Cachetazos, empujones y un futbolista que tuvo que correr alrededor del campo de juego fue el saldo de la ‘apretada‘ que protagonizó la barra brava de Newell’s Old Boys de Rosario en pleno entrenamiento.
Cerca de 200 hinchas utilizaron la excusa de un banderazo para acercarse al predio de Bella Vista donde se realizaba la práctica dirigida por Omar De Felippe el martes por la tarde.
Luego de cantar para que ganen el clásico frente a Rosario Central, que se jugará el 1 de noviembre por cuartos de final de la Copa Argentina en estadio a definir, comenzaron a tirar bombas de estruendo.
Después se acercaron hasta los jugadores y la situación se tornó violenta, al punto tal que Hernán Bernardello, capitán y uno de los más experimentados, fue empujado por varias personas.
El que peor la pasó fue Brian Sarmiento, quien intentó mediar para calmar las aguas, y recibió varias cachetadas por parte de los barras.
Además, Víctor Figueroa, otro de los más experimentados, tuvo que correr por la cancha para evitar ser agarrado por unos violentos hinchas.
Lo curioso es que el plantel de la ‘Lepra‘ sabía de boca de un dirigente que iban a ir cerca de diez hinchas a conversar con ellos, aunque el número terminó siendo mucho más abultado y el tono no quedó sólo en una charla.
Por su parte, Gerardo González -hombre de Futbolistas Argentinos Agremiados en la ciudad de Rosario- se comunicó con algunos jugadores del plantel y se puso a disposición en caso de que deseen hacer algún tipo de denuncia, algo que parece poco probable.
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Cachetazos, empujones y un futbolista que tuvo que correr alrededor del campo de juego fue el saldo de la ‘apretada‘ que protagonizó la barra brava de Newell’s Old Boys de Rosario en pleno entrenamiento.
Cerca de 200 hinchas utilizaron la excusa de un banderazo para acercarse al predio de Bella Vista donde se realizaba la práctica dirigida por Omar De Felippe el martes por la tarde.
Luego de cantar para que ganen el clásico frente a Rosario Central, que se jugará el 1 de noviembre por cuartos de final de la Copa Argentina en estadio a definir, comenzaron a tirar bombas de estruendo.
Después se acercaron hasta los jugadores y la situación se tornó violenta, al punto tal que Hernán Bernardello, capitán y uno de los más experimentados, fue empujado por varias personas.
El que peor la pasó fue Brian Sarmiento, quien intentó mediar para calmar las aguas, y recibió varias cachetadas por parte de los barras.
Además, Víctor Figueroa, otro de los más experimentados, tuvo que correr por la cancha para evitar ser agarrado por unos violentos hinchas.
Lo curioso es que el plantel de la ‘Lepra‘ sabía de boca de un dirigente que iban a ir cerca de diez hinchas a conversar con ellos, aunque el número terminó siendo mucho más abultado y el tono no quedó sólo en una charla.
Por su parte, Gerardo González -hombre de Futbolistas Argentinos Agremiados en la ciudad de Rosario- se comunicó con algunos jugadores del plantel y se puso a disposición en caso de que deseen hacer algún tipo de denuncia, algo que parece poco probable.