Durante septiembre de 2018, el Congreso de la Nación no sancionó ninguna ley. Ni una sola. Puede comprobarse en www.boletinoficial.gob.ar, al revisar las publicaciones de ese mes.
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Durante septiembre de 2018, el Congreso de la Nación no sancionó ninguna ley. Ni una sola. Puede comprobarse en www.boletinoficial.gob.ar, al revisar las publicaciones de ese mes.
La Ley de Presupuestos vigente para el corriente año 2018 (Ley N§ 27.431) incluye una partida (Código 16) para el Senado de $7.263.276.048, correspondiente a "Formación y Sanción de Leyes Nacionales", y de $6.581.586.940 (Código 17) para Diputados, destinada a "Formación y Sanción Legislativa". Por lo tanto, no tener una sola ley sancionada en septiembre de 2018 nos ha costado $1.153.738.582,33. La cosa, por cierto, no tiene pinta de cambiar en 2019, que es, además, año electoral, en los que la actividad parlamentaria se reduce ya que los legisladores están abocados a las campañas.
El Proyecto de Ley de Presupuesto para 2019, elaborado por el Poder Ejecutivo y que, actualmente, se discute en el Congreso, prevé, para "Formación y Sanción de Leyes Nacionales" del Senado, una partida de $9.076.560.815, de la cual $8.633.441.758 está destinada a "Gastos de Personal". En lo que respecta a Diputados, la partida "Formación y Sanción Legislativa" tiene asignados $9.264.569.042, de los cuales $8.606.377.576 están destinados, nuevamente, a "Gastos de Personal".
El salario mensual promedio de un legislador nacional (tenemos 329; 257 diputados y 72 senadores) ronda los $200.000, esto es, 18.6 veces más que el salario mínimo vital y móvil que, hoy, está fijado en $10.700. Por lo tanto, el gasto sólo en retribuciones de los legisladores nacionales en septiembre de 2018 fue de no menos de $65.800.000. A esto hay que adicionar los salarios de los innumerables asesores (y "ñoquis", que haberlos, haílos).
No están computados los legisladores provinciales. Salta tiene una Cámara con 60 diputados y otra con 23 senadores (presupuesto para 2018, $862.870.140, salarios a partir de $75.000. La próxima vez que se pregunte sobre las razones del peligroso auge de la antipolítica, lea atentamente lo anterior.