de todos los años en los escenarios del Templo del Qorikancha, Plaza de Armas del Cusco y la Explanada de Sacsayhuamán. En Jujuy se festeja el Inti Raymi en el Pucará de Tilcara y en Huacalera, por donde atraviesa el Trópico de Capricornio.
En Salta, varios actos relacionados se llevarán cabo en la ciudad. Muy interesante: en Observatorio Astronómico de la Unsa, a las 18.30 en el complejo universitario de Campo Castañares, se hará una experiencia en la que el arte y la ciencia festejan al solsticio de invierno. Emi Arranz hablará sobre astrofotografía, harán música Pablo Soler, Proyecto Loop y Yuyaichasqui, con visuales de Ela Nunes.

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Se puede decir que en esta jornada comienza el año andino. Hoy pasarán el día más corto y la noche más larga sobre el mundo. El sol, visto desde aquí, comienza su acercamiento a la Tierra. Así se inicia un nuevo ciclo para la economía, la comunidad y el sentimiento religioso de sus individuos. Desde épocas anteriores a los incas, los pueblos de esta parte del mundo festejaban el equinoccio de invierno con la expectativa de tiempos mejores. Con la llegada del imperio andino, la celebración se unificó en Cusco, con gran pompa y complejos rituales: el Inti Raymi. Hoy puede verse un atisbo de cómo podría haberse escenificado, en una fiesta que en Perú se lleva a cabo el 24 de junio de todos los años en los escenarios del Templo del Qorikancha, Plaza de Armas del Cusco y la Explanada de Sacsayhuamán. En Jujuy se festeja el Inti Raymi en el Pucará de Tilcara y en Huacalera, por donde atraviesa el Trópico de Capricornio.
En Salta, varios actos relacionados se llevarán cabo en la ciudad. Muy interesante: en Observatorio Astronómico de la Unsa, a las 18.30 en el complejo universitario de Campo Castañares, se hará una experiencia en la que el arte y la ciencia festejan al solsticio de invierno. Emi Arranz hablará sobre astrofotografía, harán música Pablo Soler, Proyecto Loop y Yuyaichasqui, con visuales de Ela Nunes.


Y entre las actividades se destaca el que, como todos los años, encabeza Katia Gibaja de Gallegos en la cima del cerro San Bernardo con alumnos de la Academia Collasuyo, donde enseña quechua. Comenzará a las siete de la mñana y se desarrollará con diferentes actos hasta que aparezcan los primeros rayos del sol.
“Vamos a cantar un ‘Inti llay’, que significa ‘¡Oh, mi sol!’. Es una canción antigua que rescatamos de la tradición, de los abuelos. Evoca al sol y le pedimos que retorne a ver sus hijos. Es una rogativa muy hermosa que se canta a todo pulmón para que llegue hasta el sol, se dice, con la ayuda de los vientos”, afirma Gibaja, antropóloga y hoy parte del Museo de Alta Montaña, donde puede escucharse el “Inti llay” al ingresar a donde se hallan Los Niños. “Es una melodía muy bonita que busca estabilizar el ser. Creo que es justa para nosotros, los que vivimos en 2017, donde realmente nuestra sociedad se ha desorganizado. La fiesta del Inti Raymi quiere decir que el mismo orden del cosmos es el que debe haber en la Tierra. Algo de lo que nos damos cuenta biológicamente las personas, pero en la convivencia humana lo hemos desorganizado, y estos momentos son para volver a organizarnos. Eso es lo que significa ser parte de una comunidad para vivir bien”, dice Katia.

Delfor Layme es especialista en medicina andina y participante de varias como comunidades, como “chasqui andino”, según él mismo se define. Dice que el Inti Raymi “marca el inicio de un nuevo ciclo espacio-temporal muy importante. Nuestros ancestros eran grandes astrónomos y habían determinado la fecha del año en el que es mayor la distancia entre el sol y nuestro mundo. Entonces ellos conmemoraban el regreso del sol, que volvía para darle vida a nuestro mundo. En aquellas épocas para pasar la noche más larga y más fría, se encendían fogones. Es que el sol aún está débil, recién naciendo, y somos nosotros quienes debemos brindarle a él nuestro calor, nuestra energía. Para ayudarlo a que regrese, se hizo el ‘Inti watana’, que en quechua es del verbo ‘amarrar’, o sea para atar al sol y que no se aleje más”, dice Layme.
“No es que el sol sea una deidad y se lo adora como tal. El Inca trataba al sol como a un padre visible y como tal se comportaba con la responsabilidad paterna que muestra: no abandonaba a sus hijos”, dice Katia.

Para Layme, no hay una medicina especial que se ejerza en estos días dentro del mundo andino. “No necesariamente se hace un ritual terapéutico especial. Pero en este momento para quienes van a recibir el año nuevo, se busca realizar una limpieza mental y física, incluso con ayuda de dietas solamente, comiendo sin sal, una preparación de maíz. Era un ritual de purificación para esperar el año nuevo y dejar espacio para recibir lo que trae el año nuevo”, cuenta.
 

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