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Juan Eduardo Zúñiga nació sin brazos. En 2018 egresó como profesor de Matemáticas y Física. La ministra Berruezo destacó su esfuerzo y gestionó la participación del docente en proyectos educativos de la Provincia.
La ministra de Educación, Ciencia y Tecnología, Analía Berruezo, recibió días pasados al docente Juan Eduardo Zúñiga, egresado 2018 del Instituto Terciario N§ 6018 de Hipólito Yrigoyen, departamento Orán.
Durante el encuentro, Zúñiga, quien tiene discapacidad en ambos brazos, contó su experiencia respecto a la manera en que encaró su trayectoria educativa y la forma en que va a planificar su futuro laboral como docente.
La funcionaria destacó el esfuerzo del profesor y lo calificó como un ejemplo a seguir. Asimismo, le propuso participar en proyectos educativos, tales como la colaboración en las charlas TED que se realizan en Salta y la intervención en las capacitaciones del proyecto Aprender Matemática.
El docente estuvo acompañado por el diputado por el departamento, Baltasar Lara Gros y el secretario de Gobierno de Orán, Javier Tártalo.
El diputado provincial Lara Gros remarcó que Eduardo "es un verdadero ejemplo que inspira a jóvenes oranenses, por su verdadera vocación de docente y la importancia de superarse todos los días".
Por su parte Tartalo expresó que "es digno de imitar y formará parte de un equipo de formadores para docentes".
Para finalizar el flamante docente no pudo ocultar su alegría y emoción agradeciendo la gestión de los funcionarios, pero sobre todo agradeciendo a Dios y a la Virgen que nunca lo abandonaron.
"No tengo palabras para expresar mi felicidad, me emocionó mucho cuando me recibí, y ahora esta noticia corona un año lleno de esfuerzo. Podré cumplir mi sueño de ser docente en un aula", expresó.
Mucho esfuerzo para crecer
Eduardo nació sin brazos, pero con un espíritu inquebrantable a pesar de su problema físico hizo una vida normal.
Juan Eduardo Zúñiga tiene 37 años y nació sin el desarrollo completo de sus brazos, pero esto no fue impedimento para siempre querer superarse. Acompañado por su familia cursó todos sus estudios. Hoy es papá de dos niños y da clases como profesor particular en un aula que construyó en su casa, su sueño es dar clases en una escuela
Eduardo, Yayo, como lo conocen en Orán es un joven optimista ante la vida, ya que él sabe lo que es valorarla y darle sentido. Hijo único llegó a este mundo sin el completo desarrollo de sus brazos, pero lejos de quedarse atrás, su familia siempre lo incentivó y superaron todas las trabas que se presentaron para iniciar la educación formal.
Con el tiempo llegó el momento de ir a la escuela, pero los directivos del establecimiento Gemes, de Orán, le sugirieron a los padres de Eduardo que lo inscribiesen en una escuela especial, al suponer que su discapacidad física venía de la mano de algún impedimento mental.
"Cuando quise entrar a la escuela me pusieron trabas por el tema de mi discapacidad, pero mi tema era mi discapacidad de los brazos, mentalmente estaba bien". Este año llegó uno de los logros más ansiados, su título como profesor de Matemáticas y Física, el cual obtuvo en el Instituto Terciario N§ 6018 de Hipólito Yrigoyen, donde como en toda su vida escolar, recibió el apoyo y enseñanza de grandes personas.
Luchar por los sueños
"Nunca pienso en lo que no tengo, Dios y la Virgen están siempre conmigo, no puedo pedir nada más", remarca.
Eduardo encontró el amor en Sara Cerrizuela, una joven de Pichanal que convive con él hace más de nueve años y con quien tuvo dos hijos: Joaquín, de 10 años y la pequeña Guadalupe, de 5 años: "Mis hijos son los brazos que no tengo", asegura.