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Dos instituciones con fines similares pelean por un edificio

Desde el lunes el San Bernardo utilizará la casa de la Boedo. La fundación Lapacho quiere recuperar el lugar.
Sabado, 20 de enero de 2018 00:00

Tanto la fundación Lapacho como la Oficina Hospitalaria de Violencia contra la Mujer (OHVM) del hospital San Bernardo encaran sus trabajos con el mismo propósito social: atender a las víctimas de los ataques de género.

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Tanto la fundación Lapacho como la Oficina Hospitalaria de Violencia contra la Mujer (OHVM) del hospital San Bernardo encaran sus trabajos con el mismo propósito social: atender a las víctimas de los ataques de género.

Incluso sus acciones se enmarcan bajo la órbita de una misma ley. Sin embargo, no logran llegar a un acuerdo sobre la utilización del edificio ubicado en Boedo 167. Desde el lunes, la OHVM utilizará ese inmueble, donde antes atendía Lapacho.

A mediados de noviembre, integrantes de la fundación no pudieron ingresar al edificio que ocupaban desde el 2004, ya que no les habían renovado el comodato.

Desde Lapacho aseguraron que solicitaron una prórroga, pero e hospital San Bernardo ya comunicó que desde este lunes abrirá allí sus puertas la OHVM.

La fundación trabaja hace 25 años con diferentes temas sociales. Fue pionera en abocarse a la violencia de género.

Por su lado, la OHVM funciona desde hace un año. Tiene como objetivo "ser la detección temprana de violencia contra la mujer", afirmó Esteban Cabrini, quien estará a cargo de dicha oficina.

Acciones

Desde la Fundación Lapacho, informaron a El Tribuno que mantuvieron una reunión con el ministro de Gobierno, Derechos Humanos y Justicia, Marcelo López Arias, para tratar de continuar desempeñando las tareas en ese inmueble

Mónica Ceballos, secretaria de la fundación Lapacho, cuenta que son muchos los tratamientos que se dejaron a medio terminar por no tener un lugar dónde funcionar.

"La secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad nos había derivado adolescentes en conflicto con la ley o víctimas de violencia. La Cooperadora Asistencial nos mandó a personas que se encuentran con riesgo social, y víctimas de violencia de género. Los juzgados nos derivaron también, por el mismo tema, varones y mujeres", detalló Ceballos.

El nuevo servicio

La OHVM, además de la detección temprana de casos de violencia tiene una comunicación directa con los fiscales, a través de un sistema que les envía una alerta a sus celulares.

Posteriormente, trabajan en conjunto para la contención psicológica y social de la víctima con el Ministerio de Justicia, la Oficina de Violencia Familiar y el Ministerio Público.

Consultados por una labor en conjunto, Ceballos afirmó: "Apoyamos el trabajo del hospital, pero si hay alguna organización que viene trabajando en el tema, hay que sumar esfuerzos".

Puntos de vista

Por su lado, Cabrini sostuvo: "Sería excelente trabajar en conjunto, pero nunca se comunicaron. Fuimos a tocar la puerta varias veces pero nadie nos atendió".

Aunque, no se aventuró a dar señales positivas para una posible utilización del edificio de ambas partes, ya que eso debería consultarlo con la gerencia del hospital.

Los directivos del hospital San Bernardo les solicitaron al personal de la fundación que retiraran el mobiliario, poniendo a disposición la llave del edificio.

Los de Lapacho omitieron este pedido. Afirman no disponer de un espacio dónde despistar el mobiliario que allí guardan. "Llegamos a esta situación porque no nos dieron tiempo a nada", respondió Ceballos.

La fundación, además, pidió una prórroga al director general de Tierras Fiscales y Bienes del Estado.

Ambos trabajos, el del Hospital San Bernardo, con la detección temprana, y el de la Fundación Lapacho, por el trabajo social con los hombres generadores de violencia, responden a los mandatos de la misma ley nacional, la número 26.485, de protección integral a las mujeres.

La legislación, a favor de ambas 

La ley nacional 26.485 de Protección Integral a las Mujeres establece en el artículo 10 que “el Estado nacional deberá promover a las distintas jurisdicciones para la creación e implementación de servicios integrales de asistencia a las mujeres y las personas que la ejercen”. 

La fundación Lapacho es una de las únicas instituciones que trabaja en la reinserción social de los violentos. 

La última reunión anual que tenían con un grupo de hombres en rehabilitación, tuvieron que hacerla en la calle.

Por otro lado, en su artículo 11, sección 4 inciso c, señala que se deberá “diseñar protocolos específicos de detección precoz y atención de todo tipo y modalidad de violencia contra las mujeres, prioritariamente en las áreas de atención primaria de salud”.

A este rol, el de la detección precoz, lo cumple la Oficina de Violencia Hospitalaria contra la Mujer, desde el principal centro primario de salud de la provincia: el hospital San Bernardo.

 

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