”Ojalá vivas tiempos interesantes”, ópera prima del salteño Santiago Van Dam, se estrena hoy en las salas del país y tiene a Ezequiel Tronconi como protagonista, en una cinta que narra las vicisitudes y delirios de un escritor.
“Siento que los artistas pueden tener empatía con la película porque todos pasan por muchas trabas creativas. Yo, cuando escribo teatro y cine, tengo esas crisis y las intento solucionar de una manera prudente. Santi (Van Dam, el director) quería llevar todo eso a un límite de locura”, señaló Tronconi en una entrevista con Télam.
Marcos (Tronconi) es un exitoso escritor de libros infantiles hasta que decide cambiar el rumbo de su carrera. A pesar de su soberbia e ímpetu, pasan los años y el personaje no logra superar las 25 páginas que él intenta calificar como una novela, a pesar de que un editor se la rechaza de plano.
El único éxito que consigue es como cosechador y vendedor de una planta alucinógena, negocio con el que sobrevive y gracias al cual piensa un escape del país para, así, conseguir aire para la inspiración. Justamente, el armado de ese periplo es el que le abre las puertas a la creatividad y da paso a los macabros sucesos que luego se desarrollarán en la cinta.
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”Ojalá vivas tiempos interesantes”, ópera prima del salteño Santiago Van Dam, se estrena hoy en las salas del país y tiene a Ezequiel Tronconi como protagonista, en una cinta que narra las vicisitudes y delirios de un escritor.
“Siento que los artistas pueden tener empatía con la película porque todos pasan por muchas trabas creativas. Yo, cuando escribo teatro y cine, tengo esas crisis y las intento solucionar de una manera prudente. Santi (Van Dam, el director) quería llevar todo eso a un límite de locura”, señaló Tronconi en una entrevista con Télam.
Marcos (Tronconi) es un exitoso escritor de libros infantiles hasta que decide cambiar el rumbo de su carrera. A pesar de su soberbia e ímpetu, pasan los años y el personaje no logra superar las 25 páginas que él intenta calificar como una novela, a pesar de que un editor se la rechaza de plano.
El único éxito que consigue es como cosechador y vendedor de una planta alucinógena, negocio con el que sobrevive y gracias al cual piensa un escape del país para, así, conseguir aire para la inspiración. Justamente, el armado de ese periplo es el que le abre las puertas a la creatividad y da paso a los macabros sucesos que luego se desarrollarán en la cinta.
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