Como ya es tradicional cada vez que un equipo argentino se corona campeón, los hinchas, en este caso de Boca Juniors, colmaron la Plaza 9 de Julio, que tras el pitazo final del empate en La Plata entre Gimnasia y Esgrima y el xeneize, tiñendola de azul y oro.
Casi 2000 personas dieron rienda suelta a los festejos en el centro capitalino.
Las banderas, las caras pintadas y los bombos sobresalieron en la celebración. Cerca de 50 policías estuvieron a cargo del operativo para que se viva una verdadera fiesta.
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Como ya es tradicional cada vez que un equipo argentino se corona campeón, los hinchas, en este caso de Boca Juniors, colmaron la Plaza 9 de Julio, que tras el pitazo final del empate en La Plata entre Gimnasia y Esgrima y el xeneize, tiñendola de azul y oro.
Casi 2000 personas dieron rienda suelta a los festejos en el centro capitalino.
Las banderas, las caras pintadas y los bombos sobresalieron en la celebración. Cerca de 50 policías estuvieron a cargo del operativo para que se viva una verdadera fiesta.
Tras cantar varios hits, algunos de ellos acordándose del clásico rival, los hinchas de Boca dieron la tradicional vuelta olímpica alrededor de la Plaza 9 de Julio.
Padres con sus hijos, jóvenes que salieron de sus trabajos y estudiantes desataron toda la alegría contenida al grito de “Dale campeón, dale campeón”. También se acordaron de los Mellizos Barros Schelotto y ahora pidieron la Libertadores.
La mancha de la fiesta xeneize fue la utilización de fuegos artificiales, los que podrían haber provocado un accidente.
Ante la consulta de por qué eran campeones, los hinchas salteños de Boca respondieron que por sus individualidades, destacándose las figuras de Cristian Pavón y Wanchope Abila.