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Dura pelea para que una prepaga le pague el tratamiento a su esposa

Un fallo de la Justicia Federal, que fue apelado, ordenaba a la empresa darle todas las prestaciones a Vanesa Martínez, quien padece esclerosis lateral amiotrófica.
Domingo, 04 de marzo de 2018 00:00

La vida los unió hace ya 30 años y el amor que sienten los lleva a pelear contra todo. Alberto Fernández Saralegui está desesperado: su esposa, Vanesa Martínez, padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa y la prepaga que tienen no les viene reconociendo nada, pese a que hay un fallo de la Justicia Federal, que fue apelado.

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La vida los unió hace ya 30 años y el amor que sienten los lleva a pelear contra todo. Alberto Fernández Saralegui está desesperado: su esposa, Vanesa Martínez, padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa y la prepaga que tienen no les viene reconociendo nada, pese a que hay un fallo de la Justicia Federal, que fue apelado.

Luego de tanto andar, la empresa les dijo que les dará los remedios, pese a que la cobertura debe ser total.

"Hay un fallo de la Justicia Federal (del juez Miguel Antonio Medina) que intima a Swiss Medical a que cumpla con el 100 por ciento de la medicación y todas las prestaciones médicas que necesita mi esposa por esta enfermedad. Yo considero que hubo abandono de persona", indicó a este diario Fernández Saralegui.

Con mucho dolor, el hombre cuenta que su esposa padece esta enfermedad hace dos años. "Y el promedio de vida es de tres años", dice apenado.

También dijo que le dio mucha bronca e impotencia cuando la empresa apeló el fallo que los obligaba a dar todas las prestaciones, al 100 por ciento. Dijo que, por la presión que hubo en los medios, recibió un llamado de la prepaga. "Me llamó la gente de Swiss Medical mostrando buena voluntad. Me dijeron que hubo un problema burocrático y que se traspapelaron las cosas. Les dije que me parece que están faltando el respeto a mi familia, porque pasamos una situación muy traumáticas e irreparables. Hay un fallo de la Justicia y lo deben cumplir", contó.

Fernández Saralegui afirmó que la mujer que lo llamó solo dijo que le reconocerían los medicamentos. El tema es que Verónica necesita una prestación integral, por su enfermedad degenerativa, que hace que todo el tiempo se le mueran motoneuronas y los músculos le van quedando débiles.

"El lunes (por mañana) presentaremos en la prepaga, con mi abogado, una copia del fallo con una solicitud con distintos pedidos médicos. Le hicimos una espirometría y le dio que la capacidad pulmonar está muy reducida, porque en este momento tiene muy afectado la parte de la boca y los músculos de deglución", señaló.

Necesita compañía

Otro inconveniente es que Vanesa no puede estar sola, necesita asistencia para ir al baño, comer, levantarse de la cama, vestirse y bañarse. "Si está sola puede ahogarse con su propia saliva. Y ellos tendrían que hacerse cargo de una enfermera las 24 horas", contó el desesperado esposo.

Detrás del terrible drama hay una gran historia de amor.

Vanesa y Alberto están juntos hace 30 años. Llevan 25 casados y cinco estuvieron de novio. Tienen tres hijos: uno de 25 años que estaba estudiando y trabajando en Estados Unidos y decidió volverse a Salta para estar con su mamá; otro chico de 21 años que es el que más asiste a su madre y la más chica tiene 19 años y estudia en Buenos Aires.

El hombre cuenta que todo se le hace cuesta arriba, ya que él no puede dejar de trabajar, y no es lo mismo dejar a su esposa al cuidado de una empleada doméstica que una enfermera profesional.

Asegura que mensualmente paga 12 mil pesos a la prepaga. Esto es la diferencia que abona, ya que él tiene la obra social de Serenos de Buques.

"Mi señora se jubiló por invalidez. Ella trabajaba en LAN y era gerenta comercial. En el momento que se jubila yo no la podía dejar sin cobertura, y mes a mes estoy pagando ese monto. Independientemente, los medicamentos que está tomando los estoy pagando al 100 por ciento, uno que es un relintificador de la enfermedad, para que las neuronas no se mueran tan rápido, sale 11 mil pesos aproximadamente", aseveró.

Y señala que vienen solventando los remedios y que con la ayuda de los amigos muchas veces llegan a comprarlos.

El hombre afirmó que con el paso del tiempo fue haciendo modificaciones a su casa. "Construimos rampas, un baños grande para entrar con silla de rueda y una grúa para que mi esposa pueda entrar a la pileta de natación y realice sus ejercicios", dijo.

"Nos tocó vivir esta realidad. Lo que estamos tratando de sobrellevarla lo mejor posible", se resigna.

Afirma que su hijo, el de 21 años, que vive con ellos es el que lo termina ayudando cuando el sale a trabajar. "Los especialistas consignan que no es lo mejor que los hijos estén haciendo de enfermeros, si acompañando, pero no de médico, pero no nos queda otra", señaló. Por último, cuenta que esta situación repercute mucho en los seres queridos, trae complicaciones, y no es lo ideal terminar como enfermeros.

 

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