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13 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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¿Y la reducción de emisiones contaminantes?

Sabado, 26 de agosto de 2017 00:00

Julio es el mes más caluroso en todo el planeta, según la National Oceanic and Atmospheric Administration, organismo del gobierno norteamericano a cargo de las investigaciones climáticas en los continentes y los mares. Pero lo realmente importante es que los meses de julio del 2017 y del 2016 registraron la temperatura más altas en todo el planeta, desde que se llevan esos registros (año 1880). La temperatura mundial ya se ubica un grado por encima del promedio de la temperatura en el pasado siglo XX. Los últimos 41 meses correspondientes a julio ya están por encima de este promedio del siglo XX, esto indica que la tendencia al aumento es claramente sostenida y creciente.

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Julio es el mes más caluroso en todo el planeta, según la National Oceanic and Atmospheric Administration, organismo del gobierno norteamericano a cargo de las investigaciones climáticas en los continentes y los mares. Pero lo realmente importante es que los meses de julio del 2017 y del 2016 registraron la temperatura más altas en todo el planeta, desde que se llevan esos registros (año 1880). La temperatura mundial ya se ubica un grado por encima del promedio de la temperatura en el pasado siglo XX. Los últimos 41 meses correspondientes a julio ya están por encima de este promedio del siglo XX, esto indica que la tendencia al aumento es claramente sostenida y creciente.

Este reciente informe de la NOAA también advierte que la superficie de hielo en el Ártico en el mes de julio de este año estuvo un 16,1% por debajo del promedio existente en 1981-2010. Algo similar viene ocurriendo en la Antártida, donde la superficie cubierta por hielo en julio fue la mínima desde que se llevan estos registros. Además, destaquemos que ya se abrieron grandes grietas con importantes fracturas, lo que dio lugar a una gran masa flotante en el mar.

La NOAA también administra el Observatorio de Mauna Loa en Hawái, donde se registran las emisiones globales de gases contaminantes, y lo que es muy importante, se cuantifican los que están rodeando nuestro planeta. En julio de este año la concentración de gases tipo CO2 ya se ubica en 407 PPM, es decir partes por millón. Se trata de una magnitud de muy alto riesgo si deseamos evitar catástrofes como incendios, inundaciones, sequías, desaparición de especies animales y daños a la salud humana.

Existe el compromiso de todas las naciones convocadas por Naciones Unidas de no cruzar la barrera de 450 ppm, si es que se quiere que la temperatura mundial no suba más de dos grados, lo cual ocasionaría enormes impactos negativos. Entre 1980 y el 2000 la cantidad acumulada de CO2 aumentó de 338 a 369, es decir, 31 ppm. En la actualidad ya se ubica en 407, peligrosamente aumentó 38 ppm. Así, nos acercamos al límite crítico de 450 ppm. Como se observa, no queda mucho margen para actuar decididamente. La Tierra es nuestra única nave para un largo viaje espacial, por eso la tenemos que cuidar.

En noviembre se realizará en Bonn la reunión convocada por la ONU para considerar la agenda mundial climática. No es alentador que Donald Trump haya decidido no asumir ningún compromiso de reducción de emisiones contaminantes.

 

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