Concejales cerrillanos pusieron en valor el trabajo silencioso y desinteresado de Serafín Casimiro, un vecino de 83 años que transformó un microbasural en una plaza.
El acto se llevó a cabo en el espacio verde, ubicado en Ameghino y Necochea, en un terraplén de las vías del ferrocarril. El lugar fue hermoseado con diversas especies de árboles y plantas, y en él se instalaron bancos, basureros y hasta juegos infantiles. “Lo que ha logrado este abuelo con un pequeño rincón que antes era un basural, es admirable. Es un verdadero ejemplo para toda la comunidad”, contó el concejal Daniel Cruz.
Los especialistas suelen afirmar que el cuidado del medio ambiente comienza por casa, tomando conciencia y aportando cada uno desde lo cotidiano. Eso es precisamente lo que Serafín, explacero jubilado, quien transformó un baldío en una plazoleta, que hoy disfrutan grandes y chicos por igual en Cerrillos.
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Concejales cerrillanos pusieron en valor el trabajo silencioso y desinteresado de Serafín Casimiro, un vecino de 83 años que transformó un microbasural en una plaza.
El acto se llevó a cabo en el espacio verde, ubicado en Ameghino y Necochea, en un terraplén de las vías del ferrocarril. El lugar fue hermoseado con diversas especies de árboles y plantas, y en él se instalaron bancos, basureros y hasta juegos infantiles. “Lo que ha logrado este abuelo con un pequeño rincón que antes era un basural, es admirable. Es un verdadero ejemplo para toda la comunidad”, contó el concejal Daniel Cruz.
Los especialistas suelen afirmar que el cuidado del medio ambiente comienza por casa, tomando conciencia y aportando cada uno desde lo cotidiano. Eso es precisamente lo que Serafín, explacero jubilado, quien transformó un baldío en una plazoleta, que hoy disfrutan grandes y chicos por igual en Cerrillos.
Hace poco más de una década, el terraplén de las vías del ferrocarril, que se extiende paralelo a calle Necochea, era un espacio usado por los vecinos para dejar bolsas de basura, entre otros desechos. En aquellos tiempos, alimañas de todo tipo encontraban en el lugar un hábitat perfecto para desarrollarse y multiplicarse. Fue entonces cuando don Casimiro tomó la iniciativa de parquizar parte del predio.
En ese pequeño espacio, de aproximadamente 10 x 30 metros, plantó pinos, palos borrachos, cactus, paraísos, rosales, pensamientos y palmeras, entre otros ejemplares que fueron creciendo y transformando el viejo basural en un espacio verde para el esparcimiento de los vecinos. Allí instaló luego, un subibaja para los niños, bancos y cestos para la basura.
Él mismo se encarga de mantener limpio el lugar y de cuidar las plantas. La gente parece haber entendido la importancia de cuidar este espacio, porque muchos jóvenes lo usan y no provocan destrozos.
Como las calles que circundan este pequeño paseo se tornaron en los últimos años muy transitadas, Serafín pintó los cordones de las esquinas, a modo de señalización, para que los conductores no sufran accidentes.
Del acto de reconocimiento a Serafín Casimiro asistieron sus familiares, gran cantidad de vecinos, la senadora María Laura de la Zerda, los concejales Daniel Cruz, Carlos Jorge, Alfredo Russo, Adrián Ustarez, Gabriela Fernández, Clelia Guzmán y Hugo Coronel.