Luciano Herrera llegó hace casi dos años a Gimnasia y Tiro desde Jujuy, pero no fue la influencia de su padre, el gran Venancio, lo que pesó en la decisión de la dirigencia de apostar por él, sino su talento y sus grandes condiciones. Su primera prueba fue el Anual y la superó de “taquito”, siendo el goleador de la temporada pasada.
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Luciano Herrera llegó hace casi dos años a Gimnasia y Tiro desde Jujuy, pero no fue la influencia de su padre, el gran Venancio, lo que pesó en la decisión de la dirigencia de apostar por él, sino su talento y sus grandes condiciones. Su primera prueba fue el Anual y la superó de “taquito”, siendo el goleador de la temporada pasada.
Eso le dio un lugar en el equipo mayúsculo y fue Víctor Riggio el que le dio la chance cuando el albo “ardía” tras la salida de Duilio Botella. No decepcionó; al contrario, a fuerza de goles se ganó un lugar.
Las necesidades circunstanciales del equipo lo llevaron a jugar de puntero izquierdo, para capitalizar su frescura. Y pese a no ser el puesto en el que más cómodo se siente, su entrega le hizo ganarse un lugar.
Y en esta temporada, la situación fatídica e impensada de las lesiones en cadena de los dos hombres de área, obligaron a que Lucho juegue donde mejor le gusta, en posición de “9”. En ese puesto será ratificado mañana ante Zapla y a eso se refirió en diálogo con El Tribuno.
“Arranqué mal en Misiones, pero no bajé los brazos. Me gusta más jugar de delantero que de volante y estoy disfrutando, allí le puedo rendir mejor al equipo, no tanto haciendo el trabajo sucio. Suelto también puedo jugar, pero donde me pongan voy a dejar todo”, expresó el oriundo de Ledesma, quien se refirió también a la mejoría del equipo.
“Después del clásico levantamos anímicamente, agarramos el ritmo que nos faltaba en los primeros partidos. Para nosotros la actitud es lo primordial. Hicimos una buena pretemporada y consolidamos un lindo grupo, nos llevamos bien. Faltaba entendernos en la cancha. Estamos aprovechando la confianza que tenemos. Le ganamos con autoridad a un equipo que viene volteando rivales pesados en la Copa Argentina. Sabíamos que en casa no teníamos que bajar la intensidad del clásico . Sacamos a relucir la actitud, y el calor nos afectó menos que a Sarmiento porque somos jóvenes”, concluyó.
Los recaudos con Zapla
Herrera se refirió también a lo complicado que será el partido de mañana, a las 18, en Palpalá, con Altos Hornos Zapla. “Es un equipo duro, pese a que no pelea seguido el campeonato, ganarles allá siempre es difícil. Vamos a jugar de la misma manera que ante Sarmiento”, dijo.