Roberto Suaina, titular del Consejo Provincial de Educación Católica (Coprodec), que nuclea a 53 colegios de la capital y el interior, afirmó que dejar de subvencionar los colegios religiosos significaría un daño económico para el Estado. "Es utópico lo que estoy escuchando, en relación a que no se tendría que subvencionar a los colegios. Sería muy sencillo preguntar qué es más barato. Muchas veces hemos dicho que el Gobierno nacional y provincial deberían transparentar, cuánto le sale por alumno en la gestión estatal y cuánto por la gestión privada. Van a tener grandes sorpresas, van a querer privatizar todo", advirtió.
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Roberto Suaina, titular del Consejo Provincial de Educación Católica (Coprodec), que nuclea a 53 colegios de la capital y el interior, afirmó que dejar de subvencionar los colegios religiosos significaría un daño económico para el Estado. "Es utópico lo que estoy escuchando, en relación a que no se tendría que subvencionar a los colegios. Sería muy sencillo preguntar qué es más barato. Muchas veces hemos dicho que el Gobierno nacional y provincial deberían transparentar, cuánto le sale por alumno en la gestión estatal y cuánto por la gestión privada. Van a tener grandes sorpresas, van a querer privatizar todo", advirtió.
Suaina explicó sus argumentos en que las subvenciones solo cubren los sueldos de docentes: "Se está ahorrando en la gestión estatal, todo lo otro. Todo lo que es gasto de un colegio que no es sueldo: infraestructura, mantenimiento, material didáctico, sueldo de maestranza y administración. Sale mucho más caro un alumno en la gestión estatal que en la gestión privada. Porque el Estado aparte de pagar sueldos tiene que pagar todo el funcionamiento de la institución. En cambio en el privado le mandan un porcentaje, pero siempre solo hablando de sueldos, todo el resto lo tiene que ver cada institución".
El representante de Coprodec resaltó que el Estado no podría hacerse cargo de los alumnos por no contar con los medios: "Hay algunos colegios nuestros, centenarios, que albergan una gran cantidad de alumnos. Imaginate si a todos esos alumnos los mandamos a la gestión estatal. Quisiera ver de qué manera el Estado se hamaca para primero albergarlos, y segundo para pagar todo lo que corresponde a infraestructura para esos niños", advirtió.
Según explicó el docente, los colegios privados se responsabilizan de la tarea que le corresponde al Estado: la obligatoriedad de la escolarización. "Hay mucha gente que habla por desconocimiento de este tema, creyendo que el Estado le da al colegio privado una dádiva, no le está dando un subsidio sino un aporte estatal. Está reconociendo que una institución de gestión privada le está haciendo la tarea a la gestión estatal: la obligatoriedad de la escolarización de todos los ciudadanos en edad escolar", expresó.
Sobre la diferencia de calidad educativa entre un colegio estatal y privado, Suaina destacó a la enseñanza religiosa como el punto que marcaría la diferencia: "No hay diferencias grandes. Obviamente, cada institución tiene un ideario que no tan solo se enmarca en los saberes que se deben cumplimentar según los requerimientos del Ministerio de Educación, sino también en muchos otros aspectos que figuran en cada ideario y eso para muchos padres es atractivo y buscan para sus hijos. Y, por otro lado, hay un serio compromiso a la calidad educativa de cada una de nuestras instituciones".