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Juana Viale es "Edha": “Hay velos que se están cayendo; siempre hubo mujeres fuertes”

Juana Viale protagoniza Edha, la primera ficción producida por Netflix en la Argentina que estará disponible en la plataforma desde hoy, y que narra un thriller con altas dosis de crimen, corrupción y romance, ambientado en el universo de la moda porteño en el que conviven a partes iguales arte, frivolidad, glamour y miseria
Viernes, 16 de marzo de 2018 08:27

 

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Nicolás Biederman 
Télam


Creada y dirigida por Daniel Burman (Esperando al mesías, El abrazo partido), Edha está compuesta por 13 episodios y cuenta con un elenco integrado por el catalán Andrés Velencoso, Pablo Echarri, Delfina Chaves, Osmar Núñez, Sofía Castiglione y Daniel Hendler, entre otros.
La nieta de Mirtha Legrand personifica a la mujer del título, una diseñadora de alta costura tan inspirada como traumada por eventos que se remontan a su infancia, especialmente el de la muerte de su madre, una artista de enorme influencia.
Edha encontrará en Teo, un modelo poco convencional, una química que excede lo profesional y que le inspirará una nueva línea de moda masculina, pero los planes ocultos de él pondrán en marcha una serie de traiciones que harán desmoronar sus vidas.
La trama romántica y psicológica de la serie pronto se verá imbricada con otra hasta entonces subterránea y desconocida para la diseñadora, conformada por jueces y policías corruptos y talleres clandestinos que confeccionan las prendas de moda en condiciones de cuasi esclavitud.
Lejos del divismo y la frialdad que Edha exhibe en el trato a extraños, la actriz conversó con entusiasmo acerca de cómo nació el proyecto de la serie, su admiración por Burman, la “química” con el galán Andrés Velencoso y de los roles femeninos fuertes en el cine, la televisión y las series.
¿Cómo te llegó el proyecto?
Me suena el teléfono un día, Daniel Burman está del otro lado y me pregunta si nos podíamos juntar porque me quería hacer una propuesta. Nos juntamos y me contó acerca de esta diseñadora de modas. En una primera instancia no supe que era para Netflix, fue como una propuesta medio general, pero no mucho después me empecé a involucrar, me empecé a juntar con Dani y le empezamos a dar forma, a buscar a los otros personajes.
¿Cómo fue esa dinámica?

Cuando me llamó dije “wow, ¿por qué me llamaste a mí, habiendo tantas actrices?” y me dijo “porque considero que vos sos la actriz para hacer este personaje”. Dani es una persona maravillosa para trabajar, es el director que cualquier actor o actriz querría tener. Sabe liderar muy bien y al momento de armar te consulta mucho, te sentís muy partícipe.

 


¿Pudiste hacer aportes en la construcción del personaje?
No sé si aportes, pero te pregunta mucho. No es una persona que sienta que ser director implica tener la verdad absoluta. Sí la última palabra, pero no la verdad. Entonces todo fue muy conversado y me encantó. Con Daniel conocí un ser humano maravilloso.
¿Y qué trabajo fuiste haciendo para meterte en la piel de Edha?
Tiene muchas aristas, no es un personaje plano. Tiene una parte muy interesante que es la psicológica, por un trauma infantil que la llevó a relacionarse de maneras diferentes con su padre, con su hija, con el padre de su hija, con el mundo exterior. Después está la parte del diseño; tuve que meterme en talleres para ver cómo era, aprender origami porque ella hace figuras de papel, ir a una fonoaudióloga para marcar un tono de voz, tomar clases de dibujo.
Una de las primeras escenas tiene a tu personaje sufriendo el costado frívolo y comercial de la moda, poniéndose como una máscara para negociar y hacer relaciones públicas cuando a ella le apasiona el diseño como arte. ¿Fue ese un punto en el que te sintieras identificada?
No. A mí me atrajo la complejidad de Edha, pero por ella, no porque sea una máscara sino por todo, por lo que un ser humano tiene que hacer para sostener una postura aunque en su interior se esté derrumbando. Mantener una neutralidad de actitud, de tono de voz aunque le estén pasando un montón de cosas. Y eso creo que se va a ir notando en la curva del personaje, con el correr de los capítulos, hasta dónde se puede sostener esa máscara.
¿Cómo opera el peso de la madre, de su pasado traumático, en ese contexto?
Yo creo que ella tiene un tema no resuelto, creo que lo que busca Edha con el arte es un lenguaje para poder resolver algo que no tiene cómo, porque no tiene elementos, no tiene respuestas. La creatividad en la ropa, en armar elecciones, en buscar formas, símbolos, son maneras de buscar respuestas. Es su canal, su drenaje al dolor, a la ausencia de su madre.
¿Cómo ves la multiplicación en cine y series de papeles protagónicos femeninos fuertes en la actualidad?
No sé, yo creo que la Mujer Maravilla es un personaje que tiene muchísimos años. No es de ahora.
¿Hay un mayor espacio para otra femineidad en la ficción?
Creo que hay mujeres fuertes a lo largo de toda la historia, desde Juana de Arco, Sor Juana Inés de la Cruz, Mariquita Sánchez de Thompson, nombres que me vienen ahora a la cabeza. Creo que desde que el mundo es mundo la mujer ha tenido mucho protagonismo. El tema es quién lo quería ver.
Ahora son más bienvenidos ese tipo de relatos.
Quizás hay velos que se están cayendo, siempre hubo mujeres fuertes.
 

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