La incertidumbre es grande. Más de 100 carreros comenzaron ayer una protesta en la plaza 9 de Julio. Este viernes, 4 de agosto, se termina el plazo para la tracción a sangre en la ciudad y, según dijeron, son muchos los que aún están afuera del plan de reconversión que lleva adelante el municipio capitalino.
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La incertidumbre es grande. Más de 100 carreros comenzaron ayer una protesta en la plaza 9 de Julio. Este viernes, 4 de agosto, se termina el plazo para la tracción a sangre en la ciudad y, según dijeron, son muchos los que aún están afuera del plan de reconversión que lleva adelante el municipio capitalino.
Cuando faltan apenas horas para que se cumpla el plazo, los carreros imploran por una prórroga y una reunión con el intendente Gustavo Sáenz. También aseguraron que permanecerán allí hasta tener una respuesta y no descartan iniciar una huelga de hambre e incluso encadenarse.
Desde que se anunció el fin de la tracción a sangre en febrero pasado, los carreros que elegían la reconversión debían pasar por varias instancias hasta esta fecha. Empadronamiento, visita de las asistentes sociales a las casas de cada uno, elección de las tres opciones para la reconversión y entrega del carro y el caballo. Ahora se llegó a la etapa final, y son muchos los que dicen no estar en condiciones de bajarse de su carro.
Los reclamos
Los carreros que están apostados en la plaza 9 de Julio señalaron que son 340 los trabajadores y que menos de 100 tuvieron alguna solución. Además, afirmaron que solo 30 recibirán las motocargas y que muchas de esas personas no son carreros.
"Las asistentes sociales no llegaron a las casas de todos los compañeros. Y a muchos no pasó que no nos anotaron porque no vivíamos en condiciones de hacinamiento", dijo Carina Weber, una de las mujeres que está al frente del reclamo.
El propio intendente informó que se les ofrecieron tres alternativas a los carreros: cambiar el carro y el caballo por motocargas, la realización de oficios con un pago mientras dure el cursado y la posterior entrega de herramientas y la última opción era prestar servicios al municipio.
El 24 de julio pasado, desde la comuna dieron las siguientes cifras: fueron censadas 362 personas en distintos puntos de la ciudad, constatando que 224 son propietarios que viven de la actividad carrera y que, hasta ese momento, 114 habían manifestado su adhesión al cambio.
Julio Durán es otro de los trabajadores que está en la plaza. Asegura que pese a que todos están empadronados, muchos no recibieron una respuesta aún. El hombre también habló de las personas que están haciendo el curso para manejar su motocarga. "Solo son 30 los que están haciendo el curso para recibir su motocarga, y el resto qué hacemos. No les entregarán las motos ahora. Ellos están recibiendo 200 pesos por día y no sé si les alcanza para comer", afirmó.
En otra parte de su relato, se mostró alarmado sobre qué pasará el 5 de agosto, cuando ya no puedan andar los carros tirados por caballo. "El sábado será el problema, cuando la gente vaya al mercado a cargar. Los policías estarán esperando para quitarles el carro. Tememos una represión", señaló.
Los carreros dijeron que no están siendo fogoneados por ningún político, y atacaron a Freddy Flores, quien era el líder de los carreros y ahora es candidato a concejal.
Las claves de la reconversión
- En febrero pasado, el intendente Gustavo Sáenz anunció que el 4 de agosto se terminaba la tracción a sangre en la ciudad de Salta.
- El municipio inició un empadronamiento de carreros en los CIC y en Villa 20 de Junio.
- Una vez empadronados, se avanzó con el censo socioeconómico. Las asistentes sociales visitaron las casas de las familias carreras para tener una idea cierta de las condiciones en las que vivían.
- Con los números en mano, el municipio ofreció tres alternativas a los carreros: la entrega del carro y el caballo a cambio de una motocarga, la realización de oficios con un pago mientras dure el cursado y la posterior entrega de herramientas y la última opción era prestar servicios al municipio.
- Muchos firmaron el compromiso de avanzar con la reconversión, pero otros tantos no. Son 30 los que ya están haciendo el curso para tener su motocarga. Otra centena se manifiesta en la plaza 9 de Julio.