Aunque no es novedad, diciembre es un mes de balances personales, aún sin proponérselo. Y en ese balance, para muchos están los “pendientes”, como los libros que no leímos. Pero todo cobra otro color cuando los artistas opinan sobre aquello que, en algún punto, los conmueve. Por eso, El Tribuno dialogó con hombres y mujeres de nuestras letras. Y entre los hallazgos literarios de 2018, ellos marcaron sus preferencias.
Las respuestas resultaron tan diversas como la literatura misma y esto dijeron los consultados.
En primer término, Mario Flores, el joven tartagalense premiado, hacedor de la novela “Hikaru” (nombre de un animé de culto, donde la historia es un recorrido por dos vidas comunes vistas a través del lente del animé, donde lo fantástico traduce lo real), recomendó “Un billete de mil australes encontrado en un libro de Carl Sagan”, de Fernanda Mugica (Editorial Municipal de Rosario, 2018). La poesía es veloz y avanza sin interrupciones. Las imágenes que reparte en los poemas son muy estridentes: el ritmo es inquebrantable porque su voz es fresca, los recursos del lenguaje son transparentes, las palabras que usa son las más definidas, nada de palabras complicadas para disfrazar ni ornamentos innecesarios. Conjuga la normalidad de lo cotidiano con lo visceral del sentir y ese tono entre lo fatídico y lo irónico es casi un leitmotiv de la poesía contemporánea, porque es fácil identificarse y al mismo tiempo es un descubrimiento constante”, afirmó.
También consultamos a la escritora porteña Elena Bossi, que reside en Jujuy, y en su caso se enfocó en un joven autor salteño: “Recomiendo la novela ‘Detrás de las imágenes’ de Daniel Medina, editada por Nudista. Un intento por eliminar la subjetividad en el lenguaje y narrar desde las imágenes de las cámaras de seguridad. Un desafío original y profundo. Más allá de la crítica social a las ciudades del NOA, a Salta, a cualquiera de la región, hay un texto que se vuelca sobre sí mismo. Aniquilar la humanidad es aniquilar las miradas y las voces. Avanzan los zombies, se destruye la solidaridad, se desbarata la subjetividad en el lenguaje”, revela.
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Aunque no es novedad, diciembre es un mes de balances personales, aún sin proponérselo. Y en ese balance, para muchos están los “pendientes”, como los libros que no leímos. Pero todo cobra otro color cuando los artistas opinan sobre aquello que, en algún punto, los conmueve. Por eso, El Tribuno dialogó con hombres y mujeres de nuestras letras. Y entre los hallazgos literarios de 2018, ellos marcaron sus preferencias.
Las respuestas resultaron tan diversas como la literatura misma y esto dijeron los consultados.
En primer término, Mario Flores, el joven tartagalense premiado, hacedor de la novela “Hikaru” (nombre de un animé de culto, donde la historia es un recorrido por dos vidas comunes vistas a través del lente del animé, donde lo fantástico traduce lo real), recomendó “Un billete de mil australes encontrado en un libro de Carl Sagan”, de Fernanda Mugica (Editorial Municipal de Rosario, 2018). La poesía es veloz y avanza sin interrupciones. Las imágenes que reparte en los poemas son muy estridentes: el ritmo es inquebrantable porque su voz es fresca, los recursos del lenguaje son transparentes, las palabras que usa son las más definidas, nada de palabras complicadas para disfrazar ni ornamentos innecesarios. Conjuga la normalidad de lo cotidiano con lo visceral del sentir y ese tono entre lo fatídico y lo irónico es casi un leitmotiv de la poesía contemporánea, porque es fácil identificarse y al mismo tiempo es un descubrimiento constante”, afirmó.
También consultamos a la escritora porteña Elena Bossi, que reside en Jujuy, y en su caso se enfocó en un joven autor salteño: “Recomiendo la novela ‘Detrás de las imágenes’ de Daniel Medina, editada por Nudista. Un intento por eliminar la subjetividad en el lenguaje y narrar desde las imágenes de las cámaras de seguridad. Un desafío original y profundo. Más allá de la crítica social a las ciudades del NOA, a Salta, a cualquiera de la región, hay un texto que se vuelca sobre sí mismo. Aniquilar la humanidad es aniquilar las miradas y las voces. Avanzan los zombies, se destruye la solidaridad, se desbarata la subjetividad en el lenguaje”, revela.
Un policial muy peculiar
El poeta y miembro de la Academia Argentina de Letras, Santiago Sylvester, cuenta que recientemente terminó de leer “El Destino”, una novela policial de Carlos Pereiro, “excelente e imposible de dejar hasta el final”, dice.
Pereiro (oriundo de Sarandí) es editor de poesía, dirige Ediciones del Dock, pero es narrador. “En esta novela maneja con gran oficio todos los ingredientes del género: buen ritmo, suspenso, personajes bien definidos, con el agregado de que, aunque simpatizamos con unos y nos repelen otros, ninguno está estrictamente de parte de la ley. Borges decía que le gustaba la novela policial porque, como la filosofía, busca la verdad, y en esta búsqueda de la verdad también aparecemos nosotros, y podríamos sorprendernos al vernos aliviados por un final que no es estrictamente el de la justicia. O tal vez sea que Pereiro nos hace ver que hay otra justicia, con la que podemos simpatizar”.
“El Destino” salió a la luz desde de Griselda García Editora.
También Carlos Aldazábal, poeta y responsable de la editorial El Suri Porfiado, dio su mirada: “Este año la editorial Visor de España, una de las más prestigiosas del mundo, editó la poesía reunida de Teresa Leonardi Herrán , una de las grandes voces de la poesía de Salta. El libro en sí, que se presentó el pasado 12 de diciembre, es un acontecimiento para los lectores de un género especialmente significativo para nuestra identidad, amplificado por el alcance en distribución y circulación que Visor tiene en hispanoamérica. A nivel nacional no puedo dejar de destacar la antología de la gran poeta tucumana Leonor García Hernando, poeta central de la generación del 80 cuya reedición de poemas debía llegar a una nueva generación.
Este año, además, se editaron distintas antologías y libros vinculados al centenario del nacimiento del gran Manuel J. Castilla. Libros que recomiendo como imprescindibles para los interesados en nuestro patrimonio cultural”, enumeró.
Y justamente sobre ese punto, la escritora Lucrecia Coscio, creadora de “Los subsistemas del caos” y otros títulos, resaltó la presentación reciente del libro “Manuel J. Castilla. Crónica biobibliográfica. Edición homenaje. Centenario de su nacimiento 1918-2018”, editado en forma conjunta por el Fondo Editorial de la Secretaría de Cultura de Salta y Eudeba.
“Los hijos de Manuel, Leopoldo y Gabriel Castilla, honran al poeta y titiritero que fue su padre abriendo las puertas de la memoria y las puertas de la casa de la infancia a quienes admiramos la poesía de Castilla. Desde la primera página nos envuelve la tierra de uno, sus pueblos, sus paisajes, tan cotidianos como mágicos. Llegan a nuestras manos las imágenes de las tapas de libros fundamentales, cartas, fotos, documentos, recuerdos, poemas que generosamente nos ofrecen sus hijos”, concluyó.