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“En el país nos sobra talento para lograr ficciones de calidad”

Entrevista a Esteban Bigliardi
Lunes, 22 de octubre de 2018 15:20


El actor, coprotagonista de Griselda Sicialini en Morir de Amor, dialogó en exclusiva con El Tribuno sobre los desafíos de su papel en el que se destaca por la pantalla de Telefé. Allí encarna a Juan Deseado, un hombre aparentemente encantador con un costado asesino. Además de hablar de la serie dirigida por Anahí Berneri, aseguró que la salteña Lucrecia Martel es un referente para su generación y que nuestra provincia es un “centro histórico y cultural tremendo”.

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El actor, coprotagonista de Griselda Sicialini en Morir de Amor, dialogó en exclusiva con El Tribuno sobre los desafíos de su papel en el que se destaca por la pantalla de Telefé. Allí encarna a Juan Deseado, un hombre aparentemente encantador con un costado asesino. Además de hablar de la serie dirigida por Anahí Berneri, aseguró que la salteña Lucrecia Martel es un referente para su generación y que nuestra provincia es un “centro histórico y cultural tremendo”.

¿Cómo construiste este personaje tan complejo? Que además es protagonista de la serie...

La construcción del personaje fue un trabajo conjunto con Anahí. Teníamos algunas pautas que queríamos respetar, y una era que el protagonista fuese un Dandy o un caballero, que fuese un personaje muy seductor. Ese poder de seducción es lo que le permite acercarse a quienes van a ser sus víctimas. Porque de alguna manera es encantador, y eso permite que las mujeres se enamoren de él y pueda tener una relación. Las pautas de construcción decían que era un tipo elegante y un científico, con un background de cultura y modales también muy rico. También lo fuimos construyendo a través de los libros y los guiones que fuimos trabajando y a las situaciones que iban pasando. Queríamos que fuese un personaje encantador para crear un contraste fuerte cuando fuese un criminal y cometía los homicidios.

Dada esa dualidad del personaje, ¿viste documentales o te informaste sobre patrones de personalidad de otros asesinos?

En la historia del cine con personajes homicidas o criminales, creo que los más atractivos son aquellos en los que uno se puede reconocer. De esos que no son lejanos, sino que generen cierta humanidad y verlo en actos y cosas en las que uno se reconoce. Eso es mucho más terrorífico, porque cuando uno se identifica con un asesino y ve que esa persona mata, ve el potencial de asesino que puede tener cada uno adentro. 
Por eso, creo que es bueno que en las ficciones los personajes estén construidos desde un verosímil. Creo que no se trata solo de armar el arquetipo de un hombre malvado, asesino o persona cruel, sino que también sea por momentos bueno, seductor y compasivo, que son todos rasgos que este personaje tiene. El cine en ese sentido ha sido rico en experiencias en películas que nos mostraron eso a lo largo de la historia. Un poco la idea es poder ir por ese camino.

El cine tiene un largo camino en ese sentido, pero la tele no, ¿Cómo actor, el hecho de saber la cantidad de gente que hay detrás de esta producción, te lleva a querer generar algo distinto?

Si, claramente es un plus a la hora de actuar que es inmejorable. Sin desmerecerlo, no es lo mismo actuar en un teatro de la calle Corrientes, con todo el ruido del tránsito, que hacerlo en el Teatro San Martín. En el marco en que se dio esto, es más o menos así. Para mi es una sociedad muy feliz la que se está dando con Telefé, que es una productora de contenido para televisión enorme, con una directora de cine y con una factura técnica en todos los rubros de una calidad superlativa. Desde el vestuario hasta la puesta de cámara, la fotografía. Eso es un apoyo para lo actoral que es inmejorable.

¿Cómo vez la calidad de las ficciones en nuestro país? 

Hay algo que pasa acá en Argentina, y es que felizmente tenemos una gran cantidad de técnicos, actores y guionistas increíbles y de un nivel altísimo. Con mucho oficio y muchos años de trabajo. Y me parece que tenemos que confiar más en nosotros y apuntar más a eso. Apostar a que se puede hacer ficciones de calidad y éste es un ejemplo claro. También está pasando algo con todas estas plataformas para ver películas y series, la gente tiene acceso a esos productos y también va subiendo la vara de lo que exige y quiere ver.

¿Los espectadores son más exigentes?

Sí. Y acá nos sobra talento para lograr eso, lograr ficciones de calidad. Por estoy muy feliz por esta apuesta de Telefé, que es algo nuevo y de gran calidad. También esto genera tendencia, porque la posibilidad de que a estos productos les vaya bien y que la gente los mire, va a hacer que se reproduzcan y se sigan haciendo este tipo de cosas. Y no solo para un mercado local, sino también la posibilidad de volver a la producción argentina de los años 50 o 40, que era centro de Hispanoamérica y de España inclusive. Se producía de acá para afuera y Argentina era un pequeño Hollywood para países hispanohablantes.
Seguimos teniendo en los últimos 30 años la pasión por el cine y la televisión, y resultó en que tenemos mucha gente con mucha experiencia, y ojalá podamos poner volver a poner al país y a la producción nacional a esa altura. Ojalá podamos exportar el talento audiovisual que hay acá.

¿Cómo te vinculas por fuera de la televisión con otros aspectos de la actuación, como el teatro o el cine? ¿Dónde te sentís más cómodo? 

Yo hago mucho teatro. El teatro de Buenos Aires es en donde me formé. En mis comienzos estuve con una compañía con la que hice muchas obras, y cine vengo haciendo desde hace varios años y es un poco mi mundo, en donde más he trabajado. Disfruto de todos los proyectos. Cada uno tiene sus características y su forma de producción distinta, pero si el material con el que estoy trabajando me gusta, sea cine, teatro o televisión, y me siento cómodo, puedo aprender o desarrollar algo, o aportar algo al proyecto, para mí es casi lo mismo. 

Hablabas del talento argentino. Salta tiene a una gran directora, que es Lucrecia Martel..

Lucrecia es un referente inevitable para cualquiera que se dedique a esto. La conozco, miro mucho y amo sus películas, y me encantaría trabajar con ella alguna vez. Es alguien que a toda nuestra generación nos influenció y admiramos mucho. Es de esas personas que te da mucha alegría el solo hecho de ser contemporáneo a ella y de ir asistiendo año a año a sus obras, y ver cómo va creciendo su posición de lo que considera que es el cine. La verdad que es una persona inevitable en el mapa del cine argentino.
La admiramos y es increíble que encima no sea parte del centralismo porteño histórico de Buenos Aires. Esto de que aparezcan estos talentos de lugares tan alejados y encima que sea Salta, que en realidad es un centro histórico y cultural tremendo. Yo estuve hace dos años en Salta viajando con mi familia. Nunca había ido y fue como una sorpresa, de esa cosa de decir “Che, ¿cómo nadie me dijo esto? ¿Cómo es que hay que ir a Granada o a Córdoba en España o a París y no me avisaron antes que a una hora y media de vuelo está este tesoro histórico?”. Viajé muchos por los Valles Calchaquíes. 
Lucrecia en sus películas cuenta muchas historias de la sociedad de ahí, y que existan directores que no tengan solamente una mirada porteña, enriquece mucho, porque son historiadores de las distintas regiones del país. Vos ves sus películas y de alguna manera estudiás un poco la historia de Salta, porque hay algo de esa sociedad que la conocés a través de sus películas. Y es algo muy rico.

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