Largas suspensiones, fuertes multas. En China, la Federación de fútbol es una de las más implacables del mundo cuando se trata de sancionar a jugadores y entrenadores, dentro y fuera de los terrenos de juego.
¿Dar una patada a una botella de agua debido a un enfado? Esto cuesta 1.900 euros y tres partidos de suspensión. ¿Usar un colgante jugando con la selección de China? Acarrea una exclusión de la selección por 12 meses. ¿Criticar a un árbitro? La multa es de 2.600 euros y dos encuentros de sanción.
Consciente del interés creciente en el mundo por el fútbol chino, la federación (CFA) se esfuerza en sancionar duramente comportamientos que estima susceptibles de dañar la imagen del país.
El presidente chino Xi Jinping manifestó hace algunos años su esperanza de que el fútbol nacional pudiese algún día rivalizar con los mejores del mundo. Pero cuando los clubes han reaccionado exageradamente y empezado a abonar cifras de locura para fichar y pagar a sus estrellas extranjeras, la CFA tomó cartas en el asunto, imponiendo el pasado año techos de gasto para evitar montos irracionales.
Para Ji Zhe, experto en el fútbol chino, el brote del número de sanciones y reglamentos revela sobre todo “una falta de coherencia y de transparencia”.
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Largas suspensiones, fuertes multas. En China, la Federación de fútbol es una de las más implacables del mundo cuando se trata de sancionar a jugadores y entrenadores, dentro y fuera de los terrenos de juego.
¿Dar una patada a una botella de agua debido a un enfado? Esto cuesta 1.900 euros y tres partidos de suspensión. ¿Usar un colgante jugando con la selección de China? Acarrea una exclusión de la selección por 12 meses. ¿Criticar a un árbitro? La multa es de 2.600 euros y dos encuentros de sanción.
Consciente del interés creciente en el mundo por el fútbol chino, la federación (CFA) se esfuerza en sancionar duramente comportamientos que estima susceptibles de dañar la imagen del país.
El presidente chino Xi Jinping manifestó hace algunos años su esperanza de que el fútbol nacional pudiese algún día rivalizar con los mejores del mundo. Pero cuando los clubes han reaccionado exageradamente y empezado a abonar cifras de locura para fichar y pagar a sus estrellas extranjeras, la CFA tomó cartas en el asunto, imponiendo el pasado año techos de gasto para evitar montos irracionales.
Para Ji Zhe, experto en el fútbol chino, el brote del número de sanciones y reglamentos revela sobre todo “una falta de coherencia y de transparencia”.