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En La Loma piden pavimento desde hace más de 35 años

Se trata de solo cuatro cuadras del barrio. Cuando llueve las calles se vuelven ríos torrentosos y es imposible salir de las casas.
Martes, 22 de agosto de 2017 00:00

Los vecinos de barrio La Loma vuelven a renovar sus gestiones de quejas ante el pésimo estado de sus calles. Se trata de los frentistas de la calle Posta de Yatasto, entre 12 de Octubre y O'Higgins, que ya están cansados de volver a tramitar durante años el pedido de pavimentación de solo tres cuadras que faltan en esa barriada de la zona oeste de la ciudad de Salta.

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Los vecinos de barrio La Loma vuelven a renovar sus gestiones de quejas ante el pésimo estado de sus calles. Se trata de los frentistas de la calle Posta de Yatasto, entre 12 de Octubre y O'Higgins, que ya están cansados de volver a tramitar durante años el pedido de pavimentación de solo tres cuadras que faltan en esa barriada de la zona oeste de la ciudad de Salta.

Esa urbanización tiene al menos 40 años y, de a poco, fueron pavimentando sus calles con el transcurrir de los años. Esa parte quedó abierta al ripio y es precisamente la zona que más pendiente tiene de oeste a este. En consecuencia, cuando llegan las lluvias, las calles se tornan ríos tormentosos, cuyo caudal hace imposible el desarrollo de la vida cotidiana.

La gente no puede salir de sus casas, a los autos es mejor no arrancarlos y ni los servicios de emergencias pueden llegar, ya que por esas calles baja toda el agua que viene de las serranías del oeste.

Hay vecinos que mostraron papeles de más de 35 años en los que solicitan la pavimentación, pero hasta ahora ningún intendente les dio solución alguna.

Los vecinos siguen esperando las obras. Ya se viene otra temporada de lluvias y es cuando ni los vehículos con doble tracción se animan a ingresar por esa zona.

"Fueron tan malos los anteriores intendentes que todo hicieron mal. Trajeron gente que no sabe nada de obras y armaron los cordones cunetas que ya se están borrando en el ripio. Lo curioso es que los cordones cunetas tienen diferentes medidas en cada cuadra y en cada frente. Tienen también diferentes alturas por lo que, cuando alguno se digne en pavimentar, van a tener que romper todo y hacer todo desde cero", dijo Andrés, un vecino de Yatasto al 1100.

Los vecinos le piden concretamente al intendente Gustavo Sáenz que pevimente esas cuatro cuadras para mejorar la calidad de vida de mucha gente.

Un combo

Las capas geológicas de ripio fueron tapando los cordones y las calles se volvieron senderos. Y las veredas tampoco existen por lo que los vecinos no ven demasiado los límites de nada y dejan sus desechos por todos lados. Durante las lluvias no ingresan los camiones recolectores de la basura y el panorama se vuelve desolador.

Completan el combo los pasajes 25 de Mayo y otro que no tiene nombre, al que los vecinos denominan "el pasillo" y es donde los muchachos se juntan a pasar su tiempo de ocio de maneras no muy sanas. La poca accesibilidad les brinda un marco perfecto de guarida ante los móviles policiales que ya no se animan a ingresar.

Los vecinos tienen una paradoja: tienen agua de sobra, pero de sus grifos no cae ni una gota. Por la Posta de Yatasto hay una vertiente por la que constantemente brota agua. Tanta sale que los vecinos de esa cuadra encauzaron la vertiente para las cloacas; esto porque no saben qué hacer ante la inoperancia histórica de Aguas del Norte.

En esa contradicción, el servicio de agua domiciliaria tiene serias deficiencias y gran parte del año no tiene el suministro esencial para la vida.

Es difícil entender que la zona cuente con un recurso que brota de la tierra y que, sin embargo, no lo tengan en sus casas.

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