Cerca de las 8 de ayer un camión cayó a un precipicio de unos 20 metros de profundidad cuando transitaba por la ruta nacional 34, a la altura del puente del arroyo Balboa, en el departamento Rosario de la Frontera. Por causas que se investigan el chofer perdió el control del enorme camión semirremolque que transportaba un cargamento de cajones de cerveza. Tras una brusca maniobra el rodado se precipitó al vacío. Las personas que circulaban por el lugar dieron las primeras voces de alerta y minutos después el tránsito se interrumpió con la llegada de ambulancias, camiones de bomberos y patrulleros.
Una dotación de bomberos salió a toda prisa desde Rosario de la Frontera hacia el lugar donde inmediatamente descendieron para comenzar el rescate. Según los rescatistas, el conductor quedó atrapado en la cabina del vehículo y se salvó de milagro. Tras ser rescatado se determinó que no presentaba lesiones traumatológicas, pero si numerosos golpes y cortes en distintas partes del cuerpo y quedó internado en el hospital de la Ciudad Termal para ser sometido a un chequeo general. Según fuentes policiales la prueba de alcoholemia del chofer dio negativo y lo que se trata de establecer son las causas que provocaron el vuelco del rodado, identificado con las patentes HEX-827 y PEE-521. Se informó que el conductor de la empresa Trame SRL, de apellido López, apodado “Tristeza”, es oriundo de Ledesma, Jujuy.
inicia sesión o regístrate.
Cerca de las 8 de ayer un camión cayó a un precipicio de unos 20 metros de profundidad cuando transitaba por la ruta nacional 34, a la altura del puente del arroyo Balboa, en el departamento Rosario de la Frontera. Por causas que se investigan el chofer perdió el control del enorme camión semirremolque que transportaba un cargamento de cajones de cerveza. Tras una brusca maniobra el rodado se precipitó al vacío. Las personas que circulaban por el lugar dieron las primeras voces de alerta y minutos después el tránsito se interrumpió con la llegada de ambulancias, camiones de bomberos y patrulleros.
Una dotación de bomberos salió a toda prisa desde Rosario de la Frontera hacia el lugar donde inmediatamente descendieron para comenzar el rescate. Según los rescatistas, el conductor quedó atrapado en la cabina del vehículo y se salvó de milagro. Tras ser rescatado se determinó que no presentaba lesiones traumatológicas, pero si numerosos golpes y cortes en distintas partes del cuerpo y quedó internado en el hospital de la Ciudad Termal para ser sometido a un chequeo general. Según fuentes policiales la prueba de alcoholemia del chofer dio negativo y lo que se trata de establecer son las causas que provocaron el vuelco del rodado, identificado con las patentes HEX-827 y PEE-521. Se informó que el conductor de la empresa Trame SRL, de apellido López, apodado “Tristeza”, es oriundo de Ledesma, Jujuy.
El espectacular accidente también fue presenciado por efectivos del puesto de Gendarmería Nacional ubicado a pocos metros del lugar. Allí se levantó un monolito que recuerda a los 43 gendarmes fallecidos el 14 de diciembre de 2015, en lo que constituyó una de las peores tragedias viales del país. Los efectivos se dirigían desde Santiago del Estero hasta San Salvador de Jujuy en una misión encomendada por el Ministerio de Seguridad de la Nación a raíz de los incidentes protagonizados por la organización barrial Túpac Amaru que lideraba Milagro Salas.
En el acceso al arroyo Balboa el colectivo que llevaba a 51 gendarmes sufrió un desperfecto mecánico y luego de romper las barandas del puente cayó al vacío. Según los peritos, el chofer perdió el control de la unidad por el reventón de uno de los neumáticos. Esta tragedia se ubicó en el tercer lugar dentro de la triste lista de siniestros viales en las ruta del país, después de lo ocurrido en Santo Tomé, Santa Fe, en 1993, donde hubo 60 muertos y 80 heridos, y en la cuesta del Totoral, Catamarca, en 2002, con un saldo de 47 víctimas fatales.
A nivel provincial, lo sucedido en las primeras horas del jueves 14 de diciembre en Rosario de la Frontera quedó grabado como la peor jornada vial. Hasta ese momento se ubicaba a la cabeza el siniestro del 18 de septiembre de 1974 en la Cuesta del Obispo, donde un micro que se dirigía a la procesión de la Quebrada de Escoipe se desbarrancó en un camino de cornisa. En esa ocasión murieron 32 personas.
Pensaron que no habría sobrevivientes
Cuando los bomberos arribaron al puente del arroyo Balboa y observaron el estado del camión semirremolque volcado, con las ruedas hacia arriba, todos pensaron lo peor, que no habría sobrevivientes. Sin embargo, apenas se dirigieron hasta la cabina observaron que el chofer estaba vivo y que era el único ocupante del vehículo siniestrado. Con la premura del caso lo rescataron del habitáculo y para sorpresa mayor comprobaron que el hombre no presentaba ninguna lesión grave. “Esto es un milagro”, expresó uno de los integrantes del Cuerpo de Bomberos de Rosario de la Frontera que participó de la tragedia de diciembre de 2015, cuando en un accidente de similares características perdieron la vida 43 de los 51 efectivos de Gendarmería Nacional que iban en el colectivo siniestrado. Junto al camión, el terreno quedó regado por las botellas llenas de cerveza que transportaba el rodado. Según las fuentes consultadas, más de la mitad de los envases se rompieron, por lo que debieron tomarse los recaudos del casos para evitar lesiones entre los rescatistas.