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El Valle de Lerma volvió a mostrar fallas ante temporales

Rosario de Lerma, Cerrillos y La Merced se inundaron.
Jueves, 25 de enero de 2018 00:00

Incomunicados, aislados, anegados y sin soluciones. Otra tormenta puso a gran parte de la región del Valle de Lerma en estado de emergencia hídrica. Los caminos vecinales siguen siendo canales de desages que atrapan cantidades enormes de agua provenientes de los cerros del oeste de Chicoana y la cuenca alta del Rosario. Todo termina siendo una enmarañada red de drenajes clandestinos, que cada año estropea aún más las frágiles estructuras urbanas de los pueblos de la zona.

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Incomunicados, aislados, anegados y sin soluciones. Otra tormenta puso a gran parte de la región del Valle de Lerma en estado de emergencia hídrica. Los caminos vecinales siguen siendo canales de desages que atrapan cantidades enormes de agua provenientes de los cerros del oeste de Chicoana y la cuenca alta del Rosario. Todo termina siendo una enmarañada red de drenajes clandestinos, que cada año estropea aún más las frágiles estructuras urbanas de los pueblos de la zona.

Cerrillos, El Carril y Chicoana padecieron la peor parte de la tormenta de ayer por la mañana. El resto de la región padeció cortes intermitentes en rutas y hubo barrios anegados.

Rosario de Lerma y la historia sin fin de sus escurrimientos callejeros. El acceso a la ciudad por la ruta provincial 23 tuvo cortes en varios tramos. El tránsito debió ser desviado por Campo Quijano para llegar desde y hacia la ciudad de Salta.

Cerrillos tuvo desbordes en Los Alamos, Congreso Nacional y en toda la zona urbana y céntrica de la ciudad. La calle canal que corta de manera perpendicular la ruta 23, camino a Rosario de Lerma, mantuvo aislados a los pobladores del suroeste. Alcanzó casi un metro de profundidad en algunos sectores y una fuerza capaz de arrastrar fácilmente a una persona. Los vecinos de Villa Esperanza, de la calle 3 de Febrero y un sector de Pueblo Nuevo se vieron impedidos de salir de sus hogares por varias horas.

La calle del hospital Santa Teresita otra vez se anegó. "No podemos llegar al hospital por alguna urgencia cada oportunidad que llueve. Todo sigue igual. No ha cambiado en nada Cerrillos", comentó Matías, vecino de esa zona de la ciudad.

Hacia La Merced, hubo cortes sobre la ruta nacional 68, como de costumbre, en El Algarrobal, Las Pircas y la curva de Sumalao. El pueblo también tuvo lo suyo, agua proveniente del camino a los vallistos.

En El Carril cayeron 40 milímetros en 30 minutos. El flamante barrio Las Virreinas, ubicado al sur de esta la localidad, a un costado de la ruta nacional 68, sufrió los embates de la tormenta. Las calles se convirtieron en ríos que desbordaron e ingresaron en muchas de las viviendas. La gente desesperada buscaba salvar los muebles y electrodomésticos, pero poco pudieron hacer frente al enorme caudal.

La barriada fue inaugurada el año pasado. Las agua llegan "clandestinamente" de una finca privada, al otro lado de la ruta, cuyos canales aliviadores de sus campos terminan desagotando agua y barro sobre este barrio.

"Reclamamos el año pasado con la entrega de las casas y las primeras lluvias. Nos prometieron la intervención de la comuna, pero hasta el momento nada", reclamó Estela.

Hubo vecinos aislados en barrios de Chicoana 

El agua aisló por varias horas a toda la comunidad de Chicoana. La peor parte la sufrió El Mollar, Bella Vista y El Pedregal. Estos parajes ubicados en el sector sur oeste de esta comuna padecieron las de Caín. Los caminos sin mantenimiento durante meses terminaron de ser el sumidero de un caudal inesperado que bajo de las cumbres de Pulares y La Viña. “No teníamos por dónde salir, menos mal que no se presentaron urgencias. Nunca nos arreglan los caminos, ahora será peor. No podemos salir de nuestras casas. Somos postergados, hicimos reclamos a Vialidad de la Provincia cuando vino el gobernador Urtubey, pero pasaron los meses. Estos caminos ahora son ríos”, se quejaron.
En estas tres poblaciones viven alrededor de mil personas. 
 

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