La Policía de la Provincia asestó un golpe letal a la organización delictiva que en junio pasado cometió un audaz robo en 30 oficinas y locales comerciales en el centro de la ciudad. Durante los allanamientos realizados en las últimas horas detuvieron a dos de los cabecillas de la banda, a quienes les secuestraron más de un millón de pesos y dólares, además de diversos objetos sustraídos a las firmas afectadas.
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La Policía de la Provincia asestó un golpe letal a la organización delictiva que en junio pasado cometió un audaz robo en 30 oficinas y locales comerciales en el centro de la ciudad. Durante los allanamientos realizados en las últimas horas detuvieron a dos de los cabecillas de la banda, a quienes les secuestraron más de un millón de pesos y dólares, además de diversos objetos sustraídos a las firmas afectadas.
En lo que constituyó una acción sincronizada, de alta efectividad y sobre todo de audacia, los boqueteros cometieron el atraco en horas de la noche a dos cuadras de la Jefatura de Policía, de la Unidad Regional Centro y la Comisaría Primera. Los ladrones actuaron en horas de la noche y demostraron un alto nivel de profesionalidad, lo que impidió que fueran descubiertos, a tal punto que ni las cámaras de seguridad pudieron detectar con precisión sus movimientos y su accionar.
Con la intervención del fiscal penal N§ 2, Justo Albero Vaca, los investigadores del Sector 2 de la Policía realizaron cinco allanamientos, uno de ellos en la esquina de las calles Urquiza y Córdoba, en el microcentro de la ciudad; en Atocha y Los Sauces. De los procedimientos simultáneos participaron más de 50 efectivos de distintas áreas operativas de la fuerza.
Las pesquisas comenzaron el 2 de junio cuando en horas de la mañana varios comercios de una galería de la avenida Belgrano al 635 y oficinas situadas a la misma altura en la calle España 628 aparecieron violentadas por la acción de boqueteros nocturnos. De todos los inmuebles los ladrones se llevaron elementos de valor y gran cantidad de dinero en efectivo. El propietario de una confitería denunció la sustracción de 500 mil pesos y 12 mil dólares.
Además de las pérdidas que sufrieron los damnificados, el audaz accionar de los delincuentes desnudó las falencias que imperan en materia de seguridad. El hecho de que los múltiples robos hayan ocurrido a tan poca distancia de la Central de Policía y de la comisaría con mayor cantidad de efectivos de la ciudad, significó un fuerte llamado de atención para la fuerza. Por ese motivo desde las más altas esferas del Gobierno se impartieron expresas directivas para investigar el profundidad el caso.
Desde la Secretaría de Seguridad se informó que para esclarecer los saqueos se realizaron diferentes tareas logísticas con el soporte tecnológico de la Unidad de Análisis Criminal y la revisión fílmica de más de 40 cámaras de seguridad. Fue así que luego de tres meses de investigación pudieron determinar que se trataba de una organización delictiva que cometía robos bajo la modalidad "boqueteros". La banda estaba organizada con roles definidos, tanto en logística como en recursos humanos, lo que le permitía lograr efectividad en los atracos.
Los detenidos
Con la batería de información que la Policía acumuló, la fiscalía dispuso cinco allanamientos simultáneos en los que fueron apresados los cabecillas de la banda, dos hombres de 58 y 43 años. Se trata de personas con antecedentes penales y que registran condenas por robos de idénticas características.
En los inmuebles allanados los policías secuestraron más de un millón de pesos en moneda nacional y extranjera, además de herramientas y elementos varios que utilizaban para cometer los múltiples robos. También incautaron vehículos y objetos sustraídos durante el golpe a los comercios y oficinas. A partir de las directivas del fiscal Vaca, la policía proseguía ayer con las investigaciones tendientes a localizar a los otros integrantes de la organización criminal. Las fuentes consultadas señalaron que la banda estaba compuesta por al menos ocho personas.
El ministro de Seguridad, Carlos Oliver, destacó la tarea de los investigadores policiales del Sector 2 y resaltó la articulación del trabajo realizado con la fiscalía penal. También se refirió a la importancia de contar "con una Unidad de Análisis Criminal moderna" que, a su juicio, "permite acortar los tiempos de obtención de datos, además de favorecer a la calidad investigativa en general".
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