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26 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Siempre se repite la misma historia llamada fracaso

Desde el 2006 un club salteño no disputa la B Nacional y la vuelta a la segunda categoría se hace interminable. 
Lunes, 23 de abril de 2018 21:47
Las pintadas que aparecieron en Gimnasia y Tiro tras su eliminación. Realidad Deportiva

Una historia que se repite temporada tras temporada en el fútbol salteño: el fracaso.
En Salta los clubes aún no consiguen la llave del éxito que les permita salir de las últimas categorías del fútbol argentino.
Ninguno de los tres grandes de la ciudad: Juventud, Gimnasia y Central Norte, logran los objetivos que se plantean año tras año y hasta sus mismos hinchas dejan de ver como un atractivo acompañar a sus equipo los fines de semana.
La falta de proyección de jugadores de la zona o incluso de la cantera son el principal factor, ya que la gente está cansada de jugadores de afuera “que no sienten la camiseta”, el principal reclamo.
En Juventud la aparición de Ricardo “Momoto” Gómez fue el único acierto del santo en una campaña para el olvido.
En Gimnasia, Álvaro Cazula y Luciano y Agustín Herrera fueron los únicos que al menos tuvieron continuidad en el albo, más Nicolás Issa, quien realmente fue un refuerzo para este equipo tras volver al fútbol luego de varios años.
Central Norte contó con la obligación de recurrir a muchos chicos pero en el tramo final solo Enzo “Demonio” Vargas y Federico “Chicho” Rojas tuvieron cabida en el primer equipo.
Salta parece estar maldecida comparada con las otras provincias del norte argentino. 
En Jujuy, Gimnasia y Esgrima se mantiene hace años que es protagonista en la B Nacional y en varias oportunidades pudo volver a Primera.
Ni hablar de Tucumán, con Atlético en Primera y jugando la Copa Libertadores y San Martín peleando en la B Nacional por ascender a Primera División. Ambos equipos jugando con un lleno total cada vez que les toca jugar de local.
En Santiago del Estero, Central Córdoba logró volver a la B Nacional tras una sola temporada en el Federal A, mientras que Mitre está luchando por mantener la categoría en la segunda división del fútbol argentino.
El fracaso de los equipos salteño también se da por las malas decisiones dirigenciales, sea por elección de técnicos o jugadores.
Central Norte fue el primero en quedar afuera de competencia tras perder la final por el ascenso frente a Racing de Córdoba.
Juventud estiró su agonía en el Federal A hasta quedar afuera de la revalida tras una pésima campaña.
La última ficha estuvo en Gimnasia y Tiro pero el domingo por la noche sucumbió en los penales frente a Sportivo Belgrano y ayer por la mañana aparecieron pintadas en la puerta del club contra Pablo Motta y Raúl Poclaba, quienes se hicieron expulsar infantilmente en el primer tiempo.
Lo cierto es que no hay un cambio profundo, con proyectos serio en divisiones inferiores que permita explotar los recursos del club.
Por lo tanto, parecerá reiterativo pero nuevamente el fracaso es la palabra más utilizada en estos últimos años en el fútbol salteño.Desde el 2006 un club salteño no disputa la B Nacional y la vuelta a la segunda categoría se hace interminable.
 

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Una historia que se repite temporada tras temporada en el fútbol salteño: el fracaso.
En Salta los clubes aún no consiguen la llave del éxito que les permita salir de las últimas categorías del fútbol argentino.
Ninguno de los tres grandes de la ciudad: Juventud, Gimnasia y Central Norte, logran los objetivos que se plantean año tras año y hasta sus mismos hinchas dejan de ver como un atractivo acompañar a sus equipo los fines de semana.
La falta de proyección de jugadores de la zona o incluso de la cantera son el principal factor, ya que la gente está cansada de jugadores de afuera “que no sienten la camiseta”, el principal reclamo.
En Juventud la aparición de Ricardo “Momoto” Gómez fue el único acierto del santo en una campaña para el olvido.
En Gimnasia, Álvaro Cazula y Luciano y Agustín Herrera fueron los únicos que al menos tuvieron continuidad en el albo, más Nicolás Issa, quien realmente fue un refuerzo para este equipo tras volver al fútbol luego de varios años.
Central Norte contó con la obligación de recurrir a muchos chicos pero en el tramo final solo Enzo “Demonio” Vargas y Federico “Chicho” Rojas tuvieron cabida en el primer equipo.
Salta parece estar maldecida comparada con las otras provincias del norte argentino. 
En Jujuy, Gimnasia y Esgrima se mantiene hace años que es protagonista en la B Nacional y en varias oportunidades pudo volver a Primera.
Ni hablar de Tucumán, con Atlético en Primera y jugando la Copa Libertadores y San Martín peleando en la B Nacional por ascender a Primera División. Ambos equipos jugando con un lleno total cada vez que les toca jugar de local.
En Santiago del Estero, Central Córdoba logró volver a la B Nacional tras una sola temporada en el Federal A, mientras que Mitre está luchando por mantener la categoría en la segunda división del fútbol argentino.
El fracaso de los equipos salteño también se da por las malas decisiones dirigenciales, sea por elección de técnicos o jugadores.
Central Norte fue el primero en quedar afuera de competencia tras perder la final por el ascenso frente a Racing de Córdoba.
Juventud estiró su agonía en el Federal A hasta quedar afuera de la revalida tras una pésima campaña.
La última ficha estuvo en Gimnasia y Tiro pero el domingo por la noche sucumbió en los penales frente a Sportivo Belgrano y ayer por la mañana aparecieron pintadas en la puerta del club contra Pablo Motta y Raúl Poclaba, quienes se hicieron expulsar infantilmente en el primer tiempo.
Lo cierto es que no hay un cambio profundo, con proyectos serio en divisiones inferiores que permita explotar los recursos del club.
Por lo tanto, parecerá reiterativo pero nuevamente el fracaso es la palabra más utilizada en estos últimos años en el fútbol salteño.Desde el 2006 un club salteño no disputa la B Nacional y la vuelta a la segunda categoría se hace interminable.
 

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