El analista internacional Luis Rosales sostuvo que la eventual condena a prisión del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, principal candidato para las próximas elecciones generales que se celebrarán en octubre, “marca una tragedia latinoamericana”.
inicia sesión o regístrate.
El analista internacional Luis Rosales sostuvo que la eventual condena a prisión del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, principal candidato para las próximas elecciones generales que se celebrarán en octubre, “marca una tragedia latinoamericana”.
Para Rosales, “Lula llegó a lo alto del poder con dos mandatos: sanear las prácticas políticas corruptas de Brasil e integrar por primera vez a los pobres a la clase media”, y mientras lo segundo fue cumplido al sacar de la pobreza a 130 millones de brasileños, es la corrupción endémica la que marca el desenlace de su recorrido político.
“Esa es la tragedia latinoamericana: ¿por qué un gran presidente tiene que robar?”, se preguntó el consultor y analista en diálogo con Télam.
Al analizar la figura política de Lula, Rosales destacó que “fue un gran presidente de Brasil y un presidente destacable dentro de América latina; un obrero de verdad, que no era parte de la élite que gobernó siempre ese país”. Y destacó los dos grandes logros en sus ocho años en el poder: “mantener a la locomotora brasileña funcionando en cuanto a crecimiento y producción, con la distribución e integración”.
Pero, desde el punto de vista legal, el consultor asociado de Dick Morris para Latinoamérica reconoció que “también es cierto por lo que se lo juzga; Lula robó y robó bastante”.
“No hay dudas de que se armó un esquema de corrupción increíblemente sofisticado y grande durante el gobierno del Partido de los Trabajadores; ¿Temer es más limpio que Lula? No lo creo”, reflexionó Rosales.
En ese sentido, focalizó el problema en la corrupción como un modo de hacer política tanto en Brasil como en el resto de la región. “El problema es que están todos involucrados, lo que se le adjudica a Lula también se le podría adjudicar al presidente Temer en cualquier momento; media clase política brasileña de todos los partidos está juzgada, procesada y muchos en la cárcel”.
“Es un problema cultural, sistémico, por alguna razón la dirigencia política latinoamericana está por encima de la media en los parámetros internacionales de corrupción”, concluyó el especialista, quien remarcó la “alta gravedad política e institucional” por la que atraviesa Brasil, ya que “no es poco que el líder político que más mide en las encuestas para las próximas elecciones esté a un paso de estar preso”.